Diferencia entre revisiones de «Zombi»
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Aunque la acepción más general de "zombi" es la de una persona revivida por arte de brujería y cuya voluntad se supedita a la de otro, dentro del contexto de la [[ciencia ficción]] se entiende como '''zombi''' (o '''zombie''') a una persona aparentemente muerta que se mueve sin voluntad propia (más allá del deseo de alimentarse) y que ha sido revivida no por artes mágicas, sino por algún tipo de [[Amenaza biológica|infección]], de forma que quien es mordido por un zombi se transforma también en uno. | Aunque la acepción más general de "zombi" es la de una persona revivida por arte de brujería y cuya voluntad se supedita a la de otro, dentro del contexto de la [[ciencia ficción]] se entiende como '''zombi''' (o '''zombie''') a una persona aparentemente muerta que se mueve sin voluntad propia (más allá del deseo de alimentarse) y que ha sido revivida no por artes mágicas, sino por algún tipo de [[Amenaza biológica|infección]], de forma que quien es mordido por un zombi se transforma también en uno. | ||
− | Si bien según la definición original, los zombis no deberían ser parte de la ciencia ficción, su tratamiento como enfermedad contagiosa, aparentemente más racional, permite englobarlos dentro del género, habiéndose convertido en un subgénero muy popular y con una mitología propia. | + | Si bien según la definición original, los zombis no deberían ser parte de la ciencia ficción, su tratamiento como enfermedad contagiosa, aparentemente más racional, permite englobarlos dentro del género, habiéndose convertido en un [[Subgéneros de ciencia ficción|subgénero]] muy popular y con una mitología propia. |
== Los zombis en la ciencia ficción: == | == Los zombis en la ciencia ficción: == |
Revisión de 12:27 13 ene 2012
Aunque la acepción más general de "zombi" es la de una persona revivida por arte de brujería y cuya voluntad se supedita a la de otro, dentro del contexto de la ciencia ficción se entiende como zombi (o zombie) a una persona aparentemente muerta que se mueve sin voluntad propia (más allá del deseo de alimentarse) y que ha sido revivida no por artes mágicas, sino por algún tipo de infección, de forma que quien es mordido por un zombi se transforma también en uno.
Si bien según la definición original, los zombis no deberían ser parte de la ciencia ficción, su tratamiento como enfermedad contagiosa, aparentemente más racional, permite englobarlos dentro del género, habiéndose convertido en un subgénero muy popular y con una mitología propia.
Los zombis en la ciencia ficción:
Probablemente la primera obra que enfocó el tema de los zombis desde un punto de vista de ciencia ficción fue La noche de los muertos vivientes (1968), de George A. Romero. En esta película no queda claro el origen del fenómeno, pero se establece lo que luego será el prototipo del zombi actual: un ser sin voluntad, que se mueve en masas y que infecta a aquel que muerde. Romero seguiría su saga de zombis con otras películas que lo hicieron una referencia obligada.
La nueva hornada de zombis se basa en esta idea de infección. Así, en 28 días después (2002) el origen de los zombis está perfectamente identificado: un virus escapado de un laboratorio de investigación animal. En The Walking Dead (2010) se llega más lejos, presentando en pantalla un escáner del cerebro de un infectado en el que se ve la actividad cerebral en el momento de convertirse en zombi.
De esta forma, de la brujería pasamos a una explicación más o menos plausible y con un desarrollo racional, lo que permite englobar el fenómeno dentro del genero.
El estereotipo del zombi actual no es, pues, un ser reanimado por brujería y controlado por un chamán, sino un infectado que se alimenta de carroña y que, a su vez, puede infectar a aquellos a los que muerde.
Resulta interesante especular acerca de los motivos de que esta forma de "monstruo" haya resultado tan interesante, llegando a ser más terrorífica que otros monstruos.
Se ha especulado con la idea de que el zombi, al carecer de personalidad, recuerdos, inteligencia o, incluso, nombre, es una representación de la masa. Otros monstruos tienen nombre, personalidad; convertirse en un vampiro es pasar a una forma de vida que puede ser terrible, pero convertirse en zombi es anularse por completo, perder la identidad, desaparecer en vida.
Algunos han querido ver en los zombis un símbolo de la masa, una forma de crítica a una sociedad alienante. Ejemplo de esto podría ser una de las secuelas de Romero en la que, cuando los zombis asedian el centro comercial y los protagonistas concluyen que los zombis acuden allí porque es a dónde iban en vida.
Puede haber algo de ello en casos muy concretos como esa frase, pero quizá sea dar demasiadas pretensiones a un subgénero que parece más bien orientado a un público fácil.