Semillas
| Semillas | |
|---|---|
| Datos de publicación: | |
| Título original: | The Seeds |
| Fecha de publicación: | 2020 |
| Guión: | Ann Nocenti |
| Dibujo/Tinta: | David Aja |
| Color: | Bitono |
| Editorial: | Berger Books, Dark Horse |
| Otros datos: | |
| Premios obtenidos: | |
| Otros datos: | 128 páginas |
Ann Nocenti y David Aja (2018)
Semillas es un cómic de la guionista americana Ann Nocenti y el dibujante español David Aja. Empezó a publicarse en 2018 en el sello recién creado Berger Books, dentro de Dark Horse, y posteriormente se recopilaron sus cuatro números en un único tomo en tapa rústica, en 2020. En España lo ha traducido y publicado Astiberri en 2021, manteniéndose fiel a la maquetación original.
Sinopsis:
En un futuro que no parece muy lejano, el planeta está sumido en una serie de problemas ecológicos globales (se derriten los polos, las abejas desaparecen...), y algunas voces han determinado que a la Tierra, o a la humanidad, no le queda mucho. Un grupo de neoluditas culpa de todo esto a la tecnología, y han conseguido que se les conceda una reserva, unas tierras al otro lado de un muro donde la tecnología está prohibida.
La narración se descentraliza en varias historias: un grupo de extraterrestres que están recogiendo muestras de la Tierra en previsión de su inminente desaparición (de aquí el título de la serie), la relación de uno de estos extraterrestres con una humana, y la implicación de una periodista de dudosa ética y profesionalidad al descubrirlo.
La obra:
Semillas es una obra notable, especialmente en su apartado gráfico, y ambiciosa y tal vez un poco confusa en cuanto a guion.
Ann Nocenti despliega una serie de inquietudes e interesantes muy actuales: ecologismo global, el papel de la tecnología en la esquilmación de los recursos del planeta y en la alienación del individuo, la confiabilidad de los medios de comunicación, el factor humano en cualquier historia... Por ello, la historia no se centra en ninguno de los personajes más que unas pocas viñetas, sin profundizar en ellos, y va saltando de unos a otros para componer un collage donde el escenario es el verdadero protagonista.
David Aja entiende perfectamente las necesidades del dibujo para contar una historia así. Por ello, la distribución de página es regular, convencional (un tradicional 3x3) ya que el dibujo no puede otorgar artificialmente protagonismo a unos personajes que el guion deja de lado de manera deliberada. Sólo encontramos algunas viñetas panorámicas, casi todas ellas dedicadas a escenarios desprovistos de protagonistas.
El color, un bitono negro y sepia, se adapta al tipo de papel, rugoso, y procedente de fuentes medioambientalmente responsables, como corresponde al mensaje ecologista de la obra. El aspecto general ahonda en el tono melancólico y decadente de la historia. Son colores y sensaciones (esa rugosidad del papel) que nos evocan algo retro, que se está estropeando por el paso del tiempo, como la sociedad que reflejan los dibujos.
En cuanto al dibujo, Aja es soberbio, con personajes llenos de realismo, en un estilo muy americano que choca al principio, y un gran despliegue de capacidades para añadir nuevos personajes definidos con trabajo y detalle, pese a que apenas se muestren durante unas viñetas. Los fondos, repletos de detalles, son dignos de una segunda lectura dedicada a ellos en exclusiva.
La maquetación y diseño del libro, realizada entre el propio Aja y Alba Diethelm, está estudiada para reforzar el mensaje ecologista. Aparte del detalle del papel con sello FSC, incluye también una portada en relieve (otro detalle sensorial y casi orgánico), con un dibujo icónico y minimalista: una abeja dentro de un laberinto en forma de hexágono, motivos que se repiten a lo largo de la obra.
Un cómic interesante, que mejora con una segunda lectura, pero del que queda la duda de si el guion ha conseguido acertar en algo profundo o se ha perdido en lugares comunes.
Finalista:
- 2022: Premio Lorna a mejor cómic extranjero
