Dr. Gaius Baltar

El Doctor Gaius Baltar es uno de los mejores personajes de la serie Galáctica (la versión de 2003).

Ya en el episodio piloto sabemos que Baltar ha traicionado a la humanidad engañado por una número seis (un cylon con la apariencia de una espectacular joven rubia con la que mantiene un tórrido romance) que lo ha seducido para que le entregue los valiosos conocimientos de defensa que Baltar posee.

En el momento del ataque la número seis lo salva de morir en una explosión. Huyendo de la ciudad Baltar consigue ser evacuado de Cáprica y desde entonces vivirá atormentado por la culpabilidad de ser responsable, en cierto grado, del casi total exterminio de la humanidad y obsesionado por ocultar su involuntaria traición.

Sin embargo, Baltar es un personaje muy diferente de cualquiera otro de la serie. En él se mezclan sentimientos de culpabilidad con autenticas proezas de autoconvencimiento de que, en realidad, es una víctima inocente.

Además su visión de lo que es correcto o incorrecto es casi tan difusa como su percepción de la realidad. Y es que Baltar sufre unas interesantes alucinaciones que tienen a la número seis por protagonista. El origen de estas alucinaciones no está claro. A veces parecen ser fruto de la locura de Baltar, pero en otras ocasiones parecen ofrecerle información que Baltar no puede conocer, por lo que surge la duda de si son inducidas por un chip introducido en el cerebro de Baltar... chip que no aparece en los escáneres.

Por si fuera poco, estas alucinaciones a veces interactúan (desde el punto de vista de Baltar) con el resto de su entorno (aunque los demás personajes, por supuesto, no lo ven), pero en otras ocasiones se le revelan en un entorno totalmente onírico que más adelante se nos revelará propio de los cylon.

La ambigüedad de Baltar es una de las constantes de la serie: diseña un aparato para detectar cylons humanos, pero cuando descubre uno de ellos (una número ocho) la oculta; tratando de lograr una alianza entre humanos y los cylons ocultos en la flota hace entrega a éstos de un arma nuclear, pero ésta será utilizada para localizar a la flota en Nueva Cáprica; cuando es elegido Presidente de las colonias su primera decisión es abandonar la búsqueda de la Tierra para instalarse en Nueva Cáprica, pero esta decisión permitirá que los cylon localicen y sometan a la humanidad y él mismo se convierte en una marioneta en manos de los cylon; incluso se llega a aventurar la posibilidad de que sea en realidad un cylon, posibilidad a la que Baltar se aferra con la esperanza de que, perteneciendo al bando enemigo, sus traiciones se conviertan en actos heroicos.

Esta ambigüedad alcanza niveles máximos al final de la tercera temporada cuando, tras ser juzgado por su traición durante el dominio cylon, es declarado no-culpable (gracias a una brillante declaración de Lee Adama que revela que, en realidad, el juicio es una farsa con la que los humanos tratan de cargar sus culpas en Baltar para arrojarlas con él al espacio). Tras su declaración de no-culpabilidad muchos se rebelan indignados, pero para otros Baltar se convierte en una especie de Mesías a quien llegan a pedir que bendiga el recuerdo de quienes han muerto.

Premios:

Obtenidos:

• 2006: Premios Saturn a mejor actor de reparto

Finalista:

• 2007: Premios Saturn a mejor actor de reparto