Guerra nuclear
Una guerra nuclear es un conflicto en el que se emplean como armamento bombas nucleares lo que, durante la guerra fría, se consideraba que sería la consecuencia lógica de una posible Tercera Guerra Mundial
Existe una identificación entre los términos "Tercera guerra mundial" y "guerra nuclear". Sin embargo, esta identificación no es cierta. Una Tercera Guerra Mundial en la que los países en conflicto hubieran rechazado el uso de armamento nuclear no sería una guerra nuclear. Por otra parte, una guerra entre dos países en la que uno de ellos decidiera hacer uso de armamento nuclear sí sería una guerra nuclear, pero no una guerra mundial.
Origen del miedo y sus consecuencias:
En la realidad el único conflicto en el que se han empleado armas de este tipo ha sido la Segunda Guerra Mundial, en la que los Estados Unidos arrojaron armas nucleares sobre las ciudades de Hiroshima y Nagashaki, provocando entre 150.000 y 220.000 muertos, la mayoría civiles.
Tras la Segunda Guerra Mundial el mundo se vio enfrentado en dos bloques: el occidental, liderado por los EE.UU., y el oriental, liderado por la U.R.S.S. Este enfrentamiento derivó en lo que se ha denominado guerra fría, un periodo en el que ambos países desarrollaron y perfeccionaron artefactos nucleares y misiles intercontinentales.
Este nuevo tipo de armas cambiaron la política mundial, ya que los países no tenían porqué atacarse ni invadirse como en guerras tradicionales: la destrucción más absoluta (en forma de bomba atómica) podía ser llevada directamente al corazón del enemigo (mediante un misil intercontinental). El volumen del arsenal existente llegó a ser suficiente para acabar con la humanidad 23 veces.
De esta forma, las armas nucleares sirvieron de elemento disuasorio de un enfrentamiento directo ente los Estados Unidos y la Rusia Soviética. Se asumía que este enfrentamiento habría arrastrado a las naciones afines, por lo que era común referirse a él como la Tercera Guerra Mundial y que, inevitablemente, habría desembocado en un enfrentamiento mediante armas atómicas.
La conciencia por parte de la población civil de las consecuencias de este enfrentamiento inició un movimiento pacifista a nivel mundial, irónicamente, apoyado por los propios científicos que habían colaborado en el desarrollo de armas nucleares.
No es descabellado asegurar que la ciencia ficción ayudó al mundo a ser consciente del poder destructor que manejaban sus gobernantes, mostrando en relatos y películas escenarios de apocalipsis nucleares que ayudaron a la población civil a ser consciente del nivel de amenaza que se manejaba.