El último castillo
| El último castillo | |
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| Autor: | Jack Vance |
| Otros títulos: | |
| Datos de primera publicación(1): | |
| Título original: | The Last Castle |
| Revista o libro: | Galaxy |
| Editorial: | Galaxy Publishing Corporation |
| Fecha | Abril de 1966 |
| Publicación en español: | |
| Publicaciones(2): | Lo mejor de Jack Vance |
| Otros datos: | |
| Saga: | |
| Premios obtenidos: | Nebula Hugo |
| Otros datos: | |
| Fuentes externas: | |
| Tercera Fundación | Ficha |
| ISFDB | Ficha |
| Otras fuentes | |
| Notas: | |
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Jack Vance (1966)
Tabla de contenidos
Las premisas:
La historia está ambientado en una Tierra futura en la que un desastre no especificado ha acabado con la humanidad, a excepción de unos pocos que sobreviven como nómadas. Tras tres milenios de abandono el planeta ha sido repoblado por descendientes de los habitantes humanos de otros planetas, que han traído consigo miembros de otras especies extraterrestres que los sirven de esclavos. Estos humanos viven refugiados en lujosos castillos en una sociedad claramente feudal y estamentada en la que los humanos son la clase dominante, nobles que consideran indigno el realizar todo tipo de trabajo.
El desencadenante de la historia es una revuelta de Meks, una de las razas que sirven a los humanos; en concreto, los encargados de la construcción y mantenimiento de la maquinaria. De pronto los nobles humanos se ven cercados en sus castillos por seres que consideran inferiores al tiempo que sus armas y maquinaria se deterioran, pues los encargados de su mantenimiento eran los propios sublevados y los nobles consideran que encargarse de su mantenimiento no es una tarea digna de ellos. Así, las opciones son abandonar todo orgullo y pretensión pasados o morir.
El relato:
Como obviamente se deduce de las premisas, la intención de Vance es hacer una dura crítica a las sociedades estamentales y, en concreto, a sus clases dirigentes. En la historia estas clases dominantes se dedican a formas de arte cada vez más elaboradas sin que, en realidad, aporten nada al conjunto de la sociedad. Los trabajos reales son realizados por una masa de seres que nunca tienen voz ni voto en las reuniones de los líderes de las casas. La idea misma de tener en cuenta a dichos seres resultaría un insulto a esos líderes que, en realidad, no son sino parásitos inútiles.
Vance no sólo critica la estamentación de la sociedad, sino la incapacidad de sus líderes para aceptar el cambio. Los nobles se rigen por rígurosas normas de etiqueta y protocolo y desprecian la falta de modales. Sus relaciones se basan en conocer y mantener el puesto que les corresponde en la sociedad y el orgullo de negarse a realizar tareas que no consideran dignas de ellos es parte fundamental de su carácter. De esta forma, cuando la revuelta estalla, algunos son incapaces de cambiar sus ideas y prefieren desaparecer a afrontar la indignidad de luchar directamente con quienes consideran inferiores o de realizar trabajos manuales.
Todo esto se imbrica con una historia amena de revueltas y acciones que, sin centrarse excesivamente el la lucha (su escenario principal es un salón de actos) resulta entretenida.
El estilo es acorde al relato: sencillo, sin florituras (salvo en el lenguaje de los nobles) y de lectura fluida.
Premios:
Obtenidos:
- 1967: Premio Nebula de 1966 a mejor novela corta.
- 1967: Premio Hugo a mejor relato largo.
