Los hombres de la Tierra

Ray Bradbury (1948)

Es uno de los relatos de Crónicas marcianas, publicado en Thrilling Wonder Stories, en Agosto de 1948.

La segunda expedición aterriza en Marte y se presentan en una de las casas de un pueblo marciano, pero la mujer que los abre no parece sorprendida sino, más bien, contrariada. Los astronautas vuelven a presentarse, repiten que han llegado de la Tierra y la mujer les manda a que se lo expliquen a otro hombre, dado que está muy ocupada cocinando.

Los astronautas, perplejos, acuden a este hombre quien, de nuevo, parece más interesado en quitárselos de encima que en escuchar la narración de su viaje. Por fin, el hombre escribe una nota y los envía a visitar a otro hombre. La situación se repite otro par de veces hasta que, por fin, les dan la llave de una sala en la que, al entrar, reciben una gran bienvenida.

Los astronautas se relajan pero pronto descubren que los marcianos de la sala están locos y que la misma sala es un manicomio. Los marcianos tienen la capacidad de dar a su locura una forma visible a los demás y creen que los astronautas son en realidad marcianos locos.

El doctor que los atiende al día siguiente se muestra sorprendido de la brillantez de su locura. La precisión de cada detalle de la alucinación es sorprendente. Desgraciadamente, no hay forma de curar una enfermadad tan avanzada por lo que les aplica el único tratamiento posible: la eutanasia.

A pesar de este trágico final, el relato es sumamente divertido.