Pobres criaturas
Pobres criaturas | |
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Ficha técnica | |
Título original: | Poor Things |
Nacionalidad: | Irlanda, Reino Unido y EE.UU. |
Estreno 1: | 1 de septiembre de 2023 |
Duración: | 2 h. 21 min. |
Ficha artística | |
Dirección: | Yorgos Lanthimos |
Guión: | Tony McNamara basado en la novela de Alasdair Gray |
Producción: | Element Pictures, Film4, Fruit Tree y TSG Entertainment para Fox |
Fotografía: | Robbie Ryan |
Música: | Jerskin Fendrix |
Reparto: | Emma Stone, Mark Ruffalo, Willem Dafoe, Ramy Youssef, Hanna Schygulla, Christopher Abbott, Jerrod Carmichael, Vicki Pepperdine... |
Información suplementaria | |
Otros datos: | No hay otros datos |
Imdb: | Ficha en Imdb |
Notas: | |
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Yorgos Lanthimos (2023)
Pobres criaturas es una película dirigida por Yorgos Lanthimos, un autor con cierto recorrido dentro de un cine independiente que suele abordar temas cercanos a la ciencia ficción.
Tabla de contenidos
Sinopsis:
Un estudiante de medicina entra a trabajar como ayudante de un prestigioso cirujano para que le ayude a registrar el progreso de una de su "obras": una muchacha completamente adulta, Bella Baxter, pero con el cerebro de un bebé. Bella progresa con inusitada velocidad y, cuando está a punto de ser casada con el estudiante, decide escaparse con el abogado mujeriego que arreglaba los papeles, iniciando un viaje de descubrimiento.
La película:
Ciencia ficción:
Dentro de la película se destacan elementos de ciencia ficción que se entrelazan con la trama, especialmente haciendo referencia a la obra Frankenstein de Mary Shelley, no sólo en el nóvum (la inserción de un cerebro infantil en un cuerpo adulto) sino incluso en la recreación escénica del laboratorio y los experimentos del Dr. Godwin Baxter, interpretado por Willem Dafoe. Baxter es realmente el arquetipo del científico loco que juega con la ciencia sobrepasando multitud de límites éticos. Su personaje, que parte de un estereotipo, es soberbiamente interpretado y evoluciona dentro de las limitaciones que el tono surrealista de la obra le imponen.
Esta ambientación surreal es, en cierto sentido, coherente con las ideas subyacentes en el cine anterior de Lanthimos (Canino, 2009; Langosta, 2015...), si bien en esta ocasión queda plasmado de manera muy visual en un escenario enteramente retrofuturista con un Londres victoriano steampunk, repleto de maravillas tecnológicas y científicas entrelazadas con miseria y desigualdad social. Parte de este escenario es la injusta supeditación de la mujer y su consecuente liberación, tema principal de la obra.
El sexo en la película:
La película es bastante controvertida sobre todo por cómo aborda el tema de la liberación sexual de la mujer. No es simplemente que contenga abundantes escenas de sexo; estas escenas, en su mayoría (si no todas) están tratadas de una manera cómica y mecanicista, por lo que en general solo podrían turbar morales muy puritanas, ya que su objetivo no podría estar más alejado de la pornografía. Sin embargo, algunas de estas situaciones sí que han sido criticadas desde diversos sectores aduciendo que en el fondo no dejan de tratar a la mujer, su cuerpo y su disfrute sexual como mero bien de intercambio, desprovisto de otras dimensiones afectivas. En cualquier caso, queda bastante patente es el alegato general de la obra en favor de la verdadera emancipación de la mujer.
Esto se puede observar especialmente en la colección de caracteres masculinos de los que Bella debe ir emancipándose. Empezando por el propio doctor Baxter, una muy tóxica figura paterna que quiere modelar a la hija a su antojo y mantenerla segura e incorrupta encerrada en el hogar. Todos y cada uno de los personajes masculinos que aparecen en la película tienen un defecto de carácter mediante el que pretenden influir, manipular o controlar a Bella.
Lamentablemente, el modus operandi de la obra para resolver estos conflictos es invariablemente el mismo desde el primero al último, haciendo hincapié en el carácter naïve de Bella como herramienta para abrirse camino. Esto da a la obra un conjunto de marcas de ficción propias del cuento infantil o la fábula, muy acordes a la estética surreal pero que pueden llegar a dañar las ambiciosas intenciones de profundidad a las que parece aspirar el director, porque los personajes no parece acompañar esta profundidad.
No se puede dejar de alabar el trabajo de algunos actores. Por supuesto, la interpretación de Emma Stone, especialmente los aspectos físicos de la primera parte -la etapa infantil- es una parte central de la obra. Y entre sus contrapartes masculinas hay que destacar, como siempre, el impecable trabajo de Willem Dafoe, aportando un arco de evolución positivo, y el de Mark Ruffalo, mostrando de manera muy carismática el arco de evolución negativo.
En conjunto, una obra que da qué hablar, por lo que puede considerarse un éxito, con una gran cantidad de aciertos y aspectos interesantes; y que, sin embargo, no termina de estar a la altura del tema que trata, oscilando a veces entre la superficialidad y la condescendencia.