La mente invasora
La mente invasora | |
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Autor: | Fredric Brown |
Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Mind Thing |
Revista o libro: | Se desconoce (¿Como novela independiente?) |
Editorial: | Great American Publications, Inc. |
Fecha | Marzo de 1960 de {{{Año}}} |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | 'El granuja espacial, y otras novelas de marcianos' |
Otros datos: | |
Saga: | No pertenece a ninguna saga |
Premios obtenidos: | No se le conocen |
Otros datos: | No hay otros datos |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
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Fredric Brown ({{{Año}}})
Fredric Brown (1960)
- a.k.a. El ser mente
Se trata de una novela bastante floja.
El desencadenante de la historia es la llegada a la Tierra de un extraterrestre. La especie en cuestión es físicamente inútil, apenas un cuerpo inmóvil. Pero tienen la capacidad de manipular a otros seres, haciéndose con el control de sus cuerpos y sus conocimientos.
A lo largo de la novela se nos informa que su especie castiga a los criminales mandándolos a un planeta lejano. Generalmente esto es una condena a muerte o un exilio perpetuo. Pero si el planeta tiene unas condiciones aptas para su forma de vida y cuenta con seres que puedan manipular, es posible que logren construir un aparato que les permita regresar a su planeta natal. Si tal cosa ocurriera, la información aportada sería de tal valor que sus crímenes serían perdonados y ellos mismos considerados héroes.
De esta forma, el extraterrestre trata de valerse de su control sobre humanos y animales para lograr volver a su planeta.
Sin embargo, la forma de dominación y todos los condicionantes que Brown impone a este ser son tan improbables y difíciles de creer que la novela resulta poco creíble. La historia parece una continua sucesión de soluciones Deux ex-machina sin que haya en ella ingenio real, tensión o el más mínimo interés en los personajes.
Se trata, pues, de una obra de Brown muy alejada de la alta calidad de sus relatos.