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Revisión de 12:10 27 jul 2023

Gran Hotel Abismo
Datos de publicación:
Título original: Gran Hotel Abismo
Fecha de publicación: 2016
Guión: Marcos Prior
Dibujo/Tinta: David Rubín
Color: David Rubín
Editorial: Astiberri
Otros datos:
Premios obtenidos:
Otros datos: 120 páginas formato apaisado

David Rubín, Marcos Prior (2016)

Gran Hotel Abismo es una novela gráfica con guion de Marcos Prior y dibujo de David Rubín ambientada en un futuro distópico cercano en el que el auge del liberalismo y la violencia estatal conduce a la sociedad a un punto de rebelión violenta.

La historia:

El auge del liberalismo, escusado en la crisis económica, ha producido una sociedad en la que los sueldos y pensiones se congelan o reducen y se desmantelan servicios sociales. Paralelamente, se acentúa la represión por parte del estado, con una creciente militarización de la policía y otros cuerpos con la excusa de dar respuesta a la violencia terrorista que abarca ya cualquier manifestación semi-violenta, mientras los medios de comunicación al servicio del staus quo blanquean y banalizan la situación.

El descontento en la población es más o menos explícito, pero las fuerzas sociales están desmovilizadas, adormecidas en la marea mediática.

En este contexto, un personaje anónimo, ataviado con una máscara de luchador mexicano, revienta una manifestación frente al parlamento y consigue volarlo por los aires, dando principio a la violencia revolucionaria.

El cómic:

Se trata de una obra muy visceral que merece la pena analizar a diversos niveles. Es claro que el tema que ha movido a Prior y a Rubín a colaborar en esta obra es la muy cercana crisis económica que se vivía a nivel mundial en esos años, y el discurso oficial que se hacía desde los gobiernos de recortes y austeridad. Por ello, más que hablar de un futuro cercano, la obra habla del presente y algunos aspectos que parecen exagerados no lo son tanto si se está avisado de las noticias a nivel global.

En las primeras páginas del prólogo, una sucesión de viñetas representa las noticias que se escuchan de fondo mientras el protagonista anónimo hace ejercicio. El contexto es claustrofóbico, ominoso, y el escenario nos aporta rápidamente la motivación del personaje. Este uso de los medios de comunicación y las redes sociales, emulando obras previas como Batman: El regreso del Caballero Oscuro (Frank Miller, 1986) o Robocop (Paul Verhoeven, 1987), es uno de los pilares de la obra y responsable de su peculiar composición de página.

Hay que tener muy en cuenta que tanto Prior como Rubín son ambos autores completos que han guionizado y dibujado sus propias obras, y en esta colaboración se entiendo que sus papeles intersecan a menudo. El uso de estas viñetas de subtexto, engarzadas en otras panorámicas, es un buen ejemplo, y aquí se ve la cooperación y compenetración entre ambos, aportando uno de los sellos característicos de la obra.

Una segunda característica que llama rápidamente la atención es el atrevido uso del color que hace Rubín, con viñetas que, en los momentos de violencia, se encuentran saturadas por rojos y amarillos brillantes, acentuando el caos que se pretende narrar. Los autores no se lo ponen fácil al lector, que tiene que rastrear en los detalles de la página, en las viñetas de fondo y en sus rótulos a pie de noticiario, buscando el sentido verdadero de lo que ocurre. Esto obliga al lector a involucrarse en la obra.

Pero también encontramos secciones más clásicas y reposadas, como el capítulo 2, titulado Suite, con viñetas regulares y con la cesura bien marcada, que narran precisamente una historia personal, la de uno de estos gurús neoliberales secuestrado y obligado a vivir la vida que preconiza para otros. La historia en sí es casi una traslación directa de algunas fantasías de vindicación populares, lo que muestra lo acertado de la premisa última del cómic: el descontento social como una olla a presión alimentada por la violencia estructural del estado que puede conducir a una violencia real en las calles.

David Rubín es un autor que no esconde su pensamiento a este respecto, pero es quizás en el sustrato de las ideas donde más clara es la influencia del guion de Marcos Prior, con alusiones a pensadores y filósofos de izquierda que aporta un sustrato sólido en el que construir lo narrado. Otra de sus evidentes influencias, de nuevo dentro del comic, es V de vendetta (Alan Moore y David Lloyd, 1982-1989), tanto por su nada velado homenaje en la escena inicial de voladura del parlamento, como por el propio protagonista, anónimo enmascarado, o la apelación a la movilización popular de las masas adormecidas.

Una obra intensa, rabiosa, deliberadamente caótica a veces, muy libre en lo narrativo, que requiere la colaboración del lector y que merece la relectura.

Premios:

Finalista:

  • 2017: Premios ESFS (European Science Fiction Society) a David Rubín como mejor autor
  • 2017: Premios ESFS (European Science Fiction Society) a mejor obra