Diferencia entre revisiones de «22.11.63 (Serie)»

Última revisión de 19:38 25 dic 2017

Nota: Este artículo se refiere a la serie de televisión. Para otros usos ver 22.11.63.

Varios directores; creador, Bridget Carpenter (2016)

22.11.63 es una miniserie de tres episodios basada en la novela homónima de Stephen King.

Las premisas:

La serie comienza cuando Al Templeton, dueño de un café, revela a su amigo Jake Epping, profesor de lengua en un instituto de secundaria, que un armario de su café tiene salida a octubre de 1960.

Sin embargo, el portal tiene ciertas características: todo lo que se haga en el pasado tiene influencia en el presente (como Jake puede comprobar viajando a 1960 para marcar un árbol frente al café de Al) pero, en caso de regresar al presente, el siguiente viaje al pasado vuelve a ser a octubre de 1960.

Al, viejo y enfermo, quiere que su amigo Jake viaje al pasado para alterar un suceso clave: evitar el asesinato de Kennedy e impedir así la guerra de Vietnam pero, dadas las características del portal, esta misión requiere que Jake pase tres años de su vida en la década de los '60.

Obviamente, Jake acepta, pero la misión no será tan sencilla como pudiera parecer. No sólo deberá enfrentarse a las dificultades de vivir en una sociedad que le es extraña, sino que se enamora de una mujer de la época y el propio pasado parece querer ponérselo difícil.

La serie:

La trama parte de unas premisas difíciles de aceptar en rigor: un portal en un armario con reglas tan extrañas no da lugar a ningún árbol coherente líneas temporales. Esto, unido a la forma en la que el pasado "se defiende" exige un pacto de ficción demasiado forzado para ser aceptada dentro del género de la ciencia ficción. Sin embargo, aceptadas estas condiciones, la historia se desenvuelve más o menos bien dentro de los márgenes del género, sin recurrir a más explicaciones poco plausibles y desarrollando los acontecimientos de forma coherente con las premisas de partida.

La historia está narrada de forma correcta, con un ritmo en general bueno. Si bien tiene algunos altibajos, irregularidades o saltos bruscos de guión, éstos no parecen resultado de una elaboración del guión precipitada. La historia parece bien planificada desde el comienzo y escrita sin improvisaciones. El trabajo actoral es más que correcto y ayuda a hacer creíble la historia.

Sin embargo, el que es sin duda el punto fuerte de la serie, es su ambientación. Los decorados, vestuarios y elementos de atrezzo tales como accesorios o carteles muestran atención al detalle y un buen trabajo de documentación. Las tomas en exteriores resultan muy creíbles y, si bien resulta evidente que debe haber algún tipo de tratamiento digital para eliminar elementos actuales y añadir otros contemporáneos a la trama, éste está supeditado a la trama y es totalmente transparente al espectador. El que puede ser, quizá, el único elemento discordante es el excesivo cuidado de la pintura de los vehículos, si bien su brillo y colorido le da un toque estético que no rompe la suspensión de la incredlidad.

Se trata, en definitiva, de una serie amena, bien realizada y fácil de ver.