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− | La historia transcurre en el fondo oceánico | + | La historia transcurre en el fondo oceánico. Por un lado tenemos una platafoma experimental submarina de extracción de petróleo; una instalación todavía en fase de pruebas. Por otro lado, tenemos un submarino nuclear que ha encallado tras un accidente poco claro. |
− | Durante la misión, estalla una tormenta y el cable de comunicación de la base con la superficie se suelta y daña parte de las instalaciones. Esto, unido al aislamiento, hace que la convivencia entre civiles y militares (ya tensa desde un principio) empeore. | + | La marina envía a un grupo de soldados a la base (que está cerca del lugar donde se encuentra el submarino) para que investiguen lo ocurrido. Durante la misión, estalla en la superficie una tormenta y el cable de comunicación de la base con la superficie se suelta y daña parte de las instalaciones. Las consecuencias del accidente son graves y llegan a comprometer los sistemas de sostenimiento de vida. Esto, unido al aislamiento, hace que la convivencia entre civiles y militares (ya tensa desde un principio) empeore. |
− | Todo se agrava aún más cuando desde la fosa cercana llegan fenómenos y sucesos extraños. | + | Todo se agrava aún más cuando desde la fosa cercana llegan fenómenos y sucesos extraños. Al principio los indicios no son claros, pero poco a poco las cosas se vuelven más inquietantes hasta que, al final, se descubre que todos estos incidentes tienen origen en una forma de vida [[Extraterrestres|extraterrestre]] que ha edificado una ciudad en el fondo de la fosa. |
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+ | La forma de vida se muestra claramente no hostil, pero uno de los militares (totalmente enloquecido por la situación) reacciona como es natural en un militar: atacando a lo que sobrepasa su escasa imaginación. De esta forma, arma uno de los artefactos nucleares que han extraído del submarino y lo arroja a la fosa con un temporizador. | ||
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+ | Al final, el protagonista (Ed Harris) se adentra en una misión suicida en el fondo de la fosa para desactivar el artefacto y salvar a sus compañeros. | ||
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+ | En este momento los bondadosos alienígenas salvan el bueno de Ed y, de paso, al resto de la tripulación, reflotándolos sin los desagradebles problemas que debería acarrear la descompresión. | ||
Una vez más, un claro ejemplo de cómo el cine de Hollywood decide destrozar con un final fácil y empalagoso una historia que, hasta entonces, estaba bien construída y dirigida. | Una vez más, un claro ejemplo de cómo el cine de Hollywood decide destrozar con un final fácil y empalagoso una historia que, hasta entonces, estaba bien construída y dirigida. | ||
[[Categoría:Cine de ciencia ficción]] | [[Categoría:Cine de ciencia ficción]] |
Revisión de 22:14 25 jun 2007
James Cameron (1989)
Sinopsis:
Dirección: | James Cameron |
Producción: | Gale Ann Hurd |
Guión: | James Cameron |
Música: | Alan Silvestri |
Fotografía: | Mikael Salomon |
Reparto: | Ed Harris, Mary Elizabeth Mastrantonio, Michael Biehn, Leo Burmester, Todd Graff. |
La película:
Es, al igual que En las profundidades, de Arthur C. Clarke, uno de los pocos ejemplos de ciencia ficción submarina.
La historia transcurre en el fondo oceánico. Por un lado tenemos una platafoma experimental submarina de extracción de petróleo; una instalación todavía en fase de pruebas. Por otro lado, tenemos un submarino nuclear que ha encallado tras un accidente poco claro.
La marina envía a un grupo de soldados a la base (que está cerca del lugar donde se encuentra el submarino) para que investiguen lo ocurrido. Durante la misión, estalla en la superficie una tormenta y el cable de comunicación de la base con la superficie se suelta y daña parte de las instalaciones. Las consecuencias del accidente son graves y llegan a comprometer los sistemas de sostenimiento de vida. Esto, unido al aislamiento, hace que la convivencia entre civiles y militares (ya tensa desde un principio) empeore.
Todo se agrava aún más cuando desde la fosa cercana llegan fenómenos y sucesos extraños. Al principio los indicios no son claros, pero poco a poco las cosas se vuelven más inquietantes hasta que, al final, se descubre que todos estos incidentes tienen origen en una forma de vida extraterrestre que ha edificado una ciudad en el fondo de la fosa.
La forma de vida se muestra claramente no hostil, pero uno de los militares (totalmente enloquecido por la situación) reacciona como es natural en un militar: atacando a lo que sobrepasa su escasa imaginación. De esta forma, arma uno de los artefactos nucleares que han extraído del submarino y lo arroja a la fosa con un temporizador.
Al final, el protagonista (Ed Harris) se adentra en una misión suicida en el fondo de la fosa para desactivar el artefacto y salvar a sus compañeros.
En este momento los bondadosos alienígenas salvan el bueno de Ed y, de paso, al resto de la tripulación, reflotándolos sin los desagradebles problemas que debería acarrear la descompresión.
Una vez más, un claro ejemplo de cómo el cine de Hollywood decide destrozar con un final fácil y empalagoso una historia que, hasta entonces, estaba bien construída y dirigida.