Diferencia entre revisiones de «Clonación»
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Los trabajos con mamíferos serían más tardíos. En 1978 hubo el anuncio del nacimiento de un ratón clonado por transferencia nuclear de células embrionarias, si bien se acusó a los investigadores de haber falsificado sus resultados. | Los trabajos con mamíferos serían más tardíos. En 1978 hubo el anuncio del nacimiento de un ratón clonado por transferencia nuclear de células embrionarias, si bien se acusó a los investigadores de haber falsificado sus resultados. |
Revisión de 13:56 15 ago 2011
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La clonación es la creación de seres genéticamente idénticos a otro ya existente.
En realidad no hay un único proceso que pueda ser considerado clonación, sino una serie de ellos, en función del organismo de partida y los resultados que se quieran obtener. Por ejemplo, la duplicación de ADN podría ser considerada clonación, ya que se obtienen duplicados de la cadena genética original, si bien el resultado no es un ser vivo.
También podría considerarse clonación la división de un embrión antes de la diferenciación celular (blastulación), ya que los seres obtenidos tendrían idéntico ADN, si bien esta duplicación está limitada al número de blastómeros disponibles (entre ocho y dieciséis) y no se trataría de la duplicación de un ser adulto.
En general, se considera clonación a la duplicación realizada a partir de un ser adulto.
La clonación en la vida real:
Los primeros intentos de clonación se realizan en 1938, cuando el alemán Hans Spemann lleva a cabo una serie de experimentos destinados a retirar el núcleo de una célula extraída de un embrión de rana (animal elegido porque sus óvulos son de gran tamaño) y transpantarlo a un óvulo, sin obtener resultados. Posteriores trabajos con embriones de rana lograrían en 1952 la implantación del núcleo en un un embrión que no se desarrollaría y la obtención en 1970 de renacuajos que no llegarían a la edad adulta.
Los trabajos con mamíferos serían más tardíos. En 1978 hubo el anuncio del nacimiento de un ratón clonado por transferencia nuclear de células embrionarias, si bien se acusó a los investigadores de haber falsificado sus resultados.
En 1984 se consigue la primera clonación de un mamífero, en concreto una oveja duplicada a partir de células embrionarias. En 1994 se obtiene una nueva clonación, esta vez se trata de cuatro terneros a partir de células embrionarias, si bien procedentes de un embrión en un estado de desarrollo avanzado.
La primera clonación de un mamífero adulto se anuncia en enero de 1997 cuando el escocés Ian Wilmut anuncia el nacimiento de la oveja Dolly, obtenida a partir de una célula adulta extraída de la ubre de una oveja.
Desde entonces, varias decenas de animales más han sido clonados, si bien parecen existir algunos problemas relacionados con el proceso. Los animales obtenidos, aunque comparten el ADN del individuo original, presentan un mayor crecimiento y, aparentemente, un envejecimiento acelerado.
La clonación en la ciencia ficción:
A pesar de las posibilidades terapéuticas de las técnicas de clonación, el puntod e vista de la ciencia ficción ha sido generalmente negativo, alertando de las posibilidades más inquietantes de este proceso.
La primera referencia a algo similar la encontramos en Un mundo feliz (Aldous Huxley, 1932) si bien no se trataba de clonación tal y como hoy la entendemos, ya que no se clonaban seres ya existentes, sino que se subdividían embriones hasta un número máximo de ocho. Pese a ello, dado que los seres son genéticamente idénticos, podemos considerar que esta novela es pionera afrontando el tema, siendo incluso anterior al descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN por parte de Watson y Crick en 1953,
En los años setenta se produce un interés por las posibilidades de la genética. En esa década se escribieron una buena porción de las grandes novelas de ciencia ficción centradas en el tema de la clonación, como La quinta cabeza de Cerbero (Gene Wolfe, 1972), La guerra interminable (Joe Haldeman 1974), Los niños del Brasil (Ira Levin 1976) que fue llevada al cine, Y mañana serán los clones (John Varley, 1977)...
Una de las primeras novelas en abordar la psicología de la clonación es Las doce moradas del viento (Ursula K. Le Guin, 1975). En es ta obra el protagonista es un explorador, único superviviente de un grupo de diez. Según el argumento, los exploradores son creados clónicos debido a que, siendo genéticamente idénticos, sus reacciones ante una misma situación son similares, lográndose así una mayor compenetración. Pese a comete un grave error: la mitad de los clones de cada grupo es hombre, y la otra mitad mujer cuando, si son genéticamente idénticos, todos deberían tener el mismo sexo.