Bliss (Muse)
Bliss (Muse) | |
---|---|
Director del vídeoclip: | David Slade |
Autor de la canción: | Muse |
Álbum: | Origin Of Symmetry |
Primera emisión: | 23 de julio de 2001 |
Vídeoclip: | Videoclip en YouTube |
Otros datos: | Productora: Bullet Films Fotografía: Jo Willems Ficha del video en Muse wiki |
David Slade (2001)
Bliss es una canción de la banda inglesa de rock alternativo Muse, para la cual hizo un vídeo musical David Slade.
El vídeo es una fantasía futurista que sirve como metáfora de los sentimientos expresados en la letra de la canción.
El protagonista (inevitablemente, Matt Bellamy) se encuentra en un trampolín colocado sobre un foso de decenas de metros de diámetro que atraviesa una enorme estructura que flota en el espacio. Podemos observar que la estructura es realmente gigantesca y de aspecto artificial; el cielo de fondo es negro y del foso parece surgir una corriente de aire. Matt se deja caer en el interior del foso y empieza la música.
La caída se prolonga durante varios minutos y podemos observar que en realidad el hueco se corresponde con una especie de patio interior con balcones cada cierto tiempo desde los cuales los restantes miembros de la banda observan la caída.
Finalmente, el aparente suicida cruza toda la estructura, surge al otro lado y continua en línea recta hacia una brillante nebulosa que parece ser el verdadero atractor gravitatorio, en la cual termina por sumergirse y disolverse a medida que se atenúa la música, sugiriendo que la luz es la metáfora de esa felicidad, ese gozo (bliss) al que hace referencia la canción.
En esta obra podemos encontrar diversas influencias estéticas, desde las formaciones estructurales del principio similares a las mostradas en el Krypton de la película Superman (1978), pasando por el surgimiento y expulsión al espacio exterior emulado de una escena de Dark City (1998), hasta al final del viajero del espacio flotando en inercia que recuerda a algunas películas de astronautas perdidos, como podría ser Dark Star (1974) e incluso el videoclip de Lenny Kravitz dirigido por Michel Gondry, Believe (1993), inspirado a su vez en 2001, una odisea espacial (1968), de Stanley Kubrick.
En definitiva, un producto conjunto (música e imágenes) muy dinámico y pegadizo, repleto de referencias que el espectador tiene asumidas ya en su inconsciente, lo que hace que la videofórmula funcione perfectamente.