Diferencia entre revisiones de «Awlo de Ulm»
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Revisión de 17:44 11 dic 2008
| Awlo de Ulm | |
|---|---|
| Autor: | S.P. Meek |
| Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
| Datos de primera publicación(1): | |
| Título original: | Awlo of Ulm |
| Revista o libro: | Amazing Stories |
| Editorial: | {{{Editorial}}} |
| Fecha | Septiembre de 1931 de {{{Año}}} |
| Publicación en español: | |
| Publicaciones(2): | La edad de oro de la ciencia ficción |
| Otros datos: | |
| Saga: | Relato independiente |
| Premios obtenidos: | No se le conocen |
| Otros datos: | No hay otros datos |
| Fuentes externas: | |
| Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
| ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
| Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
| Notas: | |
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S.P. Meek ({{{Año}}})
S.P. Meek (1931)
Este relato es la continuación de Submicroscópico.
En el relato anterior, el héroe había logrado inventar un aparato que reducía su tamaño a escala submicroscópica. Al ser reducido descubre un mundo en el que un pueblo es atacado por una raza de seres apenas humanos. Por supuesto, salva a los humanos de los monstruos y se casa con la dama en apuros, que es también princesa. Sin embargo, al final del relato el héroe es traicionado y la dama secuestrada.
En esta segunda entrega el héroe regresa al mundo submicroscópico para descubrir una nueva nación que oprime a su pueblo. Si en Submicroscópico estaban amenazados por seres horribles y medio animales, en este relato son esclavizados por una raza de ojos rasgados, traidora y altamente tecnificada que, por supuesto, es vencida por el héroe.
Al igual que en Submicroscópico, el relato es sumamente racista. Si en Submicroscópico los malvados eran semianimales de piel negra, en Awlo de Ulm lo son seres de piel cetrina y ojos rasgados, inteligentes pero traidores y crueles. El héroe, por el contrario, es blanco, rubio y atlético y, si vence, no es tanto por su inteligencia y habilidad (aunque sea sobradamente inteligente y hábil) como por la potencia de sus músculos y la superioridad de sus armas.
De esta forma, el relato resulta remarcable no por una originalidad o calidad (que no tiene), sino por ser un claro ejemplo de los prejuicios de una época.
