V de vendetta (Película)

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Nota: Este artículo se refiere a la película de 2005. Para otros usos ver V de vendetta.

V de vendetta (Película)
Ficha técnica
Título original: V For Vendetta
Nacionalidad: EE.UU.
Estreno 1: 11 de diciembre de 2005
Duración: 132 min.
Ficha artística
Dirección: James McTeigue
Guión: Alan Moore, David Lloyd (comic), Andy Wachowski, Larry Wachowski (adaptación)
Producción: Joel Silver, Andy Wachowski, Larry Wachowski
Fotografía: Adrian Biddle
Música: Dario Marianelli
Reparto: Natalie Portman, Hugo Weaving, Stephen Rea, Stephen Fry, John Hurt
Información suplementaria
Otros datos: No hay otros datos
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

James McTeigue (2005)

Se trata de la adaptación al cine de la novela gráfica que Alan Moore y David Lloyd realizaron a lo largo de diez números desde 1982 a 1988.

La trama:

La acción tiene lugar en un futuro Londres distópico. Por lo que se nos transmite, a principios del siglo XXI, ante la amenaza del terror, los ciudadanos confiaron en lideres y políticas que sacrificaron la libertad en favor de la seguridad. El resultado es un estado opresivo en el que el individuo carece de libertades.

La acción comienza la noche que da comienzo el 5 de noviembre. Evey (Natalie Portman) es asaltada en plena noche por un grupo de hombres que resultan ser miembros de cuerpos de seguridad. A punto de ser violada, es salvada por un misterioso enmascarado que la lleva a ver cómo las bombas que ha preparado destruyen el Old Bailey.

Al día siguiente los medios de comunicación tratan de maquillar la destrucción, asegurando que fue parte de una demolición controlada. Sin embargo, el misterioso enmascarado asalta la televisión y convoca a todos los ciudadanos a manifestarse el 5 de noviembre del año siguiente.

La película narra ese año, mostrando cómo V va eliminando líderes políticos siguiendo una venganza personal, al mismo tiempo que va sembrando el caos, preparando la caída del Gran Lider.

Políticamente incorrecta:

En el marco de la película, para garantizar las libertades individuales y oponerse a gobiernos que actúan contra la voluntad de sus ciudadanos, el terrorismo y la subversión son medios perfectamente válidos.

Por otra parte, la película es claramente homofílica, presentando numerosos alegatos e favor de la homosexualidad y en contra de la represión sexual del individuo por parte del gobierno.

Ya desde el principio, se nos presenta que los Estados Unidos han caído en decadencia y se hace una mención expresa a "la guerra que comenzaron".

Además, se critica muy seriamente la unión entre Iglesia y Estado, a la vez que se presenta a líderes religiosos como hipócritas corruptos y pedófilos.

Todo esto hace de esta película algo políticamente incorrecto que jamás esperaríamos ver después del 11-S.

El personaje de V:

Pero, sin duda, el mayor acierto de la película es el propio V, un personaje muy teatral, al gusto de Alan Moore, interesante, enigmático, refinado y bastante perturbado, lo que no merma atractivo a su papel.

Sus ropajes son negros y posee unas características casi divinas en tanto que conoce todas las debilidades de sus víctimas por muy secretas que parezcan. Puede aparecer en cualquier momento y lugar sin que los mayores sistemas de seguridad puedan detenerle o detectarle si no lo desea, parece invulnerable e invencible y nada le es imposible si es su voluntad llevarlo a cabo, pudiendo forjar el carácter y transformar la voluntad de las personas si así lo desea. El hecho de que en ningún momento se quite la máscara le priva de rostro individual y lo hace casi inhumano.

Pero el protagonista de la obra no es ningún personaje en particular, ni V ni Evey. V de vendetta se puede considerar una obra coral en la que todos desempeñan un papel de apoyo a la historia: una advertencia sobre nuestro presente.

En relación al cómic:

La pretensión de incluir en el film demasiados acontecimientos reflejados en el original puede haber hecho algo de daño al ritmo de la obra.

Numerosas escenas iniciales son excesivamente esquemáticas, requiriendo del espectador la asunción de clichés o el previo conocimiento del cómic, lo que contrasta fuertemente con la estética rica y cuidada que conforma el aura del personaje principal, V. El personaje que más sufre por este esquematismo es la chica, Evey, interpretada por Natalie Portman, todo un desperdicio de sus aptitudes interpretativas.

Pero nada más hay que decir de negativo de esta obra, que en todos los demás aspectos parece haber renovado satisfactoriamente el mensaje del cómic original.

No parece ser esta, sin embargo, la idea de Alan Moore, quien no quiso verse vinculado con la película y, de hecho, no aparece en los créditos.

Según Moore, la película desvirtúa el mensaje original, que era una respuesta al régimen de Margaret Tatcher. En la novela gráfica el gobierno fascista llega al poder por la apatía del pueblo y V pretende instaurar una anarquía. En la película, sin embargo, el fascismo llega al gobierno mediante falsos ataques terroristas y, según Moore, representa más la política estadounidense, enfrentando el liberalismo y el neoconservadurismo.

Reflexiones acerca de nuestro mundo:

Estamos viendo en estos tiempos que los medios de comunicación son manipulados con mayor o menor evidencia para mostrarnos un mundo repleto de peligros: armas de destrucción masiva, inmigración y terrorismo provenientes de culturas diferentes a la nuestra y que parecen odiarnos; desempleo, violencia callejera y violencia en las aulas como el paquete de amenazas internas; amenazas económicas e incluso enfermedades provenientes de países lejanos... ¡desmembramiento del país!

Se está sustituyendo el "estado de bienestar" con el que nos gustaba sentirnos identificados por un "estado de miedo" mediante el cual se intuye que nos están coaccionando para que cedamos parte de nuestras libertades individuales en busca de un estado fuerte que nos proteja de estos peligros con los que nos atemorizan.

Invadir un país con la excusa falsa de que posee armas de destrucción masiva es inmoral y la ciudadanía que consiente o no castiga tal proceder participa de la inmoralidad de la acción.

Ilegalizar partidos políticos (al margen de si es legítimo o moral hacerlo) es una práctica peligrosa por el inquietante precedente que supone de limitación de la libertad de expresión.

Demonizar a los inmigrantes, minorías étnicas o religiosas puede no tener consecuencias inmediatas, incluso dudosos beneficios a corto plazo; pero ha de abrirnos los ojos: Su desaparición no traerá una época dorada de bienestar social y bonanza económica. Y entonces, ¿sobre quién recaerán las culpas? ¿quién será el siguiente? ¿Enfermos de cáncer debido al tabaquismo? ¿Los desempleados? No es ninguna tontería: la eliminación de las ayudas sociales (o de las personas necesitadas de ayudas sociales como la seguridad social o el subsidio de desempleo) ahorraría mucho dinero al Estado, y la desaparición de estos colectivos eliminaría los conflictos inherentes a los mismos.

Pero siempre habrá más conflictos, y entonces ¿quién pagará los platos rotos?, ¿quizás tú que llevas gafas, o tú con asma?

Poco a poco, imperceptiblemente, cedemos poder al Estado impulsados por el miedo, atraídos por la comodidad de que alguien piense por nosotros, de no tener que luchar. Nos diluimos en la masa. Puede que un día nos despertemos con la sensación de que nos ahogamos en medio de tanta regularización y prohibición "por nuestro bien".

El tema había sido abordado otras veces, parece esta una amenaza de la que nunca nos vamos a librar: Un mundo feliz de Aldous Huxley (1932). 1984 de George Orwell (1948). Fahrenheit 451 de Ray Bradbury (1950). La naranja mecánica de Anthony Burgess (1962)... Pero después de un tiempo en el que el optimismo social había apartado este tema de nuestras mentes, parece que existen personas que vuelven a ver indicios de este peligro y con su obra pretenden advertirnos.

Premios:

Obtenidos:

  • 2006: Premio Especial del Festival Internacional de Cine Brothers Manaki a Adrian Biddle
  • 2006: Premio del San Diego Film Critics Society al mejor diseño de producción
  • 2006: Premio Scream a mejor película de ciencia ficción
  • 2007: Premios Saturn a mejor actriz
  • 2007: Premio Prometheus en categoría especial

Finalista:

  • 2006: Premio Scream a mejor adaptación del cómic a la pantalla
  • 2006: Premio Scream a mejor interpretación heroíca a Hugo Weaving como V
  • 2006: Satellite a la mejor dirección artística
  • 2006: Satellite a mejores efectos visuales
  • 2006: Premio CFCA (Chicago Film Critics Association) al director más prometedor
  • 2006: Premio Internacional del Instituto de Cine Australiano al mejor actor
  • 2007: Premios Saturn a mejor película de ciencia ficción
  • 2007: Premios Saturn a mejor guión
  • 2007: Premios Saturn a mejor vestuario
  • 2007: Premio Hugo a mejor representación dramática
  • 2007: Art Directors Guild
  • 2007: Premios VES por los modelos y miniaturas
  • 2008: Premio Nebula de 2007 a mejor guión