Sueños de interfaz
Sueños de interfaz | |
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Autor: | Vladimir Hernández |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Sueños de interfaz |
Revista o libro: | Premio UPC 2003 |
Editorial: | Ediciones B Colección Nova ciencia ficción nº170 |
Fecha | de 2004 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Premio UPC 2003 |
Otros datos: | |
Saga: | |
Premios obtenidos: | Premio UPC (Mención especial) |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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Vladimir Hernández (2004)
Una breve historia de aventuras en un entorno distópico y ciberpunk.
Tabla de contenidos
Premisas:
Roy, el protagonista, es un antiguo militar, retirado cuando la tecnología de sus implantes quedó obsoleta. Mediante un programa de interfaz inserto en su conciencia como un sub-cerebro, manejaba un helicóptero de forma que podía sentir el aparato como una prolongación de su propio cuerpo. Como se ha dicho, tras unos años en la brecha, esa tecnología fue superada y el ejército lo retiró con una jugosa paga. Desde entonces Roy vive desubicado, su interfaz de piloto ansiosa por volver a conectarse le produce un síndrome de abstinencia, una especie de vacío en el que le resulta difícil compartir emociones.
La novela:
Vladimir Hernández plantea un personaje interesante, utilizado y desechado cuando ya no era útil, pero que a pesar de todo ha tenido suerte cuando se le compara con el entorno degradado de las masas menos favorecidas por los avances técnicos.
Sin embargo, quizás la limitada extensión de la novela corta no le permite desarrollar satisfactoriamente tan prometedor planteamiento. Pronto, las premisas ciberpunk se transforman en un simple entorno de una trepidante aventura de corte tradicional y previsible. Extraños en problemas que necesitan protección, escenas de lucha impactantes, muerte de seres queridos, personajes que surgen ad hoc e incluso un par de veces el recurso deus ex machina.
Mención aparte merece el registro narrativo utilizado. Con frecuencia es demasiado rebuscado para pretender reflejar los pensamientos de un soldado, y a veces se hace difícil de seguir con frases realmente largas y saturadas de metáforas y adjetivos. También cae en el abuso de la jerga tecnófila, con la curiosa inclusión continua de numerosas marcas comerciales.
No se sabe si este uso superlativo es un intento de imitación de otras obras cumbre del género, como Neuromante, o si incluso es una manera de determinar la manera de ver el mundo del protagonista. Una vez más, lo reducido del relato no permite dilucidar si es un acierto a medio conseguir o un defecto, pero quizás hubiera sido preferible que el autor hubiera simplificado sus expresiones para salvaguardarse de esta duda.
El resultado:
En el lado positivo, la gran imaginación y fuerza con la que Vladimir plasma el escenario. La trama, como ya se ha dicho, es previsible, pero un buen armazón para una aventura trepidante y fácil de leer.
En el lado negativo, personajes y situaciones demasiado tópicos (que no molestan la lectura) y un lenguaje demasiado floreado en ocasiones.
En conjunto, una obra amena con varios puntos de interés.
Premios:
Obtenidos:
- 2003: Premio UPC de novela corta (Mención especial)
Finalista:
- 2004: Premio Ignotus