Subgéneros de ciencia ficción

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Un subgénero es un conjunto de obras con características comunes (la temática que abordan, las premisas -o tópicos, o estereotipos...- que emplean, los escenarios en que se desarrollan...) que permiten agruparlas entre sí y diferenciarlas de otras. Es decir, un subgénero es un conjunto de obras cuyas similitudes hacen que el receptor las identifique como un grupo coherente diferenciado de otros grupos también coherentes.

La principal ventaja de esta primera clasificación es que, al fijarse en los aspectos más evidentes de cada obra, resulta la más sencilla e intuitiva.

Como desventaja hay que señalar que se trata de un método muchas veces superficial y siempre incompleto, ya que siempre habrá obras de características particulares y anómalas que no puedan ser incluidas dentro de ningún subgénero definido.

Una segunda desventaja, quizá la más remarcable, es que la ciencia ficción invita a la imaginación planteando una multitud de escenarios y premisas muy diferentes. De esta forma, obras que, en esencia, son muy similares (por ejemplo, La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977), Megamind (Tom McGrath, 2010), Atlantis: El Imperio Perdido (Gary Trousdale, Kirk Wise, 2001)... todas ellas destinadas al entretenimiento) muestran características temáticas muy distintas que permiten clasificarlas en subgéneros diferentes (en concreto, y para los ejemplos anteriores, Space Opera, superhéroes y steampunk). De esta forma, aunque externamente sí hay una diferenciación, ésta no es tal al analizar la estructura interna de la obra.

Existen múltiples subgéneros, algunos de los cuales tienen sus propios subgéneros (como el steampunk, subgénero de las uronías) o que se entrecruzan en obras híbridas.

Los que se enumeran a continuación son algunos de los más frecuentes e importantes, pero no los únicos existentes.

Ciencia ficción dura:

Artículo principal: Ciencia ficción dura

Se conoce como ciencia ficción dura a la rama de la ciencia ficción, que trata con total rigor la ciencia y la tecnología, a menudo en detrimento de la calidad narrativa o de la profundidad de los personajes.

Tiene su origen en las llamadas "novelas científicas" de autores como Julio Verne, que pretendían con ellas divulgar y popularizar conocimientos y avances científicos, y ha sido un subgénero muy popular e influyente, al que se han dedicado autores tan reconocidos como Arthur C. Clarke o Larry Niven.

Suelen ser autores con formación e intereses científicos antes que literarios, lo que ha contribuido a que las obras hard sean más pobres desde el punto de vista artístico. Buen ejemplo de ello serían obras como Cita con Rama o Mundo Anillo (Larry Niven, 1970), en las que la trama queda totalmente relegada a la descripción rigurosa de un escenario imaginario e inusual (se trata de las llamadas Big Dumb Object -gran objeto estúpido- o BDO por sus iniciales en inglés).

Pese a ello, existen obras remarcables, como la trilogía de Marte de Kim Stanley Robinson o Criptonomicón (Neal Stephenson, 1999), que van más allá de la simple exhibición de conocimientos científicos y abordan temas sociales o económicos con personajes creíbles que evolucionan a lo largo de la obra.

Space Opera:

Artículo principal: Space Opera
Artículo relacionado: Pulp

Se denomina Space Opera a la rama de la ciencia ficción compuesta por historias de aventuras espaciales en escenarios grandiosos: veloces naves espaciales, imperios galácticos, batallas épicas... y destinada tradicionalmente a un público adolescente.

Su origen se encuentra en las revistas pulp de los años '20 y '30, publicaciones que solían tener una escasa calidad literaria y cuya temática era, principalmente, de aventuras y evasión. Sus argumentos eran sencillos, sin mayores pretensiones que el entretenimiento, y los protagonistas solían estar basados en arquetipos bien fundados y reconocibles. En definitiva, eran obras para el consumo rápido en las que ni el autor ni el receptor buscaban ninguna profundidad literaria.

Los esquemas básicos de la Space Opera quedaron fijados en 1928 en Skylark of the Space de E.E. Smith publicada en español como La estrella apagada. La nueva ola trajo consigo nuevos temas e inquietudes a la ciencia ficción y la Space Opera se adaptó a ellos con obras de pretensiones más ambiciosas, de tal forma que en la actualidad se pueden disfrutar buenas obras literarias, como Crónicas del multiverso (Víctor Conde, 2005).

Sin embargo, aunque la actual calidad de la ciencia ficción se puede equiparar a la de cualquier otro género literario y a pesar del amplio abanico de intereses que abarca, hoy en día, muchos siguen identificando la ciencia ficción con aquella Space Opera de los años ’30.

Ucronía:

Artículo principal: Ucronía

La Ucronía es una rama de la ciencia ficción que especula acerca de las consecuencias de la alteración de un hecho histórico concreto. Por ejemplo, ¿qué habría pasado si el Imperio Romano hubiera pervivido hasta nuestros días (Roma eterna, de Robert Silverberg, 2003)?

Dado que el rasgo principal de la ucronía es la alteración de la línea temporal, entre las inquietudes que puede tratar cabe cualquier posibilidad, desde la elucubración histórica más o menos rigurosa (Fuego sobre San Juan) o la crítica y descontextualización de nuestra sociedad (Tiempos de arroz y sal, de Kim Stanley Robinson, 2002) o, incluso, un simple divertimento.

Dentro de esta última posibilidad se podría citar buena parte de todo un subgénero ucrónico, el steampunk. Este subgénero no plantea un punto Jonbar concreto, pero sus características básicas son la estética de la sociedad británica en la época victoriana mezclada con máquinas de vapor sobredimensionadas y hasta una informática no binaria basada en mecanismos de ruedas dentadas. Sería una forma de retrofuturismo: el futuro tal y como lo habría imaginado Julio Verne.

Una de las características de este subgénero es su notable atractivo estético. Por esto, aunque hay obras literarias notables como La máquina diferencial (William Gibson y Bruce Sterling, 1990), es especialmente llamativo en medios visuales como La liga de los hombres extraordinarios (Alan Moore y Kevin O`Neill, 1999) o Steamboy (Katsuhiro Otomo, 2004).