Sin noticias de Gurb
Sin noticias de Gurb | |
---|---|
Autor: | Eduardo Mendoza |
Otros títulos: | No se le conocen |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Sin noticias de Gurb |
Revista o libro: | El País |
Editorial: | Seix Barral |
Fecha | marzo de 1991 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Sin noticias de Gurb |
Otros datos: | |
Saga: | No pertenece a ninguna saga |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | No hay otros datos |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
|
Eduardo Mendoza (1991)
Las premisas:
Sin noticias de Gurb es una novela corta cómica de Eduardo Mendoza que originalmente apareció publicada por entregas en el periódico El País, a modo de folletín. La primera entrega fue el 1 de agosto de 1990 y su publicación estaba planificada para ser diaria, imitando en estilo el informe o diario de un extraterrestre (de nombre desconocido) que está buscando a su compañero Gurb, perdido en la Barcelona previa a los Juegos Olímpicos del 92.
Tanto Gurp como el protagonista son formas puras de energía capaces de tomar la apariencia de cualquier ser humano para tratar de pasar desapercibidos. Eso hace muy difícil la búsqueda, al tiempo que propicia encuentros que tienden a lo surrealista.
La novela:
La intención evidente y declara de Mendoza en esta obra era hacer algo ligero pero con vocación crítica, inspirado en las fábulas morales del tipo Los viajes de Gulliver (Jonathan Swift, 1726) antes que una novela de ciencia ficción. El personaje del extraterrestre sirve para introducir un elemento de extrañamiento que permita diseccionar algunas costumbres humanas desde una perspectiva menos condicionada.
La técnica narrativa utilizada -el informe o diario- hace muy ágil la lectura y se ajustaba bien al propósito de Mendoza de escribir con rapidez para ajustarse a los plazos demandados por el periódico, al tiempo que tomaba de manera natural la forma de un folletín.
El resultado es una obra corta, rápida e ingeniosa; un divertimento que el propio Mendoza no creía publicable pero que, quizás justamente por ser un divertimento ligero, es la obra más exitosa del autor.