Ready Player One (Película)

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Nota: Este artículo se refiera a la película de Steven Spielberg. Para otros usos ver Ready Player One.

Ready Player One (Película)
Ficha técnica
Título original: Ready Player One
Nacionalidad: EE.UU.
Estreno 1: 11 de marzo de 2018
Duración: 2 h. 20 min.
Ficha artística
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Zak Penn, Ernest Cline (Basado en la Novela homónima de Ernest Cline
Producción: Donald De Line, Dan Farah, Kristie Macosko Krieger, Steven Spielberg
Fotografía: Janusz Kaminski
Música: Alan Silvestri
Reparto: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Lena Waithe, Philip Zhao, Win Morisaki, Ben Mendelsohn, Hannah John-Kamen, T.J. Miller, Simon Pegg, Mark Rylance
Información suplementaria
Otros datos:
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

Steven Spielberg (2018)

Se trata de la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Ernest Cline, dirigida por Steven Spielberg..

Las premisas:

La acción tiene lugar en un distópico 2045 en el que la mayor parte de la población vive en la pobreza y todos se evaden en un escenario de realidad virtual llamado "Oasis". Oasis es la creación de James Halliday, un genio de la informática y obseso por la cultura pop de los '80 que imagino una forma de paraíso digital basado en el juego.

Al comienzo de la película Halliday lleva años fallecido. En su testamento reveló que había escondido tres llaves en Oasis y que quien las consiguiera sería el heredero de sus acciones en la compañía que creó. Tan apetecible herencia disparó la búsqueda de las llaves pero, a fecha del comienzo de la historia, nadie ha encontrado ninguna.

El protagonista es, Wade Watts, un joven que vive en un barrio marginal, Las Torres, compuesto por caravanas apiladas en toscas estructuras de metal. Su entorno familiar (la hermana de su madre fallecida y los sucesivos amantes de ésta) es un desastre, por lo que en el mundo real tiene un refugio secreto escondido en un montón de chatarra desde el que accede a su verdadero refugio: Oasis, donde se hace conocer como Parzival.

Como no podía ser menos, Parzival resulta ser el descubridor de la primera llave de Halliday, lo que le convierte en el centro de una trepidante acción de búsqueda de las siguientes llaves.

La película:

La película es un nuevo regreso de Spielberg al cine de ciencia ficción más juvenil, casi infantil, muy alejado de otras obras de enfoque mucho más interesante y maduro, como Inteligencia artificial (2001), Minority Report (2002) o La guerra de los mundos (2005).

Las premisas y su desarrollo (el mismo que en la novela original) es el típico de las obras juveniles: el joven inadaptado que, sin embargo, es especial y consigue salir victorioso gracias a aquello que le hace diferente... y aquí reside una de las singularidades de la película (que arrastra de la novela de Cline): el "poder especial" de Wade/Parzival es su conocimiento enciclopédico de la cultura pop de lo '80, aquella que entusiasmaba a Halliday, pero los entusiastas de los '80 son a fecha de estreno de la película cuarentones y cincuentones a los que se les supondría una madurez que el guión no tiene. Así, el público no son los jóvenes de 2018 (a quienes los '80 les deben parecer prehistoria) ni los adultos maduros (a los que el guión les debe parecer demasiado simple), sino los adultos inmaduros que no han superado su adolescencia.

Como cabe esperar de un guión juvenil, casi infantil, los personajes son estereotipos planos y sin desarrollo, y las situaciones y premisas tienen tantos agujeros lógicos e incoherencias que ponen a prueba la suspensión de la incredulidad de cualquier espectador maduro (independientemente de su edad). Spielberg no se digna a establecer unas premisas que permitan un mínimo pacto de ficción entre él y sus espectadores, sino que intenta introducirlos en la trama noqueándolos desde el principio con una espectacular exhibición de pirotecnia y fanfarria digitales que los aturden, logrando no tanto una inmersión como un secuestro.

Si algo hay que reconocer a la película, es la alta calidad de sus efectos visuales y su nivel de detalle y apariencia de realismo, incluso cuando no tratan de imitar la realidad sino la imitación de realidad que es Oasis.

Otro de los aspectos positivos de la película son los saltos en los que la que la trama pasa de Oasis al mundo real. Los protagonistas saltan de un escenario al otro de forma fluida, en una narración continua en la que la trama puede tener lugar en paralelo entre ambos escenarios.

Pese a todo, el virtuosismo técnico de los equipos de efectos digitales y ciertas pinceladas de corrección narrativa no son suficientes para salvar el desvarío argumental y el constante abofeteo visual que es la película.