Profesión
Profesión | |
---|---|
Autor: | Isaac Asimov |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Profession |
Revista o libro: | Astounding Science Fiction |
Editorial: | Street & Smith Publications, Inc. |
Fecha | Julio de 1957 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Nueve futuros |
Otros datos: | |
Saga: | |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
|
Isaac Asimov (1957)
En el sexto milenio, la educación de los futuros profesionales se inculca en una sola tarde, todos los conocimientos necesarios vertidos directamente en la mente del educando una vez que éste ha cumplido dieciocho años. Primero se le evalúa su aptitud mental para absorber según qué tipo de conocimiento, y en ese mismo momento se decide su profesión.
George Platen quiere ser programador informático, un puesto de elite que le permitirá viajar a alguno de los mejores de los 1500 mundos colonizados. Sin embargo, durante la evaluación de sus aptitudes, se descubre que George es incapaz de adquirir conocimientos de forma inducida. De tal forma, su mente no puede ser impresa para desempeñar ninguna profesión convirtiéndose en una especie de paria que vive de la beneficencia del Estado.
No es el primer relato de Asimov que aborda el tema de la educación, y en concreto, el de la educación especializada; pero sí es uno de los que mejor muestra su opinión o su sentir al respecto.
La especialización es inevitable, parece querer decir, incluso es necesaria. Pero no debe ser universal. La excesiva especialización empobrece la visión global del individuo, que puede terminar por ser incapaz de integrar conocimientos fuera de su especialidad, o de relacionarlo con conocimientos de otras áreas.
El protagonista del relato, George, también puede ser considerado como uno de los estereotipos del Gran Maestro. A través de él, Asimov trata el tema de la superdotación y de las cualidades intelectuales que se resisten a ser cuantificadas, ese sentido para encontrar lógica en sistemas aparentemente inexplicables, o la naturaleza de la creatividad.
Posiblemente, el excepcional intelecto del buen Doctor, su también excepcional curiosidad y hambre de los conocimientos más diversos, fueron determinantes para que escribiera relatos así. Lo que también podría hacer reflexionar al lector acerca de la opinión que la mayoría aquiescente, movida por impulsos automáticos y sin capacidad de crítica, le merecía,