Pistola de rayos

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Una pistola de rayos sería un arma de energía dirigida, es decir, que no dispara proyectiles convencionales sino cuyo objetivo es transferir energía al objetivo.

Las armas energéticas pueden ser de varios tipos según la energía utilizada: electromagnéticas (máser, láser...), partículas con masa (plasma, rayos de protones...), armas sónicas, lanzallamas...

Habitualmente, cuando se habla de una pistola de rayos nos estamos refiriendo a los dos priemros casos: rayos de energía electromagnética o rayos de partículas.

La pistola de rayos es un arma muy habitual en la ciencia ficción, especialmente en las historias pulp de la primera mitad del siglo XX y en la Space Opera.

Teóricamente, estos rayos son invisibles al ojo humano, tales como fotones o protones, pero por razones estéticas se les ha solido asociar la imagen de un haz luminoso, normalmente rectilíneo, que surgía desde la boca de la pistola hasta el objetivo.

Existen tecnologías que permitirían fabricar algunas de ellas hoy en día, pero su alto consumo energético las hace poco eficientes.

Cronología y tipos:

Aunque se suele suponer que las pistolas de rayos se corresponden con rayos láser, hay que tener en cuenta que tal ingenio no se desarrolló hasta finales de los años cincuenta, cuando el pulp ya llevaba décadas imaginando mortíferos rayos portátiles.

Rayo calórico:

El rayo calórico de la novela de H.G. Wells, La guerra de los mundos (1898), puede ser considerado el antecedente de las armas de rayos dentro de la ciencia ficción.

El artefacto imaginado por Wells es, en realidad, notablemente sencillo. Se trata de una simple caja donde se genera la energía y que es lanzada como un rayo calorífico, de naturaleza fotónica, mediante el uso de un espejo parabólico. El rayo es invisible y lo único que se percibe de él es un destello al ser disparado y sus devastadores efectos incineradores.

Curiosamente, el rayo calórico tiene un antecedente real en el conjunto de espejos diseñados por Arquímedes para repeler la invasión de Siracusa de la flota romana.

Teleforce:

Nikola Tesla (1856–1943) trabajó a principios del siglo XX en el diseño de un arma de rayos, a la que llamó teleforce, que según él, tenía capacidad para matar a millones de personas.

Fue mencionado publicamente, por primera vez, el lso periódicos New York Sun y New York Times el 11 de julio de 1934.

Según Tesla, se trataba de un proyector de rayos de partículas cargadas. La energía necesaria la suministraba un generador de Van de Graaff y los proyectiles eran partículas de tugteno o de mercurio, aceleradas hasta una velocidad 48 veces la del sonido.

Hayq ue decir que Tesla imaginaba este teleforce como un arma defensiva, ya que requería de un suministro ele´ctrico que sólo podía ser proporcionado por una planta eléctrica estacionaria, algo así como una batería antiaerea.

El invento de Tesla, a pesar de no haber sido desarrollado, abría las puertas a la imaginación.

Maser:

Artículo principal: Máser (Arma)

El máser sería el primer rayo energético desarrollado por la tecnología humana, en 1953, por lo que su influencia en las obras de ficción sería crucial, aunque quedaría rápidamente olvidado a causa del mucho más espectacular láser.

Una pistola máser produciría un rayo incoloro.

Laser:

Artículo principal: Láser

El láser representa un antes y un después en la imaginación de estos rayos mortíferos, al tratarse del primer rayo energético que parecía poseer color (aunque no en el vacío, por supuesto), algo muy apreciado en las ilustraciones de portada de las revistas de ciencia ficción. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no se desarrollo en laboratorio hasta finales de la década de los años 50'.

La pistola de rayos láser llegó a convertirse en un clásico, primordialmente en la ciencia ficción gráfica, tanto en cómic como en las emergentes series de televisión durante los años 70' y 80'. Sin embargo, su carácter portátil ha quedado finalmente relegado a las obras más ligeras, centradas en la aventura. Así, por ejemplo, en Akira, el manga de Katsuhiro Otomo, lo que propone el autor es un arma portátil pero notablemente pesada, un rifle de tamaño similar a un bazoka que lleva aparejado unas voluminosas baterías.

Phaser:

Artículo principal: Phaser

El phaser (máser de fotones) no es otra caso que un láser dentro del universo propio de la saga de Star Trek, que ha recibido este nombre porque el propio láser aún no era demasiado popular.

Hay que hacer notar la tremenda versatilidad del artefacto, capaz de ser utilizado como pistola de rayos, pero también en rangos de actuación muy distintos.

Plasma:

Artículo principal: Plasma

Aunque el plasma es algo mucho más complejo, la idea que ha sustentado su uso como arma de rayos es su visualización como un gas ionizado a altísima temperatura y frecuentemente, también, a altísimas velocidades, cercanas a la velocidad de la luz.

Blaster:

El blaster es el arma típica de la saga de Star Wars, un tipo de arma emparentada con los rayos de plasma.

Su funcionamiento, según el banco de datos oficial de la franquicia, es cuando menos chocante.

Por una parte, al apretar el gatillo se libera un gas explosivo (blaster) en un cámara de conversión, donde es excitado por la energía de la fuente de alimentación del arma. Esto podría producir un disparo de plasma, pero el proceso no para aquí.

El gas excitado es conducido a través de un módulo donde es procesado hasta transformarlo en un intenso rayo de partículas, luego focalizado gracias a un cristal prismático y llevado a una nueva cámara de refinado donde se transforma en la descarga final (bolt).

Adicionalmente, y de manera similar al phaser, el blaster puede ser modulado para producir un variado rango de efectos, de la explosión al mero aturdimiento.

Desintegradores:

En la versión cinematográfica de la La guerra de los mundos (1953), los invasores, a diferencia del libro, poseen una combinación de rayos mortíferos, uno de los cuales es un rayo desintegrador. Los efectos visibles del mismo consisten en que el objetivo, cuando es alcanzado, enrojece hasta que finalmente desaparece, dejando a veces, como únicos restos, un puñado de cenizas.

Un año después, otra película de invasiones extraterrestres, Devil Girl from Mars (1954), nos presentaba a una alienígena mucho más atractiva pero igual de malévola y que poseía, así mismo, una peligrosa arma de efectos aparentemente desintegradores, ya que hacía desaparecer los objetos alcanzados. Sin embargo, la explicación que nos ofrece la tiránica marciana es otra: el rayo, en realidad, lo que hace es enviar al objetivo a la cuarta dimensión


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