Patlabor: la policía móvil

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Patlabor: la policía móvil
Ficha técnica
Título original: Kidô keisatsu patorebâ: The Movie
Nacionalidad: Japón
Estreno 1: 15 de julio de 1989
Duración: 98 min.
Ficha artística
Dirección: Mamoru Oshii
Guión: Kazunori Itô
Producción: Bandai Visual, Headgear
Fotografía: Mitsunobu Yoshida
Música: Kenji Kawai
Reparto: Sin actores
Información suplementaria
Otros datos: Director de animación:
Kazuchika Kise, Koji Sawai
Dirección artística:
Hiromasa Ogura
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

Mamoru Oshii (1989)

Patlabor: la policía móvil es una película de animación japonesa, ambientada en un futuro cercano en el que el uso de robots tripulados para las tareas de construcción (labors) se ha generalizado.

Aunque se suele creer que la película está basada en el manga realizado por Masami Yûki, lo cierto es que la idea original es del propio Mamoru Oshii, quien en asociación con Akemi Takada fundó la compañía Headgear para desarrollar productos sobre los que tuvieran un control completo. Bandai avaló el proyecto, que fue iniciado con la serialización del manga en la revista Shonen Sunday.

Tras el éxito del manga, en 1988 se comenzó con la producción de una serie de OVAs, a razón de uno mensual hasta hacer un total de siete. La película, aunque argumentalmente independiente, es una continuación de estos episodios, lo que afecta a la presentación de los personajes. Un espectador que desconozca los OVA intuirá la existencia de numerosas relaciones previas que no se le han desvelado; sin embargo, debido a la utilización de estereotipos, en realidad este desconocimiento no supone ningún problema.

El argumento:

Una serie de extraños mal funcionamientos en diversos labors trabajando en Tokio ha mantenido muy atareada a la segunda sección de la policía móvil. Los hechos parecen inexplicables, los robots han comenzado a destruir cuanto se ponía a su alcance sin obedecer a los mandos del piloto.

La segunda sección no tarda en sospechar que se trata de algún tipo de sabotaje relacionado con el HSO, el nuevo Sistema Hiper Operativo. Pero, ¿hasta dónde llega el daño y cómo repararlo?

¿Peleas de robots?:

Patlabor no es la típica película de mechas, las peleas entre estos enormes artefactos no son el hilo principal de la obra y de hecho, cuando estos enfrentamientos suceden (uno al principio y otro al final) queda patente que semejantes armatostes pueden ser muy potentes, pero también son lentos y torpes. Nada de volar o saltar. Nos encontramos en realidad, ante un robot auxiliar muy semejante al utilizado en Aliens: El regreso (James Cameron, 1986), lo que puede llegar a hacerlos creíbles como maquinaria de obra.

El peso de la película en realidad recae en la investigación policial. Descubrir qué anda mal es un parte importante de la trama, así como lo es comprender al saboteador, el doctor Hoba, creador del HSO y quien en realidad no aparece en todo el metraje aparte de en la brevísima escena inicial de su suicidio (y aún entonces, sólo vemos su sonrisa).

Resulta curioso cómo el guión está orquestado alrededor de un personaje sin presencia. Es Hoba el auténtico protagonista, y gracias a él, Oshii comienza a desplegar su señas de identidad como director. Hoba es el protagonista de la microescena inicial que tiene notable importancia para los acontecimientos narrados. Así mismo, la investigación del pasado del informático por parte de un detective de la policía propicia las famosas escenas contemplativas con música de Kenji Kawai. Con ellas recorreremos zonas poco comunes de Tokio, arrabales amenazados por el crecimiento urbanita y que pueden dar la clave para entender las motivaciones del sabotaje.

Resultado:

Patlabor es una buena película, ejecutada con una gran calidad técnica en torno a un guión interesante que no cae en la tentación de producir escenas espectaculares que distraigan la espectador de la ausencia de contenido.

Como uno de los primeros trabajos de Oshii, resulta muy notable.

Casi el único punto en contra es ese apoyo en presupuestos anteriores provenientes de los OVA, así como un final poco cuidado, como si la aventura fuera un capítulo más de una serie de televisión. No es que el argumento esté mal rematado, todo lo contrario. Se trata más bien que al anticlímax propio del fin de la acción física (la última pelea de labors), no le sigue una correcta recapitulación de lo ocurrido, que cierre emocionalmente la historia. En lugar de ello, la protagonista se despide del espectador con un alegre ¡hola! dirigido en realidad al helicóptero de rescate. Podía haber sido mejorado.