La isla (Película 2005)

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Nota: Este artículo se refiere a la película de Michael Bay. Para otros usos ver La isla.

La isla (Película 2005)
Ficha técnica
Título original: The Island
Nacionalidad: EE.UU.
Estreno 1: 11 de julio de 2005
Duración: 136 min.
Ficha artística
Dirección: Michael Bay
Guión: Caspian Tredwell-Owen, Alex Kurtzman y Roberto Orci
Producción: Michael Bay y otros para DreamWorks y Warner Bros
Fotografía: Mauro Fiore
Música: Steve Jablonsky
Reparto: Ewan McGregor, Scarlett Johansson, Djimon Hounsou, Sean Bean, Steve Buscemi...
Información suplementaria
Otros datos: No hay otros datos
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

Michael Bay (2005)

Michael Bay es un director de películas de serie B, pero con un impresionante presupuesto para contratar actores de renombre y efectos especiales de altísima calidad. La isla es un ejemplo de esto.

La película:

En el año 2019 es posible clonar a humanos. La gente con dinero se encarga un clon de sí mismo para tener un banco de órganos de total compatibilidad disponible.

Estos clones, que supuestamente se encuentran en estado vegetativo, en realidad están despiertos y se les ha proporcionado unos recuerdos falsos según los cuales el exterior está contaminado. Sólo una isla ha permanecido intacta a la contaminación, un lugar idílico al que todos aspiran ir. De vez en cuando se realiza un sorteo y un afortunado va allí. En realidad, la isla es la sentencia de muerte, pues significa que el patrocinador que encargó el clon lo necesita.

Como no podía ser de otra forma, un avispado joven (Lincoln 6 Echo) empieza a cuestionarse todo esto, lo descubre justo a tiempo de impedir que su novia-amiga (Jordan 2 Delta) sea enviada a la isla, ambos se escapan y terminan destapando todo el tinglado.

Inconsistencias del guión:

Son innumerables y constantes. Bajo la apariencia de ciencia ficción sería se descubre una simple excusa para una película de acción.

A Michael Bay le importan un pimiento las posibles implicaciones éticas de los supuestos que plantea, ni las desarrolla o profundiza en ellas. Los clones existen porque los ricos los pueden pagar y lo único que parece denunciar este director es que a estos clones se les otorguen recuerdos y se les deje vivir una vida medianamente plena durante unos pocos años antes de descuartizarlos. En esta idea tan repulsiva incide con frecuencia.

Pero aparte de la falta de profundidad nos encontramos también con la continua vulneración del sentido común en numerosas situaciones que han sido colocadas para lucimiento de los efectos especiales o para la consecución de una momentánea y anacrónica emoción.

Por ejemplo, para justificar el hecho de tener clones despiertos, junto con toda la parafernalia que implica mantenerlos controlados, otorgarles instalaciones, ropas, recuerdos,,, simplemente nos dicen que los órganos procedentes de un clon vegetativo eran rechazados durante los transplantes. Ridículo.

Más estupideces pseudo-científicas: Para justificar que el protagonista desarrolle curiosidad se inventan que tiene pesadillas con varias imágenes procedentes a partes iguales de recuerdos de su propio despertar de la bolsa amniótica en la que se formó y en parte –atención- procedentes de su patrocinador. Es decir, de alguna forma, a través de la célula de la que le clonaron, el clon hereda recuerdos de su original.

Esta hipótesis dudosa, además, no es necesaria para desarrollar ninguna parte de la trama y sólo es añadida para dar mayor énfasis y crear situaciones de atmósfera tenebrosa. No es la primera obra de ciencia ficción que utiliza la memoria genética como recurso, pero normalmente suele servir para algo más que para justificar una pesadilla.

En general, se observa un desprecio a los detalles. A sólo 14 años de distancia, Michael Bay nos muestra una Norteamérica llena de trenes de levitación magnética (y otros que directamente vuelan a 300 metros de altura en las ciudades), un equipo de intervención de élite capaz de pinchar las omnipresentes cámaras urbanas y que sin embargo no dispone de un satélite para buscar a fugitivos por un desierto yermo, que además va dejando un rastro de muerte y destrucción por toda la ciudad de Los Ángeles sin que se les eche encima equipos antiterroristas militares, cuyos sutiles métodos no van más allá de disparar a discrección hacia la zona donde probablemente se encuentran los fugitivos… unos auténticos chapuceros.

Y en fin, la película prosigue con detalles así hasta el mismísimo final, en el cual, el malo maloso, un científico inteligente que no cree que sus clones sean humanos, se rebaja a pegarse mamporros con el protagonista.

En el lado positivo:

Una fotografía limpia y colorida, unas actuaciones muy decentes y una preciosa Scarlett Johansson. Técnicamente, los efectos especiales son impecables. Ideal para pasar una tarde de palomitas sin querer pensar en cosas muy profundas.

Premios:

Finalista:

  • 2005: Teen Choice a mejor película del verano
  • 2006: Premios Saturn a mejor película de ciencia ficción
  • 2006: Golden Reel a mejor sonido