El incidente

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¡Atención, spoilers!

Aquí se desvelan detalles de la trama y el argumento


El incidente
Ficha técnica
Título original: The Happening
Nacionalidad: EE.UU. / India
Estreno 1: 10 de junio de 2008
Duración: 91 min.
Ficha artística
Dirección: M. Night Shyamalan
Guión: M. Night Shyamalan
Producción: M. Night Shyamalan y otros para Blinding Edge Pictures y otros
Fotografía: Tak Fujimoto
Música: James Newton Howard
Reparto: Mark Wahlberg, Zooey Deschanel, John Leguizamo, Ashlyn Sanchez...
Información suplementaria
Otros datos: Dirección artística:
Anthony Dunne
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

M. Night Shyamalan (2008)

Se trata de una película etiquetada como ciencia ficción en un afán de dar verosimilitud a la premisa inicial. En realidad, una excusa para mostrar, con cierta morbosidad malsana, un extenso catálogo de suicidios más propio de una película de terror fantástico.

La trama:

Central Park, Nueva York. Misteriosamente, la gente que se encuentra en el parque empieza a hablar confuso y suicidarse. Una hora después, en un edificio en construcción en la ciudad, los obreros comienzan a caer de las alturas. Es el inicio de una oleada de suicidios masivos que asola la costa este de Estados Unidos. ¿Es un ataque terrorista? La gente empieza a huir de las ciudades…

El protagonista es un profesor en Filadelfia con problemas de pareja (impresionante los ojos de la chica que hace de su joven esposa). En medio de una huida cada vez más desesperada a través de territorios sembrados de cadáveres, tratará de encontrar un método en lo que sucede. No parece un ataque terrorista, la toxina es natural. ¿Podrían ser las plantas?

La base científica:

En la película se afirma que las plantas se comunican entre sí (árboles con arbustos y arbustos con hierba), y que además desarrollan sistemas de defensas químicos. A modo de ejemplo, se nos indica la planta del tabaco, cuando es atacada por cierto tipo de insecto, emite un reclamo químico que atrae a las avispas, depredadores naturales de tal insecto.

Las plantas se comunican y se defienden:

Está admitido que las plantas interactúan con el medio para adaptarse (como cualquier ser vivo) y que no sólo eso, también poseen formas de comunicación específicas.

Secretan sustancias químicas volátiles que s dispersan rápidamente en el entorno y que provocan una reacción determinada en algunos sistemas biológicos. A este mecanismo se le llama semio-química, porque es una comunicación química.

Existen mucho otros ejemplos documentados de cómo las plantas secretan estos productos para atraer o repeler depredadores.

También existen evidencias de que las plantas se comunican entre sí. Se da el caso de plantas que secretan sustancias repelentes sin haber sido atacadas cuando compañeras cercanas sí que lo han sido, inducidas por los componentes volátiles emitidos por las plantas atacadas.

La versión del guionista.

El guionista responsable de este guión debió leer algo al respecto pero, o bien no lo entendió correctamente o bien lo malinterpretó deliberadamente.

Trata de inducirnos el pensamiento de que las plantas tienen una conciencia similar a la humana, que han detectado que el ser humano es un parásito para ellas y han decidido exterminarlo absolutamente.

Exterminar al ser humano:

Las plantas han comenzado a secretar una sustancia que induce a los seres humanos a suicidarse. La explicación de esta cuestión, obviamente, incomodaba al responsable del guión, por lo que decide escudarse en los misterios de la naturaleza para no tener que hacerlo. Y es que hay muchos puntos oscuros, por no decir atentados contra la lógica.

Primero, las plantas atacan a seres humanos que no les están perjudicando. Inician sui ataque en Central Park, un lugar cuidado pro el ser humano. Sería algo así como que las vacas lecheras decidieran un día empezar a cornadas con el vaquero que las alimenta y limpia porque existe explotaciones cárnicas. El mecanismo de defensa químico que se ha podido estudiar es una respuesta a un ataque directo y cesa en cuanto los niveles de sensibilidad descienden. La reacción debe iniciarla una planta atacada.

A renglón seguido, hemos de decir que una reacción tan virulenta parece algo más que improbable. ¿El primer intento por parte de las plantas de defenderse alcanza tal cota de éxito? De ser así, se trataría de una mutación extraordinaria.

Neurotoxina del suicidio:

La toxina naturalmente producida por las plantas no es menos fantasiosa. Su forma de actuar es increíblemente contundente: crea asfixia (muy bien), confusión mental (consecuencia lógica) ¡y un irreprimible deseo de suicidarse!

No estamos hablando de una simple supresión del instinto de supervivencia, algo que algunos seres humanos tienen afectado, lo cual les produce severos trastornos. No, se trata de que quienes son afectados por la toxina tienen que suicidarse inmediatamente. Es como si la voluntad superior de las plantas les dominase, anulando su raciocinio y toda su personalidad, que a partir de ese momento sólo tendrá el objetivo de acabar con su propia vida.

Esta, sin duda, es la parte menos científica de toda la película. Pero claro, una intoxicación hubiera sido fácil, un veneno en el aire, poco dramático. La furia asesina, demasiado vista. Sin embargo, el suicidio sí que debió parecerle suficientemente atractivo.

Pero es que, para mayor penitencia, las formas de suicidio son absurdas y están en su mayoría mal ejecutadas desde el punto de vista físico. En estas abundantes escenas queda patente el deseo del director por epatar con la atracción/aversión que produce este hecho. Indignante muchas veces, como cuando un hombre penetra en la jaula de los leones para que lo devoren.

El director parece que no puede limitarse simplemente a mostrarnos la escena de cómo el león se abalanza sobre el suicida, (hubiera sido una muestra de buen gusto), por lo que nos muestra cómo los leones lo van despedazando. Y lo hace de una manera tan cutre e irreal que parecen más bien que le estuvieran quitando pétalos a una margarita. Pese a que una poderosa leona le acaba de arrancar un brazo, el aspirante a autoinmolador se mantiene de pie, perfectamente equilibrado, semejante al altivo caballero negro en la película de los Monty Pitón.

Absurdo.

Comunicación universal entre plantas:

Finalmente, la tercera premisa utilizada (las dos primeras eran la autodefensa de las plantas y la toxina suicidante), la comunicación entre plantas se saca igualmente de su contexto científico.

De momento se ha demostrado una cierta comunicación entre algunas plantas, normalmente de la misma especie. Ahora bien, el fenómeno descrito en la película lo inicia alguna planta sin determinar en Central Park, rápidamente imitada por el resto de plantas del parque y que se propaga a través de varios estados, de árbol en árbol, de arbusto en arbusto, de mala hierba en mala hierba. Toooooooooodas las plantas han desarrollado repentinamente la cualidad de trasmitirse el mensaje de que hay que exterminar a los seres humanos. Y no solo se confabulan, sino que además se pasan el secreto de la fórmula de la toxina mágica que les librará de la tiranía de estos monos contaminantes.

Estableciendo paralelismos, es como si un día el lobo decidiera que el ser humano es dañino y convenciese al resto de animales del bosque para atacar conjuntamente las poblaciones. Conejos hombro con hombro (para con pata) junto con ratones, ciervos, tejones, marmotas, leones…

Hay quien puede aducir que ya hay otras obras que han tratado este tema (mucho mejor por cierto): Rebelión en la granja, del excelente Orwell; pero en aquella ocasión se trataba de una metáfora. Los pájaros, de otro maestro del cine, Hitchcock; pero era una película de suspense y terror, sin falsas pretensiones.

Respecto a que también toooooooodas las especies sean capaces de fabricar la toxina, pondremos otro ejemplo. Es como si una fábrica de automóviles se reconvirtiese de la noche a la mañana en una unidad de producción de motores de avión sólo porque le han pasado planos, o que ese ingeniero que efectivamente trabaja en el diseño de los motores pudiese construir uno en su casa con su simple caja de herramientas.

Pero, aún quedan cosas peores que analizar…

¿Por qué el ser humano?

Sí, ¿por qué? ¿Qué les hemos hecho nosotros? O, al menos, qué les hemos hecho que puedan realmente conocer. ¿Emitimos dióxido de carbono? No (no más que otros animales, al menos). Lo hacen nuestros coches.

Pero no, estas maquiavélicas plantas parecen verdaderamente dotadas de una negra inteligencia que hasta ahora nos habían ocultado. A ellas nunca se les ha escapado que el aumento de gases invernadero en la atmósfera era culpa nuestra. Gracias a su comunicación universal y secreta se han podido dar cuenta que estamos relacionados con los vertidos contaminantes y la deforestación por la tala indiscriminada (acciones que habrán juzgado como homicidio imprudente y asesinato). Durante años nos han estudiado hasta desarrollar en un tiempo record (a escala evolutiva) una toxina capaz de deshacerse de nosotros. Han transmitido este conocimiento a sus hermanas oprimidas y repentinamente, sin aviso previo, han desencadenado la guerra.

Conclusión:

A quienes acudimos buscando una misteriosa trama llena de suspense y relacionada con algún hecho científico que permitiese etiquetar esta película como ciencia ficción, la impresión de haber sido tan burdamente engañados puede pesar tanto como la impresión desagradable de que se nos está alimentando con morbo barato.

No obstante, de tan mala que es, la película ofrece interesantes reflexiones.

Pretende ser una especie de alegato ecologista. Ni mucho menos lo es, ya que carece de cualquier argumento racional o de profundidad. Pero imaginando una hipótesis fantástica como la planteada, se nos puede ocurrir: ¿qué deberíamos hacer si esto fuese cierto?

Muy fácil: herbicida. Si las plantas son tan potencialmente peligrosas, desde aquí (ecologista como era hasta el momento) abogo por la erradicación de todo verde sobre la Tierra. Convirtamos al planeta en un segundo Arrakis, sustituyamos estos malignos árboles por organismo unicelulares más manejables y bondadosos.

Y, en el caso de que el ataque se desencadene antes de que hayamos podido desertizar e higienizar el planeta, recomiendo a los supervivientes acudir a los campos de golf. Ellos deberían ser nuestros aliados naturales, ya que estos cultivos tan delicados desaparecerían con nosotros. En retrospectiva, es irónica la mala suerte que tienen los protagonistas que atraviesan medio estado sin dar con un solo campo de cebada. Bajo su protección hubieran estado seguros.

Actores y demás:

El guión es tan irritante que casi no merece la pena hablar del resto; pero sería una descortesía no hacerlo. Mark Wahlberg es un pésimo actor, al igual que la mayoría del reparto. La actriz principal (Zooey Deschanel), sin embargo, aún no siendo mucho mejor que el resto, tiene unos ojos azules preciosos.

Así mismo, las partes del guión relativas a las interrelaciones humanas son tan malas como la parte científica.

Premios:

Como no podía ser de otra forma, la película obtuvo unas merecidas cuatro nominaciones a los premios Razzie, a peor director, peor guión, peor actor (Mark Wahlberg) y -por supuesto- peor película.

Curiosamente, no obtuvo ninguno de estos notables reconocimientos, pues fue superada en casi todos los apartados por la comedia El gurú del amor.