El día de los trífidos (Serie 1981)
- Nota: Este artículo se refiere la serie de 1981 basada en la novela de John Wyndham. Para otros usos ver El día de los trífidos (Desambiguación).
| El día de los trífidos (Serie 1981) | |
|---|---|
| Ficha técnica | |
| Título original: | The Day of the Triffids |
| Nacionalidad: | Reino Unido |
| Estreno 1: | 10 de septiembre de 1981 |
| Duración: | 6 episodios de 25 min. |
| Ficha artística | |
| Dirección: | Ken Hannam |
| Guión: | Douglas Livingstone (basado en la novela homónima de John Wyndham) |
| Producción: | |
| Fotografía: | |
| Música: | Christopher Gunning |
| Reparto: | John Duttine, Emma Relph, Maurice Colbourne, Jonathan Newth, Gary Olsen, Perlita Neilson, Jenny Lipman, Desmond Adams, Claire Ballard, Elizabeth Chambers, Bernie Searle |
| Información suplementaria | |
| Otros datos: | No hay otros datos |
| Imdb: | Ficha en Imdb |
| Notas: | |
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Ken Hannam (1981)
Se trata de una adaptación a la televisión fiel, casi literal, de la novela homónima de John Wyndham.
Las premisas:
Comienza con un primer episodio en el que el protagonista, que permanece con los ojos vendados en un hospital, habla a una grabadora. Sabemos así qué son y de dónde han salido los trífidos. Se trata de plantas capaces de movimiento, dotadas de un aguijón con el que pueden matar a una persona y que son cultivadas por su aceite. En este primer episodio vemos cómo casi toda la humanidad queda ciega por un fenómeno no definido, pero que se asume que pueda ser un cometa. Sólo unos pocos conservan la vista.
Nos encontramos así ante un escenario apocalíptico en el que prácticamente toda la humanidad ha quedado incapacitada para sobrevivir y los pocos que pueden ver son insuficientes para mantener a los demás, mientras una peligrosas plantas se adueñan del planeta.
La serie:
Rodada con unos medios que hoy nos parecerían primitivos, la serie cuenta, al menos, con un guión interesante (como ya se ha dicho, es una adaptación casi literal de la novela de Wyndham).
El ritmo de narración es extraño; las escenas de interiores parecen rodadas en un teatro, sin música o efectos sonoros y con cortes y movimientos de cámara propios de la época.
Se trata, en definitiva, de una serie interesante, pero que ha envejecido mal.
