El continuo de Gernsback

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El continuo de Gernsback
Autor: William Gibson
Otros títulos: El continuo Gernsback
Datos de primera publicación(1):
Título original: The Gernsback Continuum
Revista o libro: Universe 11
Editorial: Doubleday
Fecha Fecha desconocida de 1981
Publicación en español:
Publicaciones(2): Quemando cromo
Otros datos:
Saga: No pertenece a ninguna saga
Premios obtenidos: No se le conocen
Otros datos: No hay otros datos
Fuentes externas:
Tercera Fundación [{{{URL-3F}}} Ficha]
ISFDB [{{{URL-ISFDB}}} Ficha]
Otras fuentes {{{URL-OtrasFuentes}}}
Notas:

  1. De la presente variante. Puede haber variantes anteriores. Consultar la fuente externa para ampliar información.
  2. Publicaciones en español las que la presente variante ha aparecido. Puede haber otras publicaciones de esta misma u otras variantes. Consultar la fuente externa para ampliar información.

William Gibson (1981)

Se trata del primer relato de Gibson, una historia satírica que presenta un punto de vista mordaz acerca de los futuros imaginados en las revistas pulp de los años '30.

La historia comienza cuando al protagonista, un fotógrafo profesional, se le encarga un trabajo acerca de un tipo particular de arquitectura estadounidense: aquella que se inspiraba en las portadas de Amazing o Astounding.

El protagonista, obviamente, acepta. Viaja a Estados Unidos (la historia comienza en Londres) y, entonces, cruza una frontera. A su alrededor comienza a materializarse la realidad de dichas portadas: de pronto circula por autopistas de ochenta carriles o ve surcar por el cielo aeronaves imposibles con forma de bumerán y docenas de hélices... Lo absurdo de esta realidad y, sobre todo, el hecho de que los habitantes de este futuro sean inevitablemente hermosos jóvenes altos y rubios, inquieta al protagonista.

Finalmente, el protagonista consigue salvarse gracias a la brutal exposición a la pornografía del mundo real.

Anunciando el ciberpunk:

Aunque no haya ordenadores, redes de telecomunicaciones o realidad virtual, este relato ha sido considerado uno de los primeros del subgénero que recibiría el nombre de ciberpunk.

Y es que la mordacidad con la que parodia los futuros utópicos de editores como Hugo Gernsback demuestra un grado de madurez superior, si cabe al de la nueva ola. No se trata sólo de que la ciencia ficción haya evolucionado, es que está a la vuelta de todo y se ríe con sarcarsmo hasta de sus primeras utopías.

Por otra parte, el estilo y los personaes son también más evolucionados, más próximos a lo que sería la ciencia ficción apenas media década después.

Este relato puede encontrarse en las antologías Quemando cromo y Mirrorshades: una antología ciberpunk.