El clic
El clic | |
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Datos de publicación: | |
Título original: | Il gioco |
Fecha de publicación: | 1983 |
Guión: | Milo Manara |
Dibujo/Tinta: | Milo Manara |
Color: | B/N |
Editorial: | Playmen (1983) L'Écho des savanes (1983) Edizioni Nuova Frontiera (1984) |
Otros datos: | |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | 48 pags. |
Milo Manara (1983)
El clic es, posiblemente, el cómic erótico más famoso y el más conocido de su autor, un maestro en este género, pero que cuenta también con numerosas obras de gran calidad enmarcadas dentro del cómic de aventuras.
Fue publicado por primera vez en la revista italiana Playmen, en 1983. En 1984 se editó la historia en un tomo propio, a cargo de Edizioni Nuova Frontiera.
La trama:
Se trata de una historia corta, de tan sólo 48 páginas, en blanco y negro. El argumento es sumamente sencillo: El doctor Kranz ha inventado un artilugio para curar la impotencia de origen psicológico, consistente en un receptor minúsculo que se implanta en el cerebro y que debido a su composición se integra en la red neuronal. El receptor es manipulado a distancia con un mando sencillo, que mediante una rueda de potencia gradúa el deseo sexual experimentado por el sujeto.
Un feísimo hombre, el doctor Fez, roba el ingenio e implanta el receptor en Claudia, una burguesa altamente reprimida que aborrece cualquier mención al sexo. A partir de ese momento, Fez jugará con el deseo sexual de Claudia, que incapaz de reprimirse, generará numerosas escenas escandalosas.
El estilo:
Para condensar la trama en tan poco espacio, con el lastre añadido de tener que explayarse en los encuentros sexuales (a veces a lo largo de dos o tres páginas), la introducción a la historia es directa y abundan las transiciones escena a escena. Sin embargo, el lector pronto se habitúa a ello y el cómic adquiere un ritmo característico desdoblado en una narración esquemática en las escenas que sustentan la estructura y mucho más pormenorizada, de acción a acción, en los encuentros sexuales.
Un acierto de Manara consiste en incluir personajes secundarios cómicos y bufonescos, como el marido de Claudia, que contrapesan el elevado tono de las escenas sexuales y que finalmente se identifican con cierto sector de la población que Manara satiriza por sus prejuicios hipócritas.
El dibujo, por supuesto, es otro de los puntos fuertes de la obra, con una línea fina, limpia y cuidada, característica de la plumilla, sin apenas rellenos negros y sólo unos pocos fondos rayados. Las mujeres dibujadas por Manara son simplemente perfectas, de gran esbeltez y feminidad, y el tratamiento de la desnudez o los actos sexuales está realizado con una sofisticación y un buen gusto que raramente aparece en otros medios como el cine.
Ciencia ficción:
El contenido científico de la obra, el artefacto que genera la historia, está tratado con enorme esquematización. De forma muy acertada a nuestro entender, Manara no entra a describir de manera pormenorizada el funcionamiento del aparato. La tarea requeriría conocimientos técnicos y neurológicos que posiblemente el autor no posea y que al lector no importen.
Eso no quiere decir que el aparato sea imposible, o las premisas no creíbles, todo lo contrario. El clic no es una obra de ciencia ficción dura, en el sentido de que no indaga acerca de la posibilidad técnica de lo sugerido. Pero sus premisas son válidas según nuestra definición de ciencia ficción. Manara propone un aparato posible en un futuro cercano y elucubra acerca de las posibilidades de manipulación que tal avance implicaría. Sin duda, se centra en el tono erótico y está dirigido fundamentalmente a satisfacer las fantasías de un público masculino. Aún así es válido como ficción y su estudio no carece de profundidad en el ámbito restringido en el que se desarrolla. El deseo es algo oscuro