Discusión:Viajes en el tiempo

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Revisión de 11:36 21 ago 2012 por Venom (Discusión | contribuciones) (Potencialidad poética de los viajes en el tiempo:)

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Perfecciones para la colaboración con 3F:

Hay algo que me escuece desde hace tiempo, y podría alguien decir por qué se me ocurre decirlo ahora, pero... no me gusta el nombre de "viajes temporales". Me he dado cuenta de que al escribir cualquier texto, nunca utilizo este término, sino el menos ambiguo de "viajes en el tiempo".

Respecto a al estructura de este nuevo grupo de artículos... Viajes en el tiempo, paradojas temporales, ucronías y universos paralelos. Cuatro conceptos, tres de los cuales pueden ser considerados como temas principales dentro de la cf.

¿Plantilla de "viajes en el tiempo" como el concepto del que dimana el resto? Una tabla con dos filas y dos columnas:


Viajes en el tiempo
Paradojas temporales Universos paralelos / Ucronías

--Venom 12:43 2 jul 2012 (CEST)

Pues sí, voy yo y lo digo: ¿Se te tiene que ocurrir ahora?

Si se cambia el término a "Viajes en el tiempo" habrá que redirigir el artículo actual, corregir los enlaces y cambiar el nombre a la categoría (es decir, vaciar la actual y hacer una nueva). Hay 95 artículos en la categoría y 176 artículos con enlaces.

No digo que "Viajes en el tiempo" no sea más correcto que "Viajes temporales" (lo es, me has convencido) pero... ¿¡Qué hacemos ahora!?

Respecto a la plantilla, no lo tengo claro. Así como las paradojas temporales sí están directamente relacionadas con los viajes en el tiempo, los universos paralelos no siempre lo están y las ucronías casi nunca.

La relación es más compleja, algo como:

Viajes temporales (o en el tiempo) Ucronías
Paradojas Universos paralelos

Y no, no se me ocurre cómo representar esas relaciones en una plantilla clara. Lo de arriba es sólo para que tú, que ya sabes cómo va esto, entiendas cómo lo veo. Explicárselo a otros... ¡Uf!

--Vendetta 13:44 2 jul 2012 (CEST)

En principio, lo que verdaderamente me molesta es el nombre del artículo, que es el texto de enlace que siempre debe ser enmendado en los artículo.

Asumo esa tarea como primera y luego ya veremos qué hacemos con la categoría.

Respecto a la plantilla, no trataría de hacer una plantilla única para universos paralelos, ucronías y viajes en el tiempo. Son tres conceptos relacionados, como motor de explosión y automóvil, pero que no deben identificarse univocamente.

Así, retomo mi propuesta inicial, matizada:

Viajes en el tiempo
Conceptos relacionados Se mantiene la línea temporal Se altera la línea temporal
Paradojas temporales Universos paralelos Ucronías

--Venom 17:13 5 jul 2012 (CEST)

Como poder:

Pendiente de desarrollar la sección.

  • Las estrellas mi destino<s> (¿Viaje en el tiempo? No la he leído, pero en la referencia que hacemos sólo se menciona el teletransporte).
  • <s>Donnie Darko
  • El efecto mariposa No la he visto. He escrito a partir de lo que has reseñado y de lo que me contaste en Madrid. Espero no haber metido la pata.

--80.39.1.114 10:03 19 feb, 2009 (CET)

¿Se puede quitar la etiqueta "Ampliada"?

--85.85.64.75 19:55 19 feb, 2009 (CET)

Yo la dejaría hasta mejorar la introducción, porque es un poco brusca

--85.53.82.212 22:02 19 feb, 2009 (CET)

Dos cosas:

  1. ¿Se puede quitar ya la etiqueta "Ampliada"?
  2. Aunque los viajes temporales figuren en la plantilla "Poderes psíquicos", que la plantilla figura en el artículo me chirría un poco. ¿Opiniones?

--80.39.1.114 14:46 10 mar, 2009 (CET)

Creo que hemos vertido suficiente información como para poder quitar la etiqueta de "ampliar", auqnue sin duda quedan ejemplos que podrían ilustrarlo: se me ha ocurrido el del japonés de "Héroes".

Respecto a que chirría... sí, shirría. Pero no sé cómo podría solucionarse (salvo quitándo la plantilla).

--Venom 14:40 11 mar, 2009 (CET)

Alley Oop (tira cómica de 1933) es un hombre de las cavernas que monta un dinosaurio. En 1939 aparecieron en la tira dos sabios que inventan una máquina del tiempo, lo que coloca a Alley en pintorescas situaciones.

--Venom 19:05 5 feb, 2010 (CET)

En Fiasco se utiliza un agujero negro para viajar en el tiempo.

La región de la ergosfera de los agujeros negros rotacionales es una zona en la que el campo gravitacional del agujero negro gira con él, arrstrando el espacio tiempo. Esto crea la posibilidad de que la velocidad relativa d eun objeto moviéndose dentro de este campo (a favor del giro, claro) parezca a un observador externo como superior a la de la luz: el objeto llegaría a su destino antes de partir, lo que permitiría viajar al pasado.

--Venom 18:45 8 abr, 2011 (CEST)

No hemos mencionado el viaje en el tiempo en la realidad, comentando su posibilidad (o imposibilidad) y en qué circunstancias.

--Venom 18:27 17 ago, 2011 (CEST)

Es esquema seria:

  • Viajes temp. en la realidad
  • Viajes temp. en la cf
    • Como tecnología
    • Como poder

Creo que podríamos redactar aquí ese primer apartado antes de sumarlo al artículo.

De todas formas, parece requerir mucha documentación y parece que nos hemos metido ya en una buena embarcada.

Como apunte: http://eltamiz.com/elcedazo/eso-que-llamamos-tiempo/. Es una serie densa pero muy interesante.

--Vendetta 18:39 17 ago, 2011 (CEST)

Material recortado:

Meto aquí material del artículo que he ido recortando.

--Vendetta 18:33 26 jul 2012 (CEST)


Los viajes temporales fueron un recurso fácil para la Space Opera, pues un simple viaje al futuro podía ser la excusa para plantar al héroe del relato en un mundo nuevo y desconocido en el que su lejanía en el tiempo explicaba todo aquello que el autor se inventaba para sostener su historia.

Sin embargo, pronto se vio que los viajes en el tiempo planteaban interesantes paradojas, mucho más interesantes que un simple escenario para estas sencillas aventuras.

Son numerosas las obras de ciencia ficción basadas en viajes temporales, tanto en la literatura como en el cine. En ocasiones como en Viaje al futuro o El ruido de un trueno (1952) el viaje temporal puede, aparentemente, explotar estas pardojas pero, salvo honrosas excepciones como 12 monos (1995) el cine ha buscado más proporcionar un entretenimiento simple antes que basado en sutilezas paradójicas.

La literatura (dejando a un lado la mencionada Space Opera) ha sido mucho más especulativa, tratando desde las clásicas paradojas abiertas y cerradas hasta otras tan rebuscadas como Puerta al verano (1956) y Todos vosotros, zombies (1959), ambas de Robert A. Heinlein.


Ejemplo de ello lo tenemos en Donnie Darko (2001). En esta película, el joven Donnie ve un gigantesco conejo venido del futuro que le avisa de la inminencia del fin del mundo. La cinta mezcla conceptos difusos de física, tales como los agujeros de gusano, para dar lugar a una historia interesante que mezcla viajes en el tiempo y paradojas temporales.

Igualmente involuntarios son los viajes de Evan en El efecto mariposa (2004). En esta película el protagonista padece episodios de amnesia. Su terapeuta le recomienda escribir un diario de su vida pero cuando lo relee, encuentra descritos en él los acontecimientos correspondientes a dichos episodios de amnesia y, al leerlos, su conciencia es transportada al pasado, donde un pequeño cambio puede alterar de forma importante el futuro.

La idea de la película coquetea con la hipótesis de que el tiempo no es lineal, sino que sólo lo percibimos así, por lo que para nuestra conciencia sería posible desplazarse por él como por un plano, retrocediendo en nuestro camino y tomando uno nuevo, una idea no muy diferente de la base argumental de Las vidas posibles de Mr. Nobody (2009).

Algo así es lo que le sucede al protagonista de Treta tridimensional, relato escrito medio siglo antes, en 1956, por Isaac Asimov. En él, el protagonista regresa al pasado hasta un punto crítico, y debido al viaje, su mente queda modificada en consonancia.

Curiosamente, el poder de viajar en el tiempo es utilizado en el relato como método para escapar de una habitación cerrada, es decir, como una especie de teleportación. Y es que ambas características están fuertemente relacionadas, algo que pone muy de manifiesto Alfred Bester en Las estrellas mi destino, escrito también en 1956.

Efectivamente, si el teletransporte es definido como la capacidad de trasladarse a otro sitio de manera instantánea, entonces ha de convenirse que durante el viaje se ha vulnerado la premisa de que no se puede viajar más rápido que la luz, lo que abre la posibilidad al viaje temporal. Y efectivamente, el protagonista, Gully Foyle, en el clímax final de la obra, sufrirá episodios de saltos aleatorios en el tiempo al no poder controlar perfectamente su capacidad para "jauntear".

Desde el momento en que se asumió que el espacio y el tiempo formaban un sólo continuo, los autores comenzaron a identificar ambas habilidades y a comprender que si admitían que sus personajes hiciesen viajes instantáneos dominado el espacio, tampoco podían ponerles impedimentos para viajar por el tiempo con el poder de su mente, justamente el poder Hiro Nakamura en la serie de televisión Héroes (2006).

Potencialidad poética de los viajes en el tiempo:

El uso del viaje en el tiempo como recurso literario ofrece al autor diversas posibilidades poéticas.

Una vez admitido por el autor y el receptor la posibilidad de realizar viajes en el tiempo conforme a las clausulas del contrato de ficción, el autor puede decidir utilizar este recurso de diferentes maneras, algunas de ellas muy características, hasta el punto de que casi por sí mismas definen un subgénero.

Contraste entre mundos posibles:

El primer y más evidente uso es el de extraer un personaje del presente e implantarlo en una época diferente a la suya. Con este simple recurso se consigue aproximar el protagonista al receptor, quien se identificará con mayor facilidad con un personaje de su misma época antes que con los de épocas diferentes y extrañas. El autor mostrará el mundo creado a través de este intermediador, que actuará casi como traductor. De esta manera, se refuerza el efecto especulativo que surge de comparar el mundo objetivo (la realidad que comparten autor y receptor) con el mundo creado.

Si el viaje en el tiempo propuesto es hacia el pasado, lo que por su escenario hubiera podido ser una novela histórica se transforma en una obra de especulación en la que la sociedad pasada y presente entran en conflicto en torno a los temas que el autor propone y explora con este personaje "re-ubicado". Así, en El libro del día del Juicio Final (1992), Connie Willis ataca el ideal romántico de la Edad Media al obligar al lector a vivirlo a través de los ojos de una joven contemporánea atrapada en medio de muerte y superstición.

De igual forma sucede al realizar un viaje al futuro. Al colocar este personaje extemporáneo se acrecienta el efecto de contraste y el autor dispone de una poderosa herramienta para dirigir su crítica.

Uso no lineal del tiempo:

Los tratamientos más clasicistas desarrollan la obra de manera lineal, llegando al extremo de tratarla como una única unidad temporal, como en el teatro griego. Con el surgimiento de una literatura moderna el autor trata de zafarse de estas constricciones y se desarrollan recursos narrativos como la evocación a tiempos pretéritos o el anidamiento de historias dentro de otras historias (es característico el ejemplo de Miguel de Cervantes Saavedra, con El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de 1605). De manera natural, estos recursos se estilizan hasta el flashback e incluso el flashforward (este último, únicamente posible dentro de las obras proyectivas no realistas donde es posible ver el futuro merced a la magia o a la tecnología.

Pero la posibilidad de efectuar viajes en el tiempo proporciona al autor una nueva herramienta para no tener que doblegarse necesariamente a la flecha de la cuarta dimensión. Por supuesto, podemos encontrar historias de corte clásico contadas de manera lineal conforme a la vivencia del protagonista, pese a saltar de época en época (Puerta al verano, Robert A. Heinlein, 1957). Pero, sobre todo en los últimos tiempos, se ha podido apreciar un uso mucho más imaginativo de estas posibilidades en obras tan interesantes como La mujer del viajero en el tiempo (Audrey Niffenegger, 2003), donde el tiempo no discurre de igual manera para todos los protagonistas, llegando a vulnerarse aparentemente la causalidad.

Algunos autores, atacando el concepto afín de universos paralelos añaden complejidad a esta propuesta con viajes a futuros divergentes (p.e. Regreso al futuro II, Robert Zemeckis, 1989), llegando a dar la vuelta de tuerca definitiva al suponer en su novum la existencia de más de una dimensión temporal por la cual trasladarse (Las vidas posibles de Mr. Nobody, Jaco Van Dormael, 2009).

La estructura resultante puede llegar a ser sobrecogedoramente bella, produciendo un efecto maravilloso absolutamente nuevo y que, como en la película de Van Dormael, estudia un sentimiento tan postmoderno como es la evitación de las decisiones y su confrontación con el concepto de inevitabilidad.