Devs
Devs | |
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Ficha técnica | |
Título original: | Devs |
Nacionalidad: | EE.UU. |
Estreno 1: | 5 de marzo de 2020 |
Duración: | 8 episodios de 50 min. |
Ficha artística | |
Dirección: | Alex Garland |
Guión: | Alex Garland |
Producción: | Sara Desmond |
Fotografía: | Rob Hardy |
Música: | Geoff Barrow, The Insects, Ben Salisbury |
Reparto: | Sonoya Mizuno, Nick Offerman, Alison Pill, Jin-ha Oh, Zach Grenier, Stephen Henderson, Cailee Spaeny |
Información suplementaria | |
Otros datos: | |
Imdb: | Ficha en Imdb |
Notas: | |
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Alex Garland (2020)
Las premisas:
La serie plante un nóvum interesante: La empresa Amaya, líder en computación cuántica, desarrolla en secreto un ordenador cuántico capaz de realizar un número virtualmente infinito de operaciones. Esto, unido a que el universo es determinista, le permite ver el pasado y el futuro con un alcance de milenios.
Estas premisas iniciales se complican con varias subtramas: Forest, el CEO de la empresa, perdió a su hija Amaya (por quien dio nombre a su empresa) años atrás y Devs (nombre del departamento que desarrolla el ordenador) es un intento de recrearla. Por otra parte Lily, empleada de Amaya, investiga la muerte de su novio, Sergei, también empleado de Amaya y recién destinado a Devs, sucedida en extrañas circunstancias. Algunos de los desarrolladores de Devs dudan que el universo sea determinista y tratan de estabilizar la pérdida de precisión trabajando sobre modelos alternativos de universo como el multiverso de Everett.
Todas estas subtramas se entretejen (junto con otras secundarias relacionadas con el espionaje industrial) para tejer una historia que se cierra en un final coherente.
La serie:
La serie tiene todos los ingredientes para ser una gran serie, Alex Garland (guionista de 28 días después -Danny Boyle, 2002- y director de Ex machina -2015- ) conoce la ciencia y la ciencia ficción para afrontar con soltura una historia tan ambiciosa y, sin embargo, resulta de alguna forma fallida. No tanto porque sea una mala serie (no lo es, en absoluto, más bien al contrario), sino más bien porque las propias expectativas que crea le ponen muy difícil estar a la altura.
El ritmo es lento, no aburrido, pero sí lento, y sin una justificación clara de ello; alguna de las tramas secundarias se pierde para volver casi a modo de deus ex machina (no lo es, está justificado, pero está muy cerca de serlo); pero, sobre todo, los actores resultan demasiado inexpresivos. La serie mantiene siempre un tono intenso, y los actores se amoldan a él sin un cambio de registro, de forma que parecen llevar siempre la misma máscara.
En resumen, una buena serie que comete el doble pecado de ser pretenciosa y no estar a la altura de sus propias pretensiones.