Diferencia entre revisiones de «Cronópolis»
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Revisión de 17:35 25 abr 2019
Cronópolis | |
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Autor: | J.G. Ballard |
Otros títulos: | ' |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Chronopolis |
Revista o libro: | New Worlds Science Fiction #95 |
Editorial: | Nova Publications |
Fecha | Junio de 1960 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Bilenio (Antología) Las voces del tiempo (Antología 1984) Cuentos completos |
Otros datos: | |
Saga: | |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | Ficha en ISFDB |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
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J.G. Ballard (1960)
Cronópolis es un relato de gran longitud en el que Ballard aborda una de sus temáticas características: el derrumbe de nuestra sociedad por un exceso de tecnificación y cómo nuestros vestigios serían vistos en el futuro.
Sinopsis:
Newman es un preso en espera de juicio al que le obsesiona una perentoria necesidad de contabilizar el tiempo. Indiferente al proceso o a su probable condena, rememora los acontecimientos que le llevaron a descubrir que en un pasado cercano la sociedad se regía por un estricto control horario y cómo una revolución prohibió el uso de relojes.
El relato:
Ballard construye un escenario que no es postapocalíptico, pese al derrumbe de la sociedad tal y como la conocemos. Partiendo de informaciones parciales, el lector va reconstruyendo junto con el protagonista un pasado que se intuye, y que finalmente queda revelado por un segundo personaje. En este punto, Newman renuncia a la sociedad en la que se ha criado y se entrega a la tarea -prohibida- de restaurar el antiguo reloj central de la megaciudad ahora abandonada y que en su momento albergó a treinta millones de personas sujetas a despóticos horarios cuidadosamente diseñados para mantener la compleja maquinaria en funcionamiento.
Siendo una idea interesante, propia de la nueva ola, el tratamiento de la misma tiende a la crítica moralizante y a la exageración -más afín a la edad de oro-, con lo que pierde fuerza el efecto prospectivo y se resiente el pacto de ficción.