Cosas de niños

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Cosas de niños
Autor: Isaac Asimov
Otros títulos: No se le conocen
Datos de primera publicación(1):
Título original: Kid Stuff
Revista o libro: Beyond Fantasy Fiction
Editorial: Galaxy Publishing Corporation
Fecha Septiembre de 1953
Publicación en español:
Publicaciones(2): Con la Tierra nos basta
Otros datos:
Saga: No pertenece a ninguna saga
Premios obtenidos: No se le conocen
Otros datos: No hay otros datos
Fuentes externas:
Tercera Fundación [{{{URL-3F}}} Ficha]
ISFDB [{{{URL-ISFDB}}} Ficha]
Otras fuentes {{{URL-OtrasFuentes}}}
Notas:

  1. De la presente variante. Puede haber variantes anteriores. Consultar la fuente externa para ampliar información.
  2. Publicaciones en español las que la presente variante ha aparecido. Puede haber otras publicaciones de esta misma u otras variantes. Consultar la fuente externa para ampliar información.

Isaac Asimov (1953)

Un relato temprano de Asimov en el que jugaba con conceptos más propios de la fantasía, dotándolos de una visión racionalista, en absoluto exenta de imaginación.

En esta ocasión, un escritor de relatos de fantasía recibe la visita de un ser insectoide de unos treinta centímetros de alto que afirma ser un elfo. En pocos párrafos, Asimov (por boca del elfo) nos explica que hadas, elfos y demás son reales, pero en absoluto mágicos. Se trata, en realidad, de insectos evolucionadísimos. En concreto, el elfo que visita al escritor, parece ser de la familia de los escarabajos.

Los insectos llevan en la Tierra millones de años, existían mucho antes que el hombre, y evolucionaron hacia especies inteligentes mucho antes de que éste saliera de las cavernas. Sin embargo, no son tecnológicos, en el sentido de industriales. Su tecnología se ha desarrollado en torno a los poderes psíquicos.

El elfo cuenta que, en épocas pasadas, su raza y la de los humanos fueron aliadas, más o menos desde la primera glaciación que amenazó con extinguir a los insectos. Los insectos se valían de la gran capacidad craneal de los humanos para potenciar sus poderes psíquicos.

Y esta colaboración fue decayendo a medida que el ser humano se industrializaba y conseguía sus propias fuentes energéticas con independencia de los insectos.

El elfo que visita al escritor pretende comenzar una nueva era en la que los insectos se vuelvan también industriales y gracias a su superioridad en lo psíquico consigan dominar la débil voluntad humana.

El final es el característico desenlace irónico y sorprendente que tanto cultivó Asimov.