Cazafantasmas
- Nota: Este artículo se refiere a la película de Ivan Reitman de 1984. Para otros usos ver Cazafantasmas (Desambiguación).
Cazafantasmas | |
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Ficha técnica | |
Título original: | Ghostbusters |
Nacionalidad: | EE.UU. |
Estreno 1: | 7 de junio de 1984 |
Duración: | 107 min. |
Ficha artística | |
Dirección: | Ivan Reitman |
Guión: | Dan Aykroyd, Harold Ramis, Rick Moranis |
Producción: | Productora: Columbia Pictures |
Fotografía: | Laszlo Kovacs |
Música: | Elmer Bernstein (Canción: Ray Parker Jr.) |
Reparto: | Bill Murray, Dan Aykroyd, Sigourney Weaver, Harold Ramis, Ernie Hudson, Rick Moranis, William Atherton, Annie Potts, David Margulies, Reginald VelJohnson |
Información suplementaria | |
Otros datos: | |
Imdb: | Ficha en Imdb |
Notas: | |
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Ivan Reitman (1984)
Tabla de contenidos
Las premisas:
Los doctores Peter Venkman (Bill Murray), Raymond Stantz (Dan Aykroyd) y Egon Spengler (Harold Ramis) son investigadores de fenómenos paranormales y poderes psíquicos en la universidad de Nueva York, con escasos resultados.
Debido a sus pobres (o inexistentes) logros, la universidad decide cerrar su departamento, por lo que se quedan sin trabajo. En ese momento deciden montar un negocio: una compañía de caza de fantasmas que atrapa y retira los espíritus y presencias molestas de las viviendas de sus clientes.
El negocio parece ir más o menos bien hasta que llega para contratar sus servicios Dana Barrett (Sigourney Weaver). Dana ha percibido presencias molestas e inquietantes (tales como puertas a dimensiones demoníacas) en su frigorífico.
Lo que parece ser un encargo que se sale de lo normal en la agencia de cazafantasmas va a ser algo mucho más peligroso.
La película:
Sin duda alguna Cazafantasmas es uno de los grandes clásicos del cine de los años 80.
A pesar de que los efectos espaciales (anteriores a la irrupción de los CGI en el cine) han envejecido mal, la película en sí ha resistido el paso del tiempo gracias a otros elementos que el cine de Hollywood a veces parece olvidar.
Por una parte tenemos un guión bien trabajado y con un humor inteligente. Las situaciones y diálogos son creíbles (dentro del pacto de ficción de la película) y los gags y episodios breves se entrelazan hábilmente con una trama general mayor que va in crescendo hasta un final, literalmente, casi apocalíptico.
Es también notable el trabajo de y con los actores. Si el guión dibujaba unos personajes casi estereotipados, el director y los actores que los interpretan saben jugar con ellos. Entre los interpretes del los cazafantasmas hay una notable química (más de la que hay con Sigourney Weaver) y las escenas en las que aparecen son divertidas, fluidas y creíbles.
Además de todo lo anterior, la película cuenta con una estética cuidada que, sin duda, consiguió calar entre el público y algunos de elementos de la película, como el logotipo de la compañía, la canción de Ray Parker Jr., el edificio de su sede y su vehículo, el Ecto 1 son ya auténticos iconos para una generación
Es también notable como la película consigue en plenos años '80, una época todavía de apertura en temas de sexo, introducir escenas de clara connotación sexual sin resultar explícitas, de forma que consigue llegar a un público juvenil a quien, de otra forma, habría estado vedada.
Se trata, en definitiva, de todo un clásico del cine de los '80 y una comedia casi canónica que merece la pena volver a ver.
¿Ciencia ficción?:
Siendo el eje de la película los fantasmas y otros seres mitológicos, cabe preguntarse ¿es ciencia ficción?
Por una parte, la película se basa en los controvertidos experimentos de J.B. Rhine en la Universidad de Duke durante los años '30. Estos experimentos, antes de ser refutados, sirvieron de base a autores tan incuestionablemente pertenecientes al género como Isaac Asimov. Sin embargo, la película es medio siglo posterior, cuando ya no cabía duda de su falsedad. ¿Puede seguir siendo considerada ciencia ficción?
Para responder la pregunta hay que considerar las premisas de la película y el pacto de ficción que los guionistas establecen con el espectador. Según estas premisas, la actividad paranormal es algo que puede ser (y de hecho es) medido y cuantificado. Se puede mencionar, entre otras, la "escena del pastelito", en la que se compara la actividad paranormal habitual con la que tiene lugar en ese momento con valores cuantitativos precisos. Esta misma medición permite predecir acontecimientos de índole paranormal extraordinarios.
Es también posible manipular y controlar dicha actividad paranormal. El edificio de Dana Barrett ha sido construido para canalizar la actividad paranormal, y los cazafantasmas emplean tecnología alimentada por un reactor nuclear (ilegal) para crear un campo que contiene a los fantasmas y que puede ser desactivado mediante un interruptor.
Así pues, aunque los fantasmas entran dentro del género de terror y, por lo tanto, de la fantasía, la película sabe establecer un pacto de ficción con el espectador en el que la actividad paranormal es algo científicamente medible y tecnológicamente controlable, por lo que se puede considerar que la película sí es ciencia ficción.
Premios:
Obtenidos:
- 1985: Premio BAFTA a mejor canción original
- 1985: Premio Saturn a mejor película de fantasía
- 1985: Golden Screen
- 1985: Premio Young Artist a mejor película comedia o musical
Finalista:
- 1985: Oscar a los mejores efectos visuales
- 1985: Oscar la mejor canción
- 1985: Globos de oro a mejor comedia/musical
- 1985: Globos de oro a mejor actor en una comedia/musical para Bill Murray
- 1985: Globos de oro a mejor canción
- 1985: Premio BAFTA a mejores efectos visuales
- 1985: Premio Grammy a mejor álbum instrumental para película o televisión
- 1985: Premio Hugo a mejor representación dramática