Antonio Benjumea
Antonio Benjumea | |
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Autor: | Cristina Jurado |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Antonio Benjumea |
Revista o libro: | Crónicas de tinieblas |
Editorial: | Sportula |
Fecha | Noviembre de 2014 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Crónicas de tinieblas |
Otros datos: | |
Saga: | Crónica de tinieblas |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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Cristina Jurado (2014)
El relato está ambientado dentro del universo ucrónico de crónica de tinieblas, de Eduardo Vaquerizo.
La trama:
Esteban es un joven sevillano aficionado a la práctica del recorte de toros (deporte rey en esta realidad alternativa), que es su pasión y querría que fuera su forma de vida. Sin embargo, su padre, un importante arquitecto, desaprueba estas inclinaciones y lo obliga a estudiar leyes, ya que el joven no parece dotado para la arquitectura.
La historia comienza con la llegada del padre tras una larga estancia en los países bálticos, de donde regresa con una nueva esposa y ambiciosos planes que disgustan al protagonista, que pronto descubrirá oscuras motivaciones en estos actos.
El relato:
La primera mitad del relato es excelente, con un estilo cuidado y un extenso vocabulario, que revelan una habilidad con el lenguaje más que notable. Los giros, vocablos y usos empleados por Cristina Jurado definen por sí mismos el escenario; con facilidad se imagina una Sevilla costumbrista recorrida por una red de canales al estilo de Venecia, en una época que no es la nuestra sino esa otra propia de la ucronía. Esta misma habilidad queda patente en la definición de los personajes, en el trato que se dan unos a otros, el lenguaje que emplean en función del interlocutor y en cómo todo esto acaba dibujando de forma precisa las relaciones entre ellos. Quizá alguna conversación resulte forzada, mero alarde lingüístico, pero no deja de ser notable.
Sin embargo, apenas planteado el conflicto y los acontecimientos empiezan a sucederse, el estilo del relato cae en la precipitación. Desaparece el cuidado en las descripciones y en los diálogos, las situaciones comienzan a ser forzadas y las mismas conversaciones se vuelven torpes, poco naturales, atropelladas.
Aspectos que parecían notables aportaciones al principio (la introducción del mundo del recorte y sus posibilidades prospectivas, una curiosa escena de sexo que debe ser reinterpretada con el devenir de los acontecimientos...) dejan por completo de tener importancia y son despachados en una única frase como una molestia o una formalidad. La acción, en definitiva, queda desnuda, esquematizada en una concatenación de escenas estereotipadas y que conducen a un final insatisfactorio no porque sea cuestionable o poco plausible, sino porque nada en el tratamiento de la historia parecía conducir a él.
Esta diferencia tan notable entre ambas mitades hace pensar que la autora se haya visto obligada a concluir el relato antes de tiempo, debiendo dejar de lado el exquisito cuidado en el detalle del lenguaje y de los personajes que caracterizaba el comienzo. De esta forma, esta segunda mitad resulta decepcionante.
En cualquier caso, mantiene un recuerdo positivo, interesante, gracias a que esa primera parte enriquece la saga con un aspecto difícil de satisfacer en las novelas de corte histórico: un lenguaje de época adecuado a la misma, manejado con maestría por la autora.
Premios:
- 2015: Finalista al Premio Ignotus de relato
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