Aniquilación

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Aniquilación
Ficha técnica
Título original: Annihilation
Nacionalidad: Reino Unido / Estados Unidos
Estreno 1: 23 de febrero de 2018
Duración: 115 min.
Ficha artística
Dirección: Alex Garland
Guión: Alex Garland, basado en la novela de Jeff VanderMeer
Producción: Productora: DNA Films
Fotografía: Rob Hardy
Música: Geoff Barrow, Ben Salisbury
Reparto: Natalie Portman, Oscar Isaac, Jennifer Jason Leigh, Gina Rodriguez, Tuva Novotny, Tessa Thompson.
Información suplementaria
Otros datos:
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

Alex Garland (2018)

Aniquilación es la segunda película realizada como director por el también escritor y guionista Alex Garland, producida para ser distribuida por Netflix. En ella repite gran parte del equipo técnico del que se rodeara para filmar Ex machina (2015).

La trama:

Lena es una doctora en biología cuyo marido, Kane, soldado profesional, ha desaparecido en una misión secreta. Lena aún no consigue rehacer su vida cuando, un año después de su desaparición, Kane reaparece en casa sin previo aviso, con la mente confusa y una grave afección que parece estar matándolo. Lena intenta trasladarlo al hospital, pero el ejército interviene y ambos son secuestrados y llevados a unas instalaciones secretas en las que a Lena le será revelado el secreto de la última misión de su marido.

Un objeto venido del espacio ha impactado en una zona deshabitada. El interior de la zona ha quedado incomunicado, cada equipo enviado a investigar ha desaparecido, y la zona crece día a día, amenazando con tragarse todo el país, quizás todo el planeta. La única persona que ha regresado de la zona, hasta el momento, ha sido Kane, pero su afección le ha sumido en coma.

Lena pronto es reclutada, junto con otras tres mujeres, para formar el siguiente equipo que intente entrar en la zona, alcanzar el epicentro del fenómeno y averiguar qué sucede.

La película:

Garland intenta repetir el éxito de Ex machina proponiendo una variación sobre el mismo tema, aunque las premisas pudieran parecer muy diferentes. En Ex machina se nos presentaba el encuentro con una Inteligencia Artificial auténtica, planteando aspectos como si las intenciones y modos de pensamiento de una mente así podrían ser comprendidos por el ser humano. En Annihilation, pese a su ominoso título, todo conduce al encuentro entre el ser humano y aquello que ha venido de fuera de la Tierra, un Primer Contacto que puede no ceñirse a los estándares esperados por la cultura humana.

En ningún momento, a través de lo que nos ofrece la obra, se puede deducir las verdaderas intenciones de “aquello”, ni tan siquiera se puede inferir su auténtica forma material, ni si es orgánico, un virus o una matriz de información, si las acciones que produce son deliberadas, si los cambios y daños son intencionados o aleatorios, fortuitos o necesarios.

Nada sabemos y tal vez nada se pueda saber.

Por su ritmo y cuidado estético, así como por algunos aspectos del planteamiento, la película puede evocar a otras como Under the Skin (Jonathan Glazer, 2013) e incluso a Solaris, especialmente a la versión de Andrei Tarkovsky (1972). E, inevitablemente, también encontraremos ecos de la Zona de la otra gran obra maestra de Tarkovsky, Stalker (1979), así como a las zonas de exclusión de las películas que tratan de alarmas biológicas. Parece particularmente relevante mencionar La amenaza de Andrómeda (Robert Wise, 1971), por tratarse de un problema caído del espacio, una especie de virus que, sin embargo, es indiferente a la biología humana, al que no se le puede considerar maligno pues carece de intencionalidad, del que ni tan solo puede decirse que amenace la vida terrestre persiguiendo algún beneficio metabólico, sino que da la casualidad de que es así.

Ninguna de estas obras es una referencia directa en la película, pero la afinidad de planteamientos y tratamientos evidencian un claro conocimiento por parte de Garland de género de ciencia ficción, del tipo de pacto de ficción que debe proponerse y de la lógica interna que lo rige, así como de los referentes que forman el acervo del espectador.

¿Resulta por ello una buena obra de ciencia ficción? Sin duda, el conocimiento del género aporta solidez y fluidez a lo narrado, pero ceñirse demasiado a la tradición resta innovación al conjunto, algo muy apreciado por el aficionado a la ciencia ficción. Así pues, resulta una obra entretenida, sólida, bien narrada; pero epigonal.

Aparte de la franqueza al dejar abierta la reflexión sobre el significado de lo acontecido (al espectador no le es revelado el sentido o propósito del ser extraterrestre, si es que tal sentido existe) su aportación más relevante se produce en el área de los personajes y caracteres. Resulta evidente que la obra está deliberadamente protagonizada por un cuarteto de mujeres, con caracteres muy dispares. Estas personalidades son descritas con economía pero realismo, y una vez asumido que no hay hombres en el equipo, la acción se desarrolla según es previsible al margen del género.

En este sentido Garland no parece querer hacer ningún tipo de reivindicación, más allá del hecho de que optar por el protagonismo femenino es un llamativo puño en alto. Un toque de atención sobre una excepción, algo que, en un mundo más igualitario, no tendría por que llamarnos la atención.