Almas de metal (Película)

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Nota: Este artículo se refiere a la película de Michael Crichton. Para otros usos ver Almas de metal.

Almas de metal (Película)
Ficha técnica
Título original: Westworld
Nacionalidad: EE.UU.
Estreno 1: 21 de noviembre de 1973
Duración: 88 min.
Ficha artística
Dirección: Michael Crichton
Guión: Michael Crichton
Producción: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)
Fotografía: Gene Polito
Música: Fred Karlin
Reparto: Yul Brynner, Richard Benjamin, James Brolin...
Información suplementaria
Otros datos: Director artístico:
Herman A. Blumenthal
Secuela:
Almas de metal 2
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

Michael Crichton (1973)

La película:

Nos encontramos con un sólido producto de intriga y acción que bucea en el miedo a las máquinas.

Delos es fantástico parque temático, en el futuro, con tres ambientes reproducidos para gusto del cliente: el decadente Imperio Romano, la edad media europea del siglo XIII y el salvaje oeste americano del siglo XIX. Estos mundos, minuciosamente reproducidos, están habitados no por actores que emulan a los forajidos, reyes o centuriones, sino por robots (en realidad androides) que imitan a la perfección el aspecto humano, programados para cumplir sus papeles.

Todo ello, por supuesto, en ausencia de peligro. Las pistolas tienes mecanismos muy sensibles que evitan que se disparen contra seres humanos, por ejemplo. Las directrices de los robots, igualmente, están diseñadas para que nunca puedan hacer daño a uno de los invitados al parque.

Pero, como no, algo empieza funcionar mal. Los científicos advierten sobre ello y los consejeros económicos de la empresa desoyen las advertencias. El resultado, un inmenso baño de sangre.

Credibilidad:

Para poder disfrutar completamente de la película hay que pasar por alto algunos aspectos que un espectador de hoy en día encontraría poco probables. Crichton, por ejemplo, postula una especie de virus responsable de la malfunción, que se transmite de un parque a otro. La incidencia del virus se había mostrado en un pequeño porcentaje de malfuncionamientos en los sistemas centrales. Sin embargo, cuando llega la crisis, toooooodos los sistemas fallan a la vez, no sólo los relativos al funcionamiento de los complejos androides, sino también los responsables de las armas de fuego, los sistemas de ventilación e incluso la energía principal en el complejo de control.

Si resulta poco probable el virus mencionado, resulta del todo inverosímil que sistemas que deberían ser independientes entre sí fallen simultáneamente con tan absoluta precisión, haciendo inevitable la catástrofe.

Influencias en obras posteriores:

Pero, como ya hemos dicho, hay que pasar por alto algunos de estos aspectos para poder disfrutar de otras muchas cosas que aporta la obra. Es sin duda entretenida y ha dejado una impronta importante en muchas obras posteriores.

Está, por supuesto, el caso del propio Crichton, quien en 1990 retomaría la idea de la catástrofe aniquilando el espejismo del control humano en su reconocida novela Parque Jurásico, que sería llevada a la gran pantalla con gran éxito por Spielberg en 1994. La película de los dinosaurios creados genéticamente es mucho más sólida en cuanto a su verosimilitud, y sin duda, mucho más impresionante en cuanto a sus efectos, pero hay que reconocer que este Almas de metal no deja de ser una obra remarcable para la época, veinte años antes.

Pero al margen del autoplagio (o reciclado de ideas), el rastro del personaje del implacable pistolero encarnado (¿enmetalado?) por Yul Brynner puede ser seguido a través de otras obras que actualmente gozan de mucho más prestigio, como el también implacable Terminator (hay secuencias enteras imitadas). Y un detalle curioso: la idea de los ojos dorados de Brynner, que sugieren su naturaleza artificial, parece demasiado similar a otras secuencias de reflejos en ojos de la mítica Blade Runner.

Conclusión:

Una obra amena, en primer lugar. Y luego, interesante para observar la evolución del cine de ciencia ficción.

Lo único realmente lamentable es su final, desganado, sin chispa, en un anti-clímax absoluto que resuelve de muy mala forma Crichton.

Premios:

Finalista: