El basurero
El basurero | |
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Autor: | Ray Bradbury |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Garbage Collector |
Revista o libro: | The Nation |
Editorial: | Se desconoce |
Fecha | 19 de marzo de 1953 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Las doradas manzanas del Sol (Antología) |
Otros datos: | |
Saga: | |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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Ray Bradbury (1953)
Una historia muy corta con escasos argumentos para ser considerada ciencia ficción, más centrada en el realismo. Incluso el suceso desencadenante tiene una apariencia absolutamente realista: una noticia en el Boletín de Defensa Civil del Times de Los Ángeles, el 10 de diciembre de 1951.
El protagonista es un basurero de esta ciudad. Los primeros párrafos los emplea Bradbury para describir su trabajo y mostrarnos que no es tan malo como a priori pudiéramos imaginarnos. De hecho, el hombre parece moderadamente feliz con el mismo, lo considera un buen trabajo, en el que él es su propio jefe y que le permite trabajar al aire libre.
Pero, algo sucede un día que cambia la percepción que el basurero tenía del trabajo. Bradbury se toma un tiempo para que compartamos la consternación del hombre antes de aclararnos qué ha sido. De regreso a casa le dice a su mujer que algo ha sucedido en el trabajo y le muestra la noticia del Times.
En ella se indica que van a instalar radioemisoras en todos los camiones de la basura.
En un principio, la mujer no entiende qué hay de terrible. Luego el hombre le explica que es para que en caso de guerra atómica puedan ser rápidamente movilizados para acudir a retirar los cadáveres.
Por un instante la mujer indica que le parece una idea razonable, hasta que comprende las implicaciones.
Su marido, que hasta entonces había retirado simple basura, que apreciaba su trabajo y trataba de hacerlo de la manera más profesional posible, en caso de guerra (y en ese momento, debido al anuncio, parece una situación muy posible) tendría que recoger cadáveres y apilarlos en el camión...
- "-¡Están bromeando!"
Bradbury no se adentra en los horrores de la guerra o del holocausto nuclear. Su pericia como narrador consigue que todo ello no haga falta. Como siempre, su dardo va dirigido hacia el hombre común y la vida cotidiana. No habla de grandes gestas y esfuerzos heroicos, sino de mínimas implicaciones que por afectar a aquello que tenemos asimilado como habitual crean un poderoso contraste.
La pequeña tragedia parece tan real que al lector casi se lamenta de no poder disponer de un ejemplar del mencionado Times de ese día para poder confirmar que fue una invención de Bradbury.