Atomic Robo
| Atomic Robo | |
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| Datos de publicación: | |
| Título original: | Atomic Robo |
| Fecha de publicación: | 1 de octubre de 2007 |
| Guión: | Brian Clevinger |
| Dibujo/Tinta: | Scott Wegener |
| Color: | Ronda Pattison, Nick Filardi |
| Editorial: | Red 5 Comics |
| Otros datos: | |
| Premios obtenidos: | |
| Otros datos: | Web oficial |
Brian Clevinger y Scott Wegener (2007 - )
Atomic Robo es un cómic de aventuras protagonizado por el personaje que da nombre a la obra, Atomic Robo, un robot de inteligencia automática construido por Nikola Tesla.
Tabla de contenidos
El argumento:
La base del cómic es el planteamiento de una ucronía según la cual Nikola Tesla habría desarrollado un conjunto de tecnologías que le habrían permitido no sólo construir un cuerpo robótico, sino además dotarlo de una “inteligencia automática” que lo equipararía a un ser humano, todo ello allá por el año 1923.
El punto de partida de la serie es el reclutamiento de Robo por parte del ejército norteamericano en 1938, asignándole una misión encubierta para infiltrase y destruir una base nazi secreta situada en el Himalaya donde se experimentaría con algún poderoso arma.
El cómic:
Las wunderwaffe (las armas maravillosas nazi) son un tema recurrente en el cómic, que también tiene como personajes habituales a Charles Hoy Fort, Thomas Alva Edison o al mismísimo H.P. Lovecraft,para plantear un mundo de ficción donde se entremezcla la historia verdadera, la nueva mitología tecnológica y otras historias de ficción, como los mitos del Cthulhu del mencionado Lovecraft.
En general, el universo planteado está construido por una acumulación de referencias, siguiendo la estela de un tipo de historia postmoderna que reinterpreta la ficción antigua a un nivel popular. Estamos hablando de obras ingeniosas como La liga de los hombres extraordinarios (Alan Moore, 1999) o Planetary (Warren Ellis y John Cassaday, 1999). De hecho, la serie ha sido varias veces descrita como una versión ligera de Hellboy (Mike Mignola, 1994) y las semejanzas con estas dos últimas series son muy evidentes.
El resultado es un cómic de aventuras, sin complicaciones emocionales, pero efectivo y muy entretenido.
Si algo se le puede achacar a Atomic Robo sería, precisamente, esta superficialidad emocional de los personajes principales, desde el propio Robo al resto de secundarios, casi meros figurantes.
En este sentido, hay que señalar la intención declarada de los autores de renunciar deliberadamente a la tendencia existente en el mainstream de usar la angustia vital de los protagonistas como motor de la historia. Este recurso, utilizado en la época de regeneración del cómic como método de humanización de unos héroes que se habían vuelto distantes para el gran público, ciertamente ha sido sobreutilizado en las últimas décadas.
Mención especial merece el sexto número de la serie: "El fantasma de la estación X", dotado de un gran pulso narrativo y en el que Robo, un personaje ya perfectamente definido gracias a los números anteriores, nos ofrece un faceta ligeramente más trágica e incluso oscura.
Volúmenes de la serie:
- Atomic Robo and the Fighting Scientists of Tesladyne
- Atomic Robo and the Dogs of War
- Atomic Robo and the Shadow From Beyond Time
- Atomic Robo and Other Strangeness
- Atomic Robo and the Deadly Art of Science
- Atomic Robo and the Ghost of Station X
- Atomic Robo and the Flying She-Devils of the Pacific
Premios:
Obtenidos:
Finalista:
- 2008: Premio Eisner (Estados Unidos) a mejor serie limitada por el volumen 1
- 2008: Premio Eisner (Estados Unidos) a mejor color
- 2012: Premio Eisner (Estados Unidos) a mejor serie limitada por el volumen 6
