Autómata
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Autómata | |
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Ficha técnica | |
Título original: | Autómata |
Nacionalidad: | España |
Estreno 1: | 20 de septiembre de 2014 |
Duración: | 110 min. |
Ficha artística | |
Dirección: | Gabe Ibáñez |
Guión: | Gabe Ibáñez, Javier Sánchez Donate, Igor Legarreta |
Producción: | Productora: Vértice 360, Quinta Communications, Green Moon |
Fotografía: | Alejandro Martínez |
Música: | Zacarías M. de la Riva |
Reparto: | Antonio Banderas, Birgitte Hjort Sørensen, Melanie Griffith, Dylan McDermott, Robert Forster, Tim McInnerny, Andy Nyman, Dadid Ryall, Andrew Tiernan |
Información suplementaria | |
Otros datos: | No hay otros datos |
Imdb: | Ficha en Imdb |
Notas: | |
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Gabe Ibáñez (2014)
Gabe Ibáñez (2014)
Las premisas:
La película comienza presentando un escenario de apocalipsis ecológico en el que la Tierra ha sido asolada por tormentas solares y el 97% de la población ha sido diezmada. Se nos cuenta también que en el pasado se confiño la contención del desastre a unos robots cuya intervención, sin embargo, resultó fallida.
Tras este comienzo la película nos presenta un tópico paisaje ciberpunk, con su estética oscura de una ciudad contaminada y lluviosa sobre cuyos edificios abundan gigantescos hologramas.
Sobre este escenario tan tópico la película narra la investigación que Jack Vaucan, un empleado de la compañía robótica ROC, realiza sobre unas unidades robóticas alteradas, algo que en principio parece imposible.
Sin embargo, lo que parecía una investigación a la búsqueda de un relojero, un técnico que altera las unidades robóticas para otros fines, pronto le lleva por derroteros mucho más peligrosos e inquietentes.
La película:
La película es un refrito de muchas ideas y tópicos habituales en la ciencia ficción: los protocolos de los robots están claramente inspirados en las tres leyes de la robótica de Asimov, los escenarios urbanos son una copia indisimulada de Blade Runner (Ridley Scott, 1982), los robots, inquietantes y patéticos a un tiempo, recuerdan a la versión cinematrográfica de Yo, robot (Alex Proyas, 2004) o a Inteligencia artificial (Steven Spielberg, 2001), los muros que mantienen a los más miserables alejados del interior de unas ciudades también distópicas recuerdan a la Megacity One de Juez Dredd...
Los clichés no se limitan a los escenarios, sino que los mismos personajes sen estereotipos planos sin profundidad alguna, lo que resta todo mérito a un trabajo actoral que apenas existe.
Hay que reconocer que no todo es negativo. La realización de la película, sus decorados, los diseños de producción, los escenarios y, en general, todo el aspecto visual está bien diseñado y ejecutado.
Incluso el giuion no empieza mal, con lo que parece una investigación de cine negro tan tópica como todos los demás elementos, pero que parece bien llevada.
Sin embargo, en el momento en el que la historia adentra a los personajes en el desierto, la trama policiaca se pierde y la película se pierde en derroteros que le vienen grandes y se alarga innecesariamente. Haber recortado veinte minutos de esta segunda mitad habría dejado la película en un metraje de hora y media que, dado que no aporta nada nuevo, quizá habría conseguido resultar entretenida.
En resumen, una película prescindible.