Star Trek V: La última frontera

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Star Trek V: La última frontera
Ficha técnica
Título original: Star Trek V: The Final Frontier
Nacionalidad: EE.UU.
Estreno 1: 9 de junio de 1989
Duración: 107 min.
Ficha artística
Dirección: William Shatner
Guión: William Shatner, Harve Bennett y David Loughery (basada en la serie creada por Gene Roddenberry y Alan Dean Foster)
Producción: Harve Bennett... para Paramount
Fotografía: Andrew Laszlo
Música: Jerry Goldsmith
Reparto: William Shatner (Almirante Kirk), Leonard Nimoy (Capitán Spock), DeForest Kelley (Dr. Leonard McCoy), Nichelle Nichols (Niota Uhura), James Doohan (Montgomery Scott), Walter Koenig (Pavel Chekov), George Takei (Hikaru Sulu), Laurence Luckinbill (Sybok)...
Información suplementaria
Otros datos: No hay otros datos
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

William Shatner (1989)

William Shatner (1989)

La película:

Esta es generalmente reconocida como la peor entrega de la saga y sin embargo no tiene, en términos generales, ni un peor guión ni peores actuaciones que la media. Sin embargo, aunque la idea general del guión no sea mala –de hecho se ha convertido en un clásico- la resolución de diversas situaciones particulares o la inclusión de escenas superfluas y ajenas a la trama, empobrecen mucho la impresión del espectador en cada momento y dejan la sensación de haber sido diseñadas sin gracia ni ingenio, preparadas como una sucesión de ideas triviales de pretendida hondura.

Por ejemplo, comienza la película con una escena inicial bastante sugerente, donde aparece una especie de monje de poderes mentales extraordinarios que será el antagonista del capitán Kirk. Tras esta presentación tomada de prestado de La guerra de las galaxias, pasamos sin ninguna consideración a asistir a una muy aburrida acampada de los personajes principales, Kirk, Spock y McCoy. Estos pierden preciosos minutos de metraje arrojándose sandeces y sensiblerías unos a otros, más propias de un telefilm de media tarde, para ser inmediatamente reclamados en misión urgente al servicio del Enterprise que, como siempre, necesita millones de ajustes para el justo lucimiento de Scotty.

Lo absurdo de la escena de la acampada (donde también estaban perdidos Chekov y Sulu, aunque al parecer por separado del trío calavera) y lo vulgar de la concatenación de excusas para arriesgar una nave que malfunciona en una misión peligrosa, empiezan a consternar a cualquiera.

Iremos descubriendo otra serie de trucos facilotes y por eso mismo de mal gusto. El malo es hermano de Spock; los buenos serán capturados y se escaparán, eso sí, de nuevo con la inestimable ayuda de Scotty que, como su barriga no le deja correr, será oportunamente noqueado en una escena graciosita; sabremos que existe una Gran Barrera en el centro de la galaxia, infranqueable, que será franqueada sin excesivos problemas por DOS naves. Y tras esta Gran Barrera, nos estará esperando Dios, que resultará ser (obviamente) un falso dios y luego un mero prisionero hecho, al parecer, de energía.

La existencia de este prisionero y su porqué hubieran sido un tema realmente interesante. ¿Qué hace tras la Gran Barrera? ¿Quién le puso allí? ¿La Gran Barrera es una formación natural o una colosal cárcel diseñada para tal ente? Estaríamos hablando de alienígenas antiguos y poderosos, ¿no hay otros rastros suyos por la galaxia?

Pero nada de todo eso se aborda aquí. La falta de curiosidad científica de la tripulación, la asunción de hechos sin apenas cuestionarlos, incluso su gran credulidad religiosa, son decepcionantes.

En definitiva, una idea interesante en manos de guionistas poco hábiles o demasiado simples, una posible historia de ciencia ficción convertida en una aventurilla intrascendente.

En el lado positivo:

Merece la pena destacar las únicas presencias femeninas en la película, todas ellas en papeles de adorno. Bueno, el que hayan sido relegadas a mujeres florero no es -ciertamente- positivo, pero su mera presencia sube el nivel estético de un producto estereotipado.

Por una parte, nos encontramos con el memorable baile de la comandante Uhura, interpretado por una Nichelle Nichols de 57 años bien llevados. Su pelo canoso acentúa el contraste de una escena a contraluz (gran iluminación en la misma) donde seduce a un puñado de harapientos colonos a la luz de la luna.

La bellísima Cynthia Gouw, por su parte, aporta su mera presencia a través del personaje de Caithlin Dar, la representante romulana en el planeta Nimbus III. Y cuando decimos mera presencia, queremos decir exactamente eso. Realmente, no tiene papel, su personaje podría haber sido olvidado en el rodaje y nadie se hubiera dado cuenta.

Por último, la mucho más relevante Spice Williams, afamada especialista para escenas de acción, luce su duro trasero y otras partes de su cuerpo embutidas en ajustado uniforme de cuero como la oficial klingon Vixis, un papel mucho más lucido donde incluso se puede disfrutar de su melodiosa voz... en la única ocasión en que no habla klingon.

Una película de amiguetes:

Y es que el guionista y director no es otro que William Shatner, quien, quizás enamorado de su personaje, es incapaz de ampliar su visión más allá del mismo. Le ocurrió lo mismo a Leonard Nimoy en la tercera entrega, pero pareció mejorar ciertamente sus aptitudes como director y guionista en la siguiente ocasión.

En definitiva, no es extraño toparse con un producto tan flojo, cuando los pretendidos profesionales son en realidad directores y guionistas amateurs y fans de sí mismos. Un producto hecho por y para trekkies.

Premios:

Esta película ha sido etiquetada como el desastre de Shatner. Algo que resulta obvio cuando se comprueba que no obtuvo ni fue nominada para ningún otro premio que los Razzie, los anti-Oscar. Hemos de decir que todos los obtenidos por William Shatner fueron merecidos, pero que también hubiera debido ganar en la categoría de guión. La interpretación del Doctor McCoy, aunque vomitiva, puede ser achacada no tanto a la ineptitud del actor como a la impropiedad de sus escenas, culpa una vez más de los guionistas.

Obtenidos:

  • 1990: Razzie a peor película
  • 1990: Razzie a peor director (William Shatner)
  • 1990: Razzie a peor actor (William Shatner)

Finalista:

  • 1990: Razzie a película de la década
  • 1990: Razzie a peor guión (David Loughery, William Shatner y Harve Bennett)
  • 1990: Razzie a peor actor de reparto (DeForest Kelley)

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