Fanfiction
El (o la) Fanfiction son, tal y como demuestra la etimología de la palabra, relatos o cómics basados en personajes de ciencia ficción realizados por los fans de dicho personaje.
El término "fanfiction" tiene su origen antes de 1965, si bien en aquel entonces se refería, en general, a los textos escritos por fans y publicados en fancines; la acepción de la palabra, por lo tanto, habría cambiado desde entonces.
En el origen de su acepción actual, de historias basadas en personajes ya existentes de obras escritas por profesionales, se encuentran en historias escritas por fans de Star Trek y publicadas en revistas como Spokanalia. Desde entonces, y debido una mayor facilidad de publicación (especialmente en la era de Internet), el fanfiction ha ido popularizándose y expandiéndose.
Aunque existen obras de autores basadas en personajes de otros (por ejemplo El originista (1989) de Orson Scott Card, basado en el universo de la Trilogía de la Fundación), estas obras no serían fanfiction en el sentido estricto, pues serían obras de profesionales que habrían adquirido derechos de autor para continuar una saga o que, incluso, como en el caso de El originista, habrían sido expresamente encargadas para una determinada publicación conmemorativa.
Existen también obras de profesionales en las que se entrecruzan historias de dos personajes o sagas diferentes (p.e., en Batman: El regreso del Caballero Oscuro (1986) el personaje de Batman se enfrenta a Clark Kent); son lo que se denomina crossovers. Sin embargo, y por el mismo motivo (son realizadas por profesionales con autorización, cuando no encargo, del propietario de los derechos de la obra original), no son fanfiction.
Fanfiction y derechos de autor:
En casi todos los países, el propietario de los derechos de una determinada obra tiene derechos también sobe las obras derivadas de ésta. Aunque existe cierta controversia acerca de hasta qué punto una obra de fanfiction es una obra derivada de la original, las similitudes son tales que permiten, sin duda, hacer frente legalmente a los autores.
Este es el caso de Lucasfilms, que se ha querellado en ocasiones contra obras de fanfiction basadas en su Saga de Star Wars.
Por otro lado, hay autores que no consideran que el fanfiction haga un daño real a su obra y que la permiten, opinando incluso puede llegar a popularizarla. De esta forma, Douglas Adams, autor de la Guía del autoestopista galáctico (1978, para la radiocomedia), tolera el fanfition hasta el punto de reconocer que se ha basado en él para algunas escenas de sus libros.