Otras definiciones de ciencia ficción

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Revisión de 13:59 28 ene 2009 por Venom (Discusión | contribuciones) (Cambios científicos y su influencia social:)

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"La ciencia ficción es un género que desarrolla su argumento de forma coherente con unas premisas pretendidamente plausibles con los conocimientos científicos que se poseen en la época en que se creó la obra y que, o bien difieren notablemente de algún aspecto concreto de la realidad tal y como es (o de su pasado tal y como fue), o bien sugieren un hipotético futuro derivado de tal realidad."

No todos estarían de acuerdo con esta minuciosa descripción que hemos tratado de aportar. De hecho, reconocidos autores del género han propuesto otras definiciones a veces mucho más escuetas y con frecuencia más intuitivas.

¿Por qué es tan difícil definir lo que es ciencia ficción? Es indiscutible que todavía no se ha llegado a un consenso al respecto. Cada autor (y cada aficionado) tiene diferentes percepciones de lo que debería ser considerado dentro del género y lo que no lo está. Para Alt64-wiki, Frankenstein o El perfume son ejemplos de buena ciencia ficción que para muchos otros expertos suponen un atentado a sus creencias. En contrapartida, nos parece observar que la mayoría de la Space Opera, que para muchos, con sus naves espaciales y armas láser es el ejemplo perfecto de la ciencia ficción, apenas difiere de la fantasía. Y aún así, no podemos rechazar a las maravillosas Crónicas marcianas de Ray Bradbury.

Hay muchas ideas diferentes, pero también hay conceptos que se repiten, constantes que nos permiten intuir la tendencia social que define qué es ciencia ficción:

Futuro:

Parece indudable que si una obra se desarrolla en el futuro, estamos hablando de ciencia ficción y así lo han estimado algunos reconocidos especialistas.

"Las historias de ciencia ficción son aquellas que transcurren en el futuro."
"Una historia que trata de un mundo cambiado que aún no se ha hecho realidad."
John Clute (1940 - )

Pero, ¿y la ciencia ficción ambientada en el pasado? ¿Existe? Sí, y basta mencionar dos géneros con mucha fuerza: Los viajes en el tiempo y las ucronías. Se puede aducir que el viaje en el tiempo parte normalmente de un logro futuro que lo posibilita; pero no es necesariamente así. A veces resulta que el ficticio inventor de la máquina del tiempo comparte nuestras coordenadas temporales, como el primero y más famoso de H.G. Wells, un hombre de su tiempo cuya historia es verosímil incluso situándola en el pasado.

Respecto a las ucronías, todas ellas toman como inflexión un punto del pasado, ese punto Jonbar que supone el cambio crucial que llevó a Roma a prevalecer en Europa (Roma eterna, Robert Silverberg, 2003) o a la II República a ganar la guerra civil (El coleccionista de sellos, César Mallorquí, 1996).

Así pues, la relación entre futuro y ciencia ficción puede no ser una relación biunívoca. Ambientar una obra en el futuro puede ser condición suficiente, pero quizás no condición necesaria.

Cambios científicos y su influencia social:

Afinando un poco más esa primera aproximación, los autores han creído entender que no se trataba del futuro en sí, sino de los cambios científicos y tecnológicos que lleva aparejada la continua evolución, y de cómo estos cambios afectarían a la sociedad.

Es muy conocida la definición aportada por el Asimov, retocada o adaptada a la idiosincrasia particular de cada autor que ha intentado atacar este tema:

"La ciencia ficción es la rama de la literatura que trata sobre las respuestas humanas a los cambios en el nivel de la ciencia y la tecnología."
Isaac Asimov (1920 - 1992)
"Un relato en prosa cuyo tema es una situación que no podría presentarse en el mundo que conocemos, pero cuya base es la hipótesis de una innovación de cualquier orden, de origen humano o extraterrestre, en el campo de la ciencia y la tecnología, o, si se quiere, de la pseudociencia o de la pseudotecnología."
Kingsley Amis (1922 - 1995)
"Con este término designaremos a aquella clase de narrativa en cuya trama argumental, y como elemento esencial de la misma, aparezcan descubrimientos científicos, imaginarios o reales, en torno a los cuales gire la acción de la novela."
Juan José Millas (1946 - )
"Género de obras literarias o cinematográficas, cuyo contenido se basa en hipotéticos logros científicos y técnicos del futuro."
Diccionario de la Lengua Española (22ª edición)

El que haya llegado a ser incluso la definición oficial de la Academia de la Lengua dice mucho a favor de su aceptación popular. Casi con certeza, la mayoría de los usuarios de la lengua aceptan esta relación.

Hay que tener en cuenta que esta definición tiene sus orígenes en plena edad de oro por lo que hay que entenderla en su contexto, una época en la que se habían visto avances ciertamente prodigiosos que pensaban que cambiarían radicalmente el mundo, influyendo y transformando la sociedad en muy pocos años. Este era el sentimiento que inspiraba la mayoría de las obras producidas, pero a medida que el género fue madurando, esta concepción también evolucionó y progresivamente se fue desvinculando de la noción de futuro.

La tendencia posterior que siguieron los autores de la nueva ola es la de reflejar las innovaciones en la sociedad actual, la representación de un conflicto inminente, no la exploración de una adaptación consumada.

Como expone Robert J. Sawyer en su conferencia de entrega del premio UPC de 1999, el escritor de ciencia ficción cumple la misión de advertir sobre las posibles consecuencias de los cambios, de cuestionar y mostrarse escéptico ante los mismos, visión compartida por William Gibson que dice que:

"La labor de un escritor de ciencia ficción consiste en ser profundamente ambivalente en los que respecta a los cambios tecnológicos."
William Gibson (1948 - )

Es decir, se realiza una definición del género a partir de la función que cumple en la sociedad. Si el escritor de ciencia ficción es aquel que advierte sobre las posibles consecuencias de los avances científicos, la ciencia ficción es el género que especula sobre los cambios en la sociedad provocados por dichos avances. El futuro, entendido como los sucesos que ocurrirán dentro de cierto tiempo, ya no es la seña de identidad básica del género, sino que lo es el cambio, y más aún, la posibilidad de cambio.

Así, por ejemplo, el escenario de Flores para Algernon (Daniel Keyes,1966) no difiere en nada del año en que fue escrita. Y eso por no hablar del emergente género de la ucronía, que se desvinculaba ya definitivamente de la noción de futuro para especular directamente con cambios en el pasado y cómo estos habrían modificado nuestra sociedad presente, como en el caso de El hombre en el castillo (Philip K. Dick, 1962).

La literatura de la ciencia

Especulación:

Pero, claramente, los ejemplos antes propuestos no cumplen tampoco la premisa de tratar acerca de cambios científicos o técnicos y analizar su influencia en la sociedad (actual o futura). La novela de Keyes podría cumplir estos requisitos si se forzara el espíritu con que fue escrita (el núcleo de la misma no es el avance científico ni el cómo influye en la sociedad, sino el cambio en la percepción del protagonista y en quienes le conocen), pero el juego de Dick no implica a la tecnología en ningún ámbito.

Y sin embargo, son dos grandes obras de ciencia ficción. Si la condición sine qua non no es el futuro, sino que puede ser incluso el pasado; y tampoco los cambios científicos, pues pueden ser históricos o políticos (recordemos 1984); y tampoco su influencia en al sociedad, pues puede hablar de la influencia sobre un único individuo… ¿qué es lo que queda entre todas estas obras como común denominador?

Tomemos por ejemplo esta definición, mucho más moderna:

"La ciencia ficción es un género de narraciones imaginarias que no pueden darse en el mundo que conocemos, debido a una transformación del escenario narrativo, basado en una alteración de coordenadas científicas, espaciales, temporales, sociales o descriptivas, pero de tal modo que lo relatado es aceptable como especulación racional."
Eduardo Gallego (1962 - ) y Guillem Sánchez (1920 - )

Es decir, cualquier tipo de cambio “racional” (nada de magia) para servir como especulación. Y especular es su razón de ser, pues aunque la ciencia ficción puede ser en ocasiones descriptiva (véase la ciencia ficción dura) su contenido lúdico la aleja de los manuales para depositarla en el terreno de la imaginación.

Racional:

En la mencionada conferencia de Sawyer, el canadiense aportaba las funciones que él estimaba que podía tener la ciencia ficción, como literatura de la ciencia. Crítica, instructiva, divulgativa, especulativa… Y con una capacidad de especulación sin límites, sin restricciones, pudiendo tener como objeto incluso la religión. Pero utilizando para ello el método racional.

Decía Sawyer que la ciencia ficción ha ayudado a implantar el espíritu crítico y que debe hacer lo mismo con el enfoque racional, debe convencer a la sociedad de su capacidad de comprender su entorno y ayudar a desterrar definitivamente los últimos restos de mitos heredados de épocas más oscuras.

Carlo Frabetti dice:

"Más aún que en su temática, el parentesco de la ciencia ficción con la ciencia estriba en su método, en su carácter eminentemente especulativo: partiendo de unas premisas imaginarias, contrafácticas (generalmente obtenidas por la extrapolación de la realidad actual), desarrolla sus consecuencias conservando la lógica del mundo ficticio creado."
Carlo Frabetti (1945 - )

Como vemos, ya son varios los autores que dan libertad en las premisas, pero se muestran inflexibles en su desarrollo. Esa sí parece la condición necesaria. Y la lista de autores y definiciones que han hecho hincapié en este detalle es abultada y se remonta a sus principios. Así:

"La fantasía trata de aquello que la opinión general considera imposible: la ciencia ficción trata de aquello que la opinión general considera posible bajo determinadas circunstancias."
Philip K. Dick (1928 - 1982)
"Es la literatura de la imaginación disciplinada".
Judith Merril (1923 - 1997)
"Las historias de ciencia-ficción son viajes extraordinarios a uno de los infinitos futuros concebibles."
Isaac Asimov (1920 - 1992)

Posible, imaginación disciplinada, concebible… El enfoque racional es y ha sido siempre el objetivo. Tratar de comprender nuestra sociedad, sus normas de evolución, prever sus cambios, prevenir los negativos y fomentar los positivos; pero también conocernos a nosotros mismos e incluso especular sobre los límites de nuestro conocimiento.

Conclusión:

En conclusión, de forma escueta, ciencia ficción es aquella literatura que plantea hipótesis, experimentos factibles o imaginarios, pero racionales, que nos permiten indagar sobre nuestro conocimiento de la realidad en cualquiera de sus aspectos.

No importa si este experimento lo situamos en el presente o en el futuro (incluso en el pasado) o si entre sus premisas incluimos el improbable contacto con una civilización extraterrestre (como muy bien señalaba Borges); lo que importa es que esas premisas sean plausibles y su desarrollo racional y que, durante el juego propuesto, aprendamos algo.

Pero como este viaje a través de las palabras es seguro que no ha convencido a todo el mundo, quedémonos con una última definición, esta sí, definitiva:

"Ciencia ficción es lo que se publica en las revistas y libros de ciencia ficción."
Norman Spinrad (1940 - )

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