Viaje vigésimo segundo
Viaje vigésimo segundo | |
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Autor: | Stanislaw Lem |
Otros títulos: | ' |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Podróż dwudziesta druga |
Revista o libro: | Sezam i inne opowiadania |
Editorial: | Iskry |
Fecha | Enero de 1954 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Diarios de las estrellas (1971) |
Otros datos: | |
Saga: | Saga de Ijon Tichy |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | Ficha en Lemopedia |
Notas: | |
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Stanislaw Lem (1954)
Viaje vigésimo segundo es un relato de Lem publicado originalmente en polaco en 1954, en la primera versión de Diarios de las estrellas contenido dentro de la antología de relatos Sezam i inne opowiadania.
En esta antología está acompañado por los relatos Viaje vigésimo tercero, Viaje vigésimo cuarto, Viaje vigésimo quinto y por El vigésimo sexto y último viaje, que sería retirado de la antología definitiva, todos ellos introducidos por un prefacio del profesor Tarantoga que se mantuvo en ediciones posteriores.
Se trata, por lo tanto, del primer relato de Ijon Tichy que fue presentado al lector, y el que sienta el tono para la mayor parte de lo que será la antología definitiva de 1971.
La trama:
Ijon Tichy está preparando una serie de objetos para exponer en una sala del museo dedicada a sus viajes. Uno de ellos, es una pluma estilográfica muy querida por Tichy. El relato narra cómo la perdió en el aeródromo de Satillina y su búsqueda para recuperarla en medio de una miríada de planetas prácticamente indistinguibles entre sí.
El relato:
La búsqueda de la pluma es el hilo conductor para, una vez más, presentarnos una serie de escenarios pintorescos, a medio camino entre la imaginación desatada, la ironía y la burla. De planeta en planeta, en busca de su pluma, se encuentra con personajes y situaciones notablemente absurdas. En su primer intento, por ejemplo, forma parte de un jurado examinador en el que se le pide al estudiante que demuestre por qué es imposible la vida el Tierra, a lo que responde con suma lógica. Tichy protesta, aduciendo que él mismo es terrestre, algo que se toman muy mal los habitantes del planeta.
En otra ocasión se encuentra con un padre misionero de una congregación que intenta evangelizar diversas culturas extraterrestres, sin gran éxito. Bien porque su fisiología hace incomprensibles o ridículos algunos de los dogmas de la fe católica, bien porque su psicología empuja hasta el absurdo algunas de estas asunciones, los alien no se prestan fácilmente a la evangelización y el padre misionero se encuentra desolado, incapaz de hacer su trabajo sin el consejo de la Santa Sede, de la que aguarda contestación a diversas dudas aparentemente irrelevantes.
Se trata, por tanto, de un nuevo relato satírico, que ataca aspectos como la religión estamentada o la rigidez de la instrucción en las escuelas, pero que no desarrolla esto más allá de unos dardos. El resultado es un anecdotario más que una narración, repleta de ironía, pero sin profundidad psicológica, carente de desarrollo o conflicto.