Diferencia entre revisiones de «Cyberpunk (Billy Idol)»

Revisión de 11:00 4 feb 2023

Billy Idol (1993)

Cyberpunk es un álbum conceptual del artista británico Billy Idol directamente inspirado en la pujante cultura ciberpunk que se desarrollaba en la incipiente internet comunitaria de finales de los años ochenta y principios de los noventa y, especialmente, en Neuromante (1984), de William Gibson, y otras obras de este subgénero, como Snowcrash (Neal Stephenson, 1992).

El álbun fue ferozmente criticado tanto por la industria musical como por gran parte del propio movimiento ciberpunk.

Una cierta corriente temática y el uso de varios interludios no musicales son los principales elementos que proporcionan al disco su caracter de obra conceptual, si bien la trabazón temática es más bien ambiental, incidental, y carece de una línea argumental.

Pistas:

1. Intro (Opening Manifesto)
2. Wasteland
3. Interludio (Pre-Shock)
4. Shock to the System
5. Tomorrow People
6. Adam In Chains
7. Neuromancer
8. Power Junkie
9. Interludio (That Which Beareth Thorns)
10. Love Labours On
11. Heroin
12. Interludio (Injection)
13. Shangrila
14. Concrete Kingdom
15. Interludio (Galaxy Within)
16. Venus
17. Then the Night Comes
18. Interludio (Before Dawn)
19. Mother Dawn
20. Recap (Outro)

Su relación con el ciberpunk:

Este trabajo fue pionero dentro de la industria musical en el uso de ordenadores y software para la producción. Idol, aún siendo un completo desconocedor del mundo informático, quedó fascinado por las posibilidades que del uso de estas tecnologías podía darse para la producción. Especialmente le interesaba la libertad que podía proporcionar al músico, que podía grabar desde casa y prescindir en gran parte del control de las industria. Este "hazlo tú mismo" es la idea que impusó el disco en un primer momento.

En este sentido, Idol reflejaba bien las aspiraciones del movimiento cibernético underground, y en varias entrevistas anticipó cómo la existencia de internet permitiría a los artistas relacionarse con los fans de manera más directa al tiempo que les liberaba físicamente, proponiendo formas de interacción telemática incluso con otros profesionales y artistas.

Como decimos, Idol era un "iletrado" tecnológico, lo que hizo que el trabajo levantara sospechas de oportunismo entre los usarios de la red. No obstante, el cantante había leido Neuromante años antes, pero durante la creación del disco se volcó en estudiar y entrar en contacto con la cultura ciberpunk, relacionándose con algunos de sus gurús y teóricos.

Una muestra es la pista de introducción al álbum, basada en el trabajo de Gareth Branwyn "Is There a Cyberpunk Movement?" (1992), que empieza así:

The future has imploded into the present. With no nuclear war, the new battlefields are people's minds and souls. Mega-corporations are the new governments, computer generated info domains are the new frontiers. Though there is better living between science and chemistry, we are all becoming slavebots.

El futuro ha implosionado en el presente. Sin guerra nuclear, los nuevos campos de batalla son las mentes y las almas de las personas. Las megacorporaciones son los nuevos gobiernos, los dominios de la información generados por ordenador son las nuevas fronteras. Aunque se vive mejor entre la ciencia y la química, todos nos estamos convirtiendo en robots esclavos.

Muchos vieron un genuino interés en este esfuerzo por aprehender la esencia del movimiento, apuntando a un elitismo adolescente como la razón de la mayor parte de las críticas que el disco y el artista recibieron desde el varios activos grupos en la red. El mismo Idol tuvo oportunidad de, como había anticipado, interactuar con estos antagonistas a través de los foros y fue objeto de ataques de spam a su correo electrónico, anticipando un paradigma no muy diferente al de las redes sociales décadas después.

Diferentes estudiosos tanto del movimeinto ciberpunk como de otros movimientos contestatarios, coinciden en su análisis de que aún siendo un producto bienintencionado, el disco de Idol es cuando menos superficial, centrado en el atractivo de algunos clichés. Para algunos, este es uno de los hitos que marca el final del movimiento ciberpunk, cuando sus ideas más llamativas empiezan a ser incorporadas y fagocitadas por la cultura popular, que se apropia de la estética.

La música:

Si bien el disco mantiene una fuerte esencia rockera, con guitarras pesadas en muchos de sus temas, el uso de software de edición musical posibilitó que los compositores principales (Idol, su guitarrista Mark Younger-Smith y el productor Robin Hancock) experimentaran con sonidos más electrónicos, con voces tintetizadas y fuertes influencias del rock electrónico e industrial.

Con estos elementos, resulta una obra no carente de interés, moderna y casi en la vanguardia musical del momento, en la que sobresale, como es habitual, la gran calidad y capacidad como cantante de Billy Idol. Sin embargo, los efectos y trucos terminan siendo un poco repetitivos y aunque ningún tema puede considerarse de baja calidad sí que adolecen de originalidad.

El único éxito indiscutible fue Shock to the System.