Diferencia entre revisiones de «Super 8»

Revisión de 18:02 10 mar 2015

J.J. Abrams (2011)

La trama:

La película está ambientada en el verano de 1979, fecha que se puede fijar con gran precisión ya que en un momento dado se oye en una televisión retransmitir la noticia del accidente nuclear de Three Miles Island.

En un pequeño pueblo de EE.UU. un grupo de niños rueda una película de zombis en formato super 8. Una noche, durante el rodaje de unas escenas en una estación en las afueras del pueblo, ocurre un extraño suceso: una furgoneta se sitúa sobre las vías a la llegada de un tren y lo hace descarrilar. Los niños corren al lugar del accidente y, entre los restos y descubren los restos de la furgoneta. El conductor es uno de sus profesores, que los insta a escapar advirtiéndoles de que no hablen con nadie de lo que han visto. Los niños huyen a punto de ser capturados por el ejército, que comienza a acudir al lugar del accidente.

Tras este primer suceso en el pueblo comienzan a desarrollarse acontecimientos extraños: los perros han huido del lugar, y se suceden misteriosas desapariciones de personas y objetos (decenas de hornos microondas, todos los motores de los coches de un concesionario...) mientras el ejército trabaja en el accidente de tren, retirando el material de los vagones sin dar ningún tipo de información a las autoridades locales.

Ajenos a todo esto, los niños continúan su rodaje de su película.

La película:

La película tiene un comienzo magnífico: un primer plano secuencia muestra a un operario de una acería retirando los números del cartel de días sin incidencias para poner un simple "1". El segundo plano cambia el escenario y muestra una típica vivienda unifamiliar en un día nevado. Por los vehículos aparcados sabemos enseguida que nos encontramos en un funeral y que alguien ha muerto en el mencionado accidente laboral.

Tras este principio, mínimo y expresivo, la acción pasa al interior de la vivienda, donde fragmentos de conversaciones nos van dando unas primeras pinceladas de los personajes y sus relaciones para, poco después, dar un salto de cuatro meses y trasladarse al verano y los días anteriores al accidente de ferrocarril, donde se desarrolla en núcleo de la trama.

La dirección es sobria, sin artificios ni tomas espectaculares (reservadas para las escenas de acción). El peso de la película recae sobre el guión, los diálogos, la construcción de los personajes y sus interrelaciones. Usando como vehículo el rodaje de la película en super 8, se nos muestra las inquietudes de un grupo de niños que se enfrentan a los primeros años de la adolescencia, algunos de ellos con situaciones familiares más o menos difíciles.

La acción se traslada poco a poco a los sucesos que sacuden el pueblo, a medida que el acontecimiento desencadenante de la historia va tomando una importancia argumental mayor. La película va así transformándose en una historia de acción que resuelve buena parte de la tensión de los planteamientos iniciales.

Un punto a reseñar es la ambientación de la obra al inicio de la década de los años 80, como si se tratara de un deliberado homenaje a su productor, Steven Spielberg. El esquema recuerda a otras películas de la época como E.T. (1982) o Los Goonies (1985) y toma sus señas de identidad como si estuviera aplicando un manual: niños preadolescentes, dificultades de comunicación paterna, ensalzamiento de la edad dorada de la amistad, enfrentamiento a acontecimientos extraños, sentido de la maravilla, el ejército visto como una coacción a la libertad, el lado humano del monstruo…

La esperada catarsis se resuelve según lo estipulado, dejando un final excesivamente abrupto. Este fallo se atenúa con la inclusión, intercaladas con los títulos de crédito finales, de las escenas de la película en super 8 de los chicos, ya terminada, un divertido contrapunto que permite hacer una relectura de la obra como ejercicio de metacine.