Diferencia entre revisiones de «La conjura contra América»

Revisión de 12:11 9 nov 2016

Philip Roth (2004)

La conjura contra América es una novela falsamente autobiográfica del reconocido autor americano Philip Roth, una ucronía en la que narra su experiencia siendo niño a principios de los años cuarenta, en unos Estados Unidos con un gobierno aislacionista que fomenta el antisemitismo.

Historia alternativa:

Roth parte de la idea de que Franklin Delano Roosevelt perdería la reelección para un tercer mandato en 1940, frente al inesperado candidato republicano Charles Lindbergh (el famoso aviador que cruzó por primera vez el Atlántico en solitario).

Lindbergh era una figura que hoy en día puede causar cierta controversia. Por una parte, era un auténtico héroe americano, idolatrado por las masas. Por otro, antes de la Segunda Guerra Mundial, comenzó a mostrar su simpatía por las ideas antisemitas e incluso su admiración por Hitler.

Sin embargo, puesto en su contexto, hay que recordar que aquellos Estados Unidos no estaba libres de este tipo de odio racial: existía un fuerte movimiento fascista americano del que el propio Lindbergh se hizo portavoz (America Primero) que entre su principales consignas estaba la de no involucrase en la guerra europea.

Lindbergh nunca tuvo intención de presentarse como candidato republicano y Roosevelt (que mostraba un abierto rechazo al fascismo) ganó por amplia mayoría. Aún así, necesitó meses de calculadas maniobras para convencer a sus conciudadanos de ayudar al bando aliado, y un ataque japonés directo para involucrase finalmente en la guerra.

En efecto, de haber tenido un opositor aislacionista de prestigio en el bando republicano, es posible que no hubiese obtenido su tercer mandato; pero el carisma de Roosevelt y el reconocimiento de su buen hacer para sacar al país de la depresión (lo que fue el New Deal) eran objetivos difíciles a batir.

Hay que advertir al lector, no obstante, que Roth tiende a cierto maniqueísmo en esta oposición Lindbergh-Roosevelt. Roosevelt no fue tampoco el adalid de los judíos que parece en la obra, y navegó entre dos aguas con este mal denominado “problema judío”. En este sentido, es interesante comparar esta historia con El sindicato de policía yiddish (Michael Chabon, 2007), una ficción más ecuánime con la figura del presidente.

La novela:

Roth estructura la obra en base a dos ideas: el desarrollo de una política nacional aislacionista y gradualmente antisemita y sus vivencias infantiles como judío en un ambiente crecientemente hostil.

Esta segunda idea trabaja en realidad para la primera. La prosa de Roth (en frases fluidas y casi interminables), el modo de plasmar el asombro infantil que apenas consigue distinguirse del horror, sus pinceladas de humor, la continua adición de anécdotas y la miríada de detalles domésticos, el sorprendente uso del discurso interior, todo ese minucioso tejido de pequeñas verdades contribuye a reforzar el pacto de ficción. La historia narrada tiene un ambiente tan real que los acontecimientos políticos, aunque puedan parecer imposibles, terminan pareciendo igualmente reales. Realidad y ficción se han imbricado tan perfectamente que son indistinguibles.

La conjura contra América:

Aunque el título parece tomado prestado de algún panfleto alarmista, resulta especialmente adecuado para esta obra a varios niveles.

Sin embargo, uno de los más interesantes es la defensa que hace Roth, a través de sus personajes, de los fundamentos americanos de la libertad, sus famosas diez enmiendas de la Carta de los Derechos. Bajo esas premisas, la persecución de los judíos en Norteamérica debería ser imposible. De forma bastante clara, la novela es una oda a esta idea de libertad y democracia que Roth identifica con el auténtico estadounidense.

Así, esa conjura contra América sería la conjura fascista, que desea romper la pretendida igualdad entre todos los hombres.

Un nivel más allá, y especialmente en los puntos en los que se describe el vaivén político de la masa de votantes, manipulados por los diversos grupos de poder, parece que Roth establece una segunda conspiración, más insidiosa, la de los políticos corruptos que corrompen incluso el sistema que parecía tan perfecto. ¿De qué sirve la libertad formal si las presiones y la manipulación pueden convertirnos en peleles sujetos a fuerzas que no podemos dominar?

Este aspecto, la de la manipulación de los votantes mediante triquiñuelas emocionales, parece dejar entrever un tercer nivel de conspiración, la de los propios americanos contra sus libertades, incapaces de hacer un análisis crítico de las intenciones subyacentes.

Parece que Roth quiere dar a entender que lo que consideramos firme historia, sesudamente explicada a posteriori, es alarmantemente aleatoria, que podría haber sido muy diferente sin necesidad de hacer grandes cambios en las premisas (un auténtico efecto mariposa); pero, esta posibilidad queda arruinada en el final de la novela, una concesión, precipitado e inconsecuente.

Conclusión:

Una excelente novela, pese a su final mal rematado. Desarrolla las premisas con inteligencia e induce a la reflexión al tiempo que permite disfrutar con la historia de la familia Roth y sus fuertemente diferenciados caracteres. Una narración a caballo entre el horror a punto de desencadenarse y el asombro de un niño al descubrir que los adultos son falibles seres humanos.

Premios:

Pese a las buenas críticas que la novela obtuvo en el circuito convencional, no tuvo una especial acogida entre los aficionados a la ciencia ficción.

Obtenidos:

• 2004: Premio Sidewise de Historia Alternativa de novela
• 2005: Premio James Fenimore Cooper a la mejor obra de ficción histórica

Finalista:

• 2005: Premio Locus a mejor novela de ciencia ficción (puesto 11)
• 2005: Premio John W. Campbell Memorial