La resaca es el resultado de la intoxicación del organismo, provocada por la ingesta de una dosis excesiva del alcohol.

Se caracteriza por dolor de cabeza, fatiga, sed intensa, ardor de estómago, malestar general, visión borrosa, acidez estomacal, anorexia, temblores, diarrea, mareos, náuseas e incluso vómito. También se produce una disminución del rendimiento laboral, de la capacidad cognitiva y de las habilidades visuales-espaciales.

El alcohol es absorbido rápidamente por el torrente sanguíneo, con mayor celeridad dependiendo de la cantidad y tipo de comida que haya en el estómago. Por ejemplo, los alimentos ricos en carbohidratos y grasas ralentizan la absorción mientras que bebidas alcohólicas carbonatadas o efervescentes como el cava se absorben rápidamente.

A partir de este punto comienza a presentarse la intoxicación etílica, delatada por unos indicios externos fácilmente identificables.

El alcohol en exceso inhibe las funciones de la región frontal, por lo que disminuye la memoria, la capacidad de concentración y el autocontrol. Además, se inhibe la acción del sistema nervioso central por lo que hay un retardo en las funciones motoras como dificultades para caminar o para reaccionar ante estímulos exógenos.

Aumenta levemente la actividad del corazón, se acelera el pulso, se incrementa el flujo de sangre, provocando sudoración, y se acelera la respiración.

Por qué se produce la resaca:

La resaca es debida a los procesos metabólicos del hígado, la disminución del azúcar en sangre y los efectos diuréticos del alcohol.

En el hígado el etanol se transforma en acetaldehido y luego en acetato. Por su parte, el metanol se transforma en ácido fórmico. Los efectos de estos metabolitos son náuseas, vómitos y dolor de cabeza.

En muchos casos no es sólo el alcohol lo que nos provoca la resaca, sino aditivos propios de cada bebida. Las bebidas alcohólicas oscuras contienen sustancias tóxicas propias del proceso de fermentación. Estas sustancias le dan sabor y color, pero contribuyen a empeorar la resaca. Un riguroso proceso de destilación filtra un elevado porcentaje de sustancias tóxicas con lo que disminuye el peligro de sufrir resaca.

El alcohol acelera la transformación de glucógeno (que se encarga de almacenar el azúcar en el hígado) en glucosa y ésta se elimina de forma más rápida. Se produce una disminución de los azúcares presentes en la sangre, lo que provoca una sensación de debilidad y agotamiento físico.

El alcohol inhibe la vasopresina, una hormona responsable de mantener el balance de los líquidos en el cuerpo, ordenando al riñón que reabsorba agua de la orina. Éste comienza a eliminar más agua de la que ingiere provocando que el organismo la busque en otros lugares. Así, las meninges (membranas que cubren el cerebro) pierden agua y aparece el dolor de cabeza.

Las molestias gástricas son debidas a irritaciones en la mucosa del estómago producidas principalmente por el etanol.

Mitos acerca de la resaca:

Es completamente contraproducente tomar más alcohol durante la resaca. El alcohol es la sustancia toxica que ocasiona el malestar, por lo que esta conducta sólo puede agravar el cuadro.

Ingerir una cucharada de aceite antes de beber supuestamente reduce la absorción gástrica de alcohol. Esto no es cierto, ya que la mucosa gástrica no queda completamente cubierta y la parte libre absorbe el alcohol a la misma velocidad.

Otro mito es que las pastillas de vitamina B6 tomadas antes o después de beber evitan la resaca, pero para que el efecto de esta vitamina sea apreciable hay que aplicarla por vía intramuscular.

Cómo evitarla:

La mejor forma de prevenir la resaca es no beber o beber muy poco. Se debe de beber a un ritmo en el que el organismo pueda eliminar el alcohol de forma suficiente. Comer cuando se está bebiendo retarda la absorción de alcohol.

Hay que evitar las bebidas más oscuras. Nunca ingerir alcohol con el estómago vacío. Alternar el alcohol con jugos de frutas y beber agua para evitar la deshidratación.

Cómo mejorarla:

Puesto que el alcohol es un diurético y nos provoca deshidratación, uno de los métodos más simples y más efectivos para superar la resaca es beber agua en cantidad, tanto antes de acostarnos como al día siguiente. Los zumos de frutas tiene la ventaja añadida de proporcionar un aporte de vitaminas y azúcares, cuyos niveles han disminuido.

Se deben comer alimentos suaves que no irriten la mucosa gástrica. También es necesario reponer las sales y el potasio.

Las mujeres que estén tomando la píldora anticonceptiva necesitarán además un suplemento de magnesio, por ejemplo comiendo un puñado de frutos secos.

Inhalar el humo del tabaco mientras se bebe empeora la situación del día después, por lo que es aconsejable reducir e incluso suprimir su consumo.

Dormir un poco más de lo habitual es también una buena medida para mejorar todos los síntomas negativos. En cuanto a la cefalea, se puede tomar un analgésico y un protector gástrico para mitigar la irritación del estómago.