Pensamiento independiente

Ultimamente ando muy mosqueado con la gente que me rodea. A donde quiera que mire hay una persona que se cree original e insiste en hacer tal pose obvia de una manera que resulta zafia y patética. De siempre el hombre -como género humano, perdónenme las damas ofendidas- ha sentido la necesidad de reivindicar su personalidad exteriormente. A mi parecer, esto es una pura y simple estupidez: si necesitas que un tercero certifique tu independencia, ¿dónde queda esta?

No es difícil percatarse de la incongruencia, y dado que hoy todos estamos mucho mejor preparados, estas personas pretendidamente originales también han constatado el dilema expuesto. ¿Cómo lo han resuelto? Pues haciendo descaradamente obvia su originalidad.

Su imagen es transgresora, su mera presencia llama la atención, así remarcan su individualidad. Visten raro, se expresan raro, tienen gustos raros.

Nada que objetar. Antes que ellos fueron los punkis (pelos de punta y piercings), los heavys (melenas y cuero), los siniestros (greñas, ropa negra), los hippies... Siempre hay un grupo cultural al que se adscribe la corriente social del momento y que se identifica por una indumentaria característica. ¿Pero cómo demonios se ha de llamar este nuevo movimiento? La generación X fue apenas un suspiro, un reflejo lunar en las olas del mar, todos y nadie entramos en esa denominación.

Yo prefiero llamarlos neo-guays por su forma de actuar ante terceros. Son buenos chicos, piensan independiente, no marginan a los homosexuales, a los negros, a los árabes ni a cualquier otra minoría sea del tipo que sea. Expresan sus ideas con libertad y pasión respetando las del contrario. Hablan de arte independiente, cine independiente, música independiente. Su bandera es la tolerancia y con esto quieren decir que toleran a su lado a cualquiera ajeno a su tribu. Con una sonrisa condescendiente te explican que su música es original, su arte rompedor y que no todo el mundo está capacitado para apreciarlo, que quizás tú no estás capacitado para apreciarlo.

Aquí radica mi incomodidad. ¿En qué punto su actitud deja de ser sincera para ser una pose? Algunos de ellos sueltan entusiasmados aseveraciones ridículas, llevados por un entusiasmo que intimida a su interlocutor. ¿Cómo puede nadie asegurar que "Los Planetas" son el mejor grupo de estatal? Me pregunto si se le ha reblandecido el cerebro por las drogas o si es víctima de una deficiencia cultural. Quizás tan sólo tomó prestada la frase y los gustos de algún otro individuo más apto para evaluar.

Odian los uniformes y por eso visten con colores llamativos. Combinan cualquier prenda destinada a la incineradora arrebatada del olvido del armario de sus padres con camisetas de bebé cuyo agujero recortado por unas tijeras a la altura del hombro certifica que es una genuina prenda robada en Zara. Cualquier cosa que llame la atención es guay, los horteras tienen un nuevo hueco en el Olimpo porque desafían las convenciones... En fin, todos son tan pretenciosamente diferentes que terminan por parecérseme todos iguales. Mira, por allí caminando: un neo-guay.

¿Por qué ese deseo de pertenecer a una tribu independiente, ese deseo de imitación, de mimetismo? Son las treinta monedas de plata: vendemos un trozo de nuestra personalidad por sentirnos un poquito iguales a quienes admiramos. Tomamos prestadas las ideas que nos deslumbran en vez de desarrollar pensamientos propios. Somos polillas atraídas por luces brillantes.

Las modas siempre han existido y siempre existirán mientras haya mentes más débiles que no sean capaces de sustraerse a la influencia magnética de los generadores de moda. Aún no se sabe el daño que los 80 han hecho en nuestra generación y a la vista está el terrible desastre ocasionado por el vendaval que se llamó grunge. Por eso te conmino a que te evalúes a ti mismo y me digas: ¿Quién cojones te crees para presumir de que tienes un pensamiento independiente?

Quizás nadie lo tenga.

 

web@alt64.org

Índice de artículos
Página principal de Alt+64