Un puzzle de los EE.UU.

Opinión.

Estados Unidos es el primer país del mundo que nace bajo la bandera de la Revolución Francesa. Su Constitución es la primera que se basa en los ideales del Libertad, Fraternidad e Igualdad.

Durante la guerra de secesión, el bando que salió vencedor fue el del norte, aquellos que apoyaban la libertad de los esclavos.

Sin embargo, este principio liberal y democrático parece haberse perdido a lo largo del siglo XX. Ya desde el principio del mismo y hasta bien pasada la década de los 60 la política de EE.UU. en Centroamérica y Sudamérica, vino, en gran parte, dictada por las conveniencias de la United Fruit Company: nacía la república Bananera.

Además de los intereses de esta compañía, EE.UU. intervino en la política de varios países incitado por los intereses de varios magnates: por ejemplo la Independencia de Cuba se debió a la presión mediática del magnate Rudolph Hearst (el mismo que Orson Welles inmortalizó como Charles Foster Kane en 1.939 y que fue responsable de la ilegalización de la marihuana, cuya fibra de cáñamo hacía peligrar los beneficios de sus compañías de papel).

Esta política de intervencionismo se agudizó durante la Guerra Fría.

En esta época, y con el fin de luchar contra el demonio comunista, la política exterior estadounidense se llena de episodios oscuros en Sudamérica (Argentina, Chile), Centroamérica (Nicaragua, Colombia), este de Asia (Vietnam), Oriente Medio (Israel, Líbano, Libia), centro de Asia (Afganistán)...

Todo estaba permitido: comercio ilegal de armas, favorecer las actividades de conocidos traficantes de drogas con el fin de obtener su apoyo en sus zonas, asesinatos políticos, golpes de estado, apoyo a dictaduras horríblemente represivas...

Estas acciones venían acompañadas de una actitud prepotente hacia el resto del mundo. Nace su visión de "líderes del mundo libre".

Tras la caída de la U.R.S.S. su prepotencia se ha agudizado, al no tener ya rivales, y todas las actividades ilegales que les permitieron llegar hasta esa posición siguen aún hoy en funcionamiento.

Su poder económico y militar les permite actuar a su antojo, con total indiferencia hacia los tratados internacionales, haciendo su voluntad en todo el mundo, siempre en su propio beneficio o en el de sus aliados más directos.

Sin embargo, esta potencia económica no se ha plasmado en su propio país.

Como ya se ha evidenciado en estos artículos, la política estadounidense dista mucho de ser un modelo a seguir. La idea de Estado del Bienestar que tenemos en Europa no existe en EE.UU., donde el estado se desentiende por completo del bienestar de sus ciudadanos. Una baja presión fiscal es la excusa para una inexistente política sanitaria o educacional.

De esta forma, del mismo modo que el país más rico del mundo (EE.UU.) se enriquece a costa del resto de los países, en ese mismo país los ricos son cada vez más ricos y los pobres más pobres.

Desgraciadamente, sus películas y telefilmes la han convertido en el modelo a seguir. En Europa abandonamos poco a poco nuestro modelo de estado para seguir el de EE.UU., pese a que nuestro nivel de vida es muy superior al suyo, y en el tercer mundo son vistos como la tierra prometida.

Sólo unos pocos parecen darse cuenta de lo que supone la política de los EE.UU., de sus tejemanejes, de su manipulación y de su prepotecia.

Muchas de estas personas son víctimas directas de la política de los EE.UU. (por ejemplo, los palestinos, víctimas del apoyo estadounidense a Israel). No es, pues, de extrañar que nazca entre ellos el odio hacia este país.

Desgraciadamente, su publicidad tiene a los propios estadounidenses como principales "víctimas". Crecen convencidos de la bondad de su modelo, desconocedores, sin embargo, de otras formas de país. Creen en su falsa Libertad y justifican el odio que inspiran asociándolo a la envidia, incapaces de comprender que haya gente que no desee ser como ellos.

De esta forma, parece muy poco probable que su actitud vaya a cambiar en el futuro. El ataque del 11-S, lejos de hacerles reflexionar, no ha hecho sino encerrarles más en su ceguera.

 

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